¿Por qué no se termina lo que se empieza?
¿Cuántas veces has empezado un proyecto con las mejores intenciones?,
totalmente convencido de que lo terminarías, y por alguna causa lo abandonaste en algún punto.
Puede que hayas querido aprender a tocar un instrumento, o arrancar una empresa, terminar una carrera universitaria, y/o hasta bajar de peso.
¿Qué sucedió? ¿Por qué no terminaste?
Quizá viste que te tomaría más trabajo del que esperabas, o empezaste a darte cuenta de que no alcanzarías resultados pronto y te viniste abajo. También pudiste haber estado procrastinando, o te desmotivaste porque no mediste tus fuerzas, dejaste de ser persistente.
Cómo persistir y evitar la pérdida de Motivación.
Muchos afortunados descubren tempranamente que tienen alguna habilidad especial, o han desarrollado un talento singular; esto es deseable y admirable en cualquier persona o profesional, pero:
¿Porqué muchos tenemos problemas para terminar las cosas que empezamos?
En psicología positiva se suele afirmar que lo más importante de un proyecto es empezar. Por supuesto que dar los primeros pasos para cualquier cosa es mil veces mejor que quedarse parados sin hacer nada.
Empezar es una acción que en muchos casos requiere de una fuerte voluntad.
Cuál es la diferencia entre Voluntad y Motivación.
Pero, empezar no es fundamental en el camino hacia lograr una meta, porque lo más importante es hacer que las cosas sucedan y muy especialmente terminar, alcanzar el objetivo.
Aunque casi se haya llegado hasta la meta, si el objetivo no se alcanza, es como si no se hubiera hecho. Como no titularse después de haber ido cinco años a la universidad, o como no alcanzar la cima de la montaña solo a cien cientos metros de hacer cumbre.
Empezar algo es infinitamente más fácil que terminarlo, porque terminar implica haber recorrido un camino casi siempre difícil.
Existen muchas y variadas razones para lo que hemos empezado, razones justificadas y no justificadas.
Una razón es que le damos mucho glamour a toda esa parafernalia del inicio, nos justificamos con frases como:
“Un buen inicio es como tener hecha la mitad», o «Lo más difícil de cualquier camino es dar el primer paso”, y esto no es cierto en la práctica común.
Equivocadamente celebramos mucho el inicio de algo, a veces desproporcionadamente,
y después nos sorprendemos cuando durante todo el proceso vamos encontrando dificultades al paso que no nos esperábamos, o que si contemplamos pero carecemos de voluntad para superarlas (no se termina).
Seguramente has percibido en alguna ocasión un curioso fenómeno en el que la gente tiende a felicitarte antes de que inicies las cosas, (eso si les compartes tus objetivos de la forma equivocada), como cuando le dices a tus conocidos:
«Fíjate que voy a participar en la competencia del IronMan«, o «Voy a aprender alemán, ya me inscribí en la academia», o «Por fin voy a iniciar un Negocio»,
A todo esto, suelen contestarte:
“Muy bien por ti”, “Felicidades”, “Me da mucho gusto que te hayas decidido”, «yo siempre he querido empezar un negocio pero no he podido, enhorabuena por ti».
Mientras escuchas estos elogios tu cuerpo libera suficiente dopamina como para quedar satisfecho con lo que te han dicho, pero desafortunadamente, tu cuerpo no produce la suficiente dopamina como para llegar hasta el final de tu objetivo, uno que nunca se termina.
Un proyecto que se empieza, especialmente uno empresarial casi nunca deja dinero por el solo hecho
de haberse iniciado, y muchas veces ni siquiera es rentable aunque se termine (o que se alcance la etapa de operaciones), porque normalmente las empresas requieren: Primero alcanzar un punto de equilibrio y después subir por la curva de la rentabilidad.
Aunque se tenga listo un servicio o un producto, todavía no se ha de promover, se debe impulsar para darse a conocer, debe ganarse un lugar en su nicho de mercado, hasta evolucionar y alcanzar un buen prestigio de marca.
Como transmitir el Contenido de una Marca Personal
Otro de los problemas recurrentes para no concluir objetivos
es que se empieza una cosa, luego otra, y luego otra, y eso al final se reduce en que no se termina nada.
En la mayoría de los casos, muchas cosas que se empiezan no se terminan. Como los propósitos de año nuevo, que generalmente se desinflan en febrero.
Otras de las causas por las que no se termina una meta
es que paradójicamente vivimos en un mundo de oportunidades pero con un mayor número de distracciones.
Sabemos que las aplicaciones (App’s) y empresas online son potentes plataformas para la producción y promoción de marcas, pero a lo largo del Internet también nos encontramos con muchísimas distracciones que nos tientan a perder el tiempo y a distraernos, a procrastinar, a no concluir con nuestros objetivos; por ejemplo las Redes Sociales.
Un problema más que nos detiene de alcanzar objetivos es
que se carece de objetivos, y otros que si los tienen, son tan descabellados como decir:
«Una vez que se termina el primer año de operaciones voy a facturar un millón de dólares»,
y esto se afirma careciendo de Plan de Negocios.
El Plan de Empresa en una sola página.
En lugar de decir antes de hacer,
mejor propón ideas y soluciones, especialmente si mejoran la vida de los demás, luego investiga, acumula datos, y termina un plan;
está bien tener esperanzas y pasiones, pero está mal ser iluso o ser controlado por esas pasiones,
ve los datos, analiza y sobre todo llega hasta el final. No digas voy a vender determinada cantidad si no tienes los medios o el plan para que eso se dé.
No tiene nada de malo tener objetivos muy altos, lo malo es no tener el plan para llevarlos a cabo.
Hablando sin hacer solo provocarás desconfianza o pérdida de credibilidad. Y aunque tengas un completísimo y bien elaborado Proyecto Ejecutivo, eso no te garantiza que llegarás hasta el final si no tienes persistencia.
Las empresas buscan talento, quieren contratar gente con habilidades únicas que les garanticen innovación dentro de sus filas, pero esto no siempre es posible. Las empresas siempre toman en cuenta a un Profesional que termina los proyectos que inicia.
Nos desvivimos para destacar, para tratar de ser esos creativos innovadores, y no solo para que nos contraten sino para usar esas habilidades también en nuestro propio beneficio, para emprender por nuestra cuenta.
Además de las habilidades y el talento, las grandes, medianas y pequeñas corporaciones quieren gente resolutiva, personas que completen objetivos más allá de ser muy creativos e ingeniosos; esas empresas quieren directivos y profesionales que conduzcan y empujen la empresa hasta la meta, para bien o para mal, ¡Pero que lleguen!.
Siempre será mejor llegar que quedarse al margen.
«En un mundo ideal, habría compuesto cada alineación de mi equipo con jugadores que tuvieran tanta determinación como talento. Pero la vida real no es así, y si tenía que elegir personas con mucho talento, pero sin decisión y deseo, y otras que solo eran buenas, pero tenían determinación y empuje para llegar hasta el final, siempre elegía a estas últimas. Las primeras funcionan durante un tiempo (las del talento), pero nunca tienen el aguante que aporta estabilidad y consistencia a un Club».
– Alex Ferguson. Ex-Mánager del Manchester United F.C. De su libro autobiográfico Liderazgo.
Una de las formas para destacar en el trabajo, en la vida y en el Emprendimiento es hacer y concluir las cosas que verdaderamente importan.
Una persona que se distingue por siempre concluir lo que empieza, o por entregar algo, dejará una huella positiva y proyectará una buena Marca Personal.
Si eres de los que termina objetivos en tiempo, costo y calidad, eso te convierte en una persona única de las que ya casi no hay.
Si te cuesta trabajo mantener la persistencia y
quieres pertenecer a un Grupo de Mastermind, a un grupo de profesionales de diversas disciplinas que buscan sinergias mutuas a traves de reuniones por Skype, para apoyarse y rendirse cuentas con el único fin de llegar a la meta y progresar, ponte en contacto conmigo al siguiente e-mail:
info@themanagerspodcast.com