Cómo evitar hacer preguntas impertinentes
Una de las recomendaciones para generar una buena conexión es hacer preguntas a nuestros interlocutores, éstas preguntas deberían reflejar un sano y real interés por la persona a quien se las hacemos; planteando preguntas apropiadamente estamos demostrando empatía, y esto hará sentir bien a quien converse con nosotros.
No debemos platicar por interés, solo esperando dar o recibir una gran aportación, o un favor, hay que convivir relajadamente, evitando las preguntas impertinentes;
lo que perjudica nuestra Marca Personal es que hagamos sentir mal a quien está conversando con nosotros.
Si después de estar conviviendo dejamos una sensación de incomodidad y molestia en otra persona, provocaremos que esa ésta nos rechace la próxima vez, o nos evite, y si no habla mal de nosotros seguro que bien no lo hará.
Un mal comportamiento, un comentario inapropiado y hacer preguntas impertinentes causan malestar en los demás y dañan nuestro prestigio.
¿Cómo podemos saber si las preguntas que hacemos incomodan, molestan, son maleducadas o impertinentes?
Si estamos con una persona con quien nos interesa conectar para conocerla, para trabajar juntos, colaborar o simplemente relacionarnos, primero tratemos de ser observadores, evaluemos objetivamente los elementos que conocemos de ella, tanto físicos como personales; quizá ya conozcamos algunos de sus antecedentes y sepamos en qué trabaja o cuáles son sus gustos, y mejor si sabemos aquello que no le gusta.
La clave de hacer preguntas apropiadas y evitar las incómodas es descubrir los asuntos que a esa persona le puedan molestar más.
A todos los seres humanos nos molestan algunos temas o asuntos personales que tratamos evitar, y muchas veces ni con los mejores amigos hablamos de ciertas cosas, preferimos guardar determinados asuntos solo para nuestros confidentes o familiares de más confianza, es entendible que algunos se sientan incómodos al tener que contestar preguntas impertinentes que solo les fastidian.
Por ejemplo, conocemos someramente a una persona en el trabajo, ésta lleva 30 años ejerciendo la misma posición y no ha sido ascendida,
por las causas que fueren, justas o injustas, no tenemos los elementos suficientes para saber «cómo es que sigue allí sin escalar». Si nos encontramos con esta persona en el ascensor y le preguntamos: -Oye ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en ese mismo puesto?- Es muy probable que esa pregunta no le guste, porque seguro que se la ha planteado muchas veces y le incomoda, y pensará que no tiene porqué justificarse con alguien así por que sí.
Esa pregunta sería más bienvenida si se plantea así:
-«Oye, cuánto sabes de determinadas gestiones, porque sé que tienes mucha experiencia y Yo tengo una posición que puede interesarte»-.
Así sí, con espíritu colaborativo, con ánimo de querer ayudar y proponiendo alternativas.
Click aquí para escuchar «Como responder a preguntas incómodas».
Y qué pasa cuando estás charlando con una persona que tiene sobrepeso.
Están comentando varios asuntos, y ya salga la comida a colación, o no se hable de comer, y tú le preguntas:
-«Oye, ¿no has practicado tal dieta? o ¿no haces ejercicio? ¿has probado el Yoga?»-.
Esto es más grave si se lo preguntas a una mujer, es una total falta de caballerosidad y de saber estar. Aquí no propongo pregunta o planteamiento alterno, más bien sugiero callarse la boca. Solo contesta si te piden tu opinión, o que propongas alguna recomendación, solo así.
No hagas preguntas cuando ya sabes la respuesta.
Si te enteraste que alguien se hará cargo de ciertas responsabilidades y aún así le preguntas: -Oye, ¿ya sabes quién será responsable de tales funciones?-. Si te responde con discreción, evitando responderte, puede darse cuenta de que ya sabes, y aunque te conteste lo que sabe, si después se entera de que ya estabas al tanto vas a dañar tu Marca Personal, quedarás como intrigoso, poco fiable y/o chismoso.
No preguntes lo que ya sabes,
si sientes una gran estímulo por dejar saber de lo que estás enterado, directamente dile: -«Oye, ya sé que vas a encargarte de las funciones X, Y y Z, ¡Enhorabuena!, sabes que puedes contar conmigo»-, y además tienes que estar preparado para contestar quién te ha informado, si no es así mejor callarse.
Para no pasar por impertinente o intrigoso, la clave está en entender y respetar que cuando alguien está enfrentando un problema o dificultad es muy probable que prefiera no hablar del asunto con cualquier persona, allí es donde la gente es más sensible, donde le puede doler y le molesta.
Ten siempre en cuenta que el hecho de que a yi no te moleste que te hagan una pregunta no te falculta ni te da derecho de hacérsela a los demás, eso sería egoísmo y falta de empatía.
Ante la duda de hacer una pregunta o no, si no sabemos si es una de esas preguntas impertinentes, lo mejor es descartarla y hacer otra, o hablar de temas menos intrigantes, como el clima, o de algún deporte.
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