13 RAZONES PARA NO ALCANZAR OBJETIVOS
Cuando estamos recorriendo el camino para alcanzar objetivos, especialmente cuando estamos emprendiendo, es común que nos distraigamos, que nos cansemos, que dudemos y que sin darnos cuenta también vayamos comprando problemas por el camino; esto se puede deber a que entre otras cosas adoptamos actitudes e incurrimos en acciones que nos complican la vida, voy a comentarles brevemente 13 actitudes que nos detienen de alcanzar objetivos, ya sea en el trabajo, en el camino del emprendimiento o ya como Empresarios en operación:
Cuando somos individualistas.
no es fácil encontrar a gente que esté de acuerdo con el 100% nuestras ideas, o con la cual podamos compartir genuinamente nuestra forma de ver las cosas. Pero, aunque nos cueste trabajo, compartir nuestras ideas, y también saber aceptar otras, debemos tratar de ser colaborativos, es muy difícil progresar en solitario.
Es importante como empresarios, trabajadores o emprendedores colaborar con otras personas, conectar, hacer equipo, crear asociaciones que busquen el bien común, existen muchos ejemplos, sociedades de empresas, equipos deportivos, fundaciones, Networkings y Grupos de Mastermid.
Cuando no seguimos el Plan de Acción, o abandonamos el Alcance.
Para emprender una idea antes se tienen que establecer unos alcances, estos alcances se establecen en un Plan de acción, o también se le conoce como Plan de Empresa o Proyecto Ejecutivo; a veces nos olvidamos de revisar nuestros avances con el Plan, sentimos que vamos bien y no nos detenemos a comparar si vamos como lo habíamos pensado o no. Ya he hablado de la importancia del Alcance en la Emisión 103 Un Fundamento necesario para el Emprendimiento.
Cuando Tratamos de hacer muchas cosas al mismo tiempo.
En el camino del emprendimiento queremos abarcar una gran cantidad de actividades por querer hacerlo todo bien, que llegamos a perdernos un poco entre tantas cosas; comprometernos con hacer muchas actividades, más de las que podemos gestionar es uno de nuestros errores más comunes para complicarnos la vida.
Cuando Perdemos los estribos, o la paciencia.
Todos los emprendedores encontramos obstáculos en el camino, todos tenemos que enfrentarnos con asuntos insospechados, con gente retrógrada o que no cree en nuestro proyecto, todo esto es lo más común, y no debería ser motivo para estresarnos o para perder el equilibrio.
Un profesional sabe gestionarse primero a sí mismo, mantiene un comportamiento excepcional y sabe conducirse en situaciones conflictivas sin entrar en controversias.
Cuando Respondemos con Negatividad.
Una reacción positiva no es la consecuencia de ver las cosas como son, o como queremos que sean, más bien es la expresión más pura de tu forma de ser. Sé positivo, transforma tu estorbosa amargura en determinación. La energía está allí, positiva o negativa, salte del Lado Oscuro de la Fuerza.
Cuando Buscamos permanentemente la aprobación de los demás.
A todos nos interesa la buena o mala impresión que los demás tengan de nosotros y de nuestro trabajo, nuestra Marca Personal. Cuando llevamos una vida en que nos sentimos bien con nosotros mismos, si desarrollamos un trabajo que nos satisface y es bien retribuido, no importando lo que los demás piensen o digan, habremos alcanzado una satisfacción personal que se reflejará exteriormente ante los demás. Y esto no significa que seamos conformistas o mediocres, sino que creemos en lo que hacemos, y seguimos adelante para alcanzar objetivos a pesar de los juicios negativos y de las críticas destructivas.
Cuando Sacamos a la luz otros problemas mientras tratamos de solucionar uno en específico.
Cuando estamos en una reunión, trabajando para alcanzar objetivos o aportando soluciones para resolver un problema, es muy común sacar a colación otros asuntos escabrosos cuando todavía no se concluye el punto que se está tratando. Si resolver un problema ya de por sí no es fácil, aunar más y diversos problemas a la reunión no hará más que empeorar las cosas, hay que concentrarse en proponer ideas y soluciones de un asunto a la vez, sin mezclarse con otros.
Cuando Participamos en discusiones estériles.
Evitemos en todo momento entrar en conflictos y debates solo por el Arte de Discutir. Es muy común que muchos entremos en discusiones sin sentido solo porque descubrimos que tenemos un concepto determinante sobre los demás, o por que estimamos que tienen puntos de vista deficientes, o por que los consideramos incompetentes. No compremos problemas. Si el asunto no nos compete, no entremos a discutir, a no ser que nos pidan nuestro punto de vista.
“Cuando decides ver el bien en los demás, acabarás encontrando el bien en ti mismo”.
-Miguel Ruiz (Libro: Los Cuatro Acuerdos)
Cuando nos Aferramos a ideas que ya pueden estar obsoletas.
Cuando ya ha pasado mucho tiempo desde que nos graduamos, es posible que contemos con una actitud poco abierta a aceptar ideas diferentes y conceptos novedosos. Podemos vivir una vida más sencilla si tomamos la determinación de cambiar y dejar ir algunas ideas, técnicas o procesos antiguos, que, aunque útiles en algún momento hoy quizá ya están obsoletos.
Cuando Evitamos las conversaciones duras y necesarias.
Muchas veces no queremos enfrentar ciertos asuntos o cosas, quizá porque entendemos que por su complejidad nos podemos exponer como inexpertos, incompetentes o negligentes, pero posponer o evitar estas reuniones no hace más que hacer el problema más hondo.
Gran parte de las dificultades para alcanzar objetivos en el trabajo y lograr una paz mental o tranquilidad interior, recae en el número de conversaciones incómodas que seamos capaces de enfrentar y superar.
Cuando confundimos u olvidamos nuestras prioridades.
Cuando empezamos un proyecto, casi siempre tenemos claras las prioridades. Pero, las actividades prioritarias no se hacen o se gestionan solas. Tenemos que darle un tiempo a cada actividad que realicemos, especialmente a las más importantes, esas que están en nuestra mano, aquellas que no podemos hacer extensivas o delegar a nadie más.
Durante las operaciones empresariales saldrán al paso muchos obstáculos, y en el camino se habrán de revaluar prioridades, surgirán unas actividades que predominen sobre otras, no permitamos que los problemas que van surgiendo espontáneamente nos distraigan de las prioridades que ya hemos asignado; evitemos hacer aquellas cosas insignificantes que no produzcan, que no generen ingresos o que no aporten valor.
Cuando nos cargamos con piedras en el camino.
Cuando viajamos ligeramente, con un pequeño equipaje con ruedas, somos más libres, estamos cargados con menos peso, y nos sentimos menos estresados. Esto aplica también al trabajo y a los negocios. Evitemos cargar más peso del que necesitamos. Cuando no sabemos o no somos capaces de decir que no, podremos contratar equipo y maquinaria que quizá no necesitamos, o compramos insumos que no usaremos hasta dentro de 3 años, otras veces pedimos créditos financieros inconvenientes o que no evaluamos detenidamente, el no saber decir no puede provocarnos que carguemos con pesos muy difíciles de llevar. Aprendamos a tomar nuestro tiempo para evaluar propuestas y si es necesario sepamos decir no.
Cuando comparamos nuestros resultados con los de otros.
Cuando empezamos un trabajo, o una empresa es muy común que nos comparemos con los más exitosos en ese ramo. Si tenemos un año con una empresa de Consultoría de Servicios de programación o de software, y volteamos a ver a Bill Gates, o a los fundadores de Instagram, lo más normal es que nos desanimemos. Estas comparaciones son negativas, solo debemos tomar a estos Personajes como ejemplos, adoptemos sus actitudes ejemplares, tomemos su filosofía de desarrollo como modelo a seguir, pero no al milímetro.
Seamos originales.
Sigamos nuestro propio camino.
Tampoco nos comparemos negativamente con nuestro vecino, o con un Amigo o conocido lejano, todos recorremos caminos con condiciones diferentes, entendamos que vamos en nuestra propia dirección y que aunque recorramos el mismo camino que otros, no todos pasamos por lo mismo ni encontramos iguales oportunidades.
Pista musical de Kevin MacLeod de Incompetech.com