La ‘Honestidad Brutal’ Principio Mastermind
¿A quién le gusta estar recibiendo comentarios negativos?
En términos generales, los seres humanos tendemos a rechazar los comentarios negativos acerca de nuestra persona o de nuestro rendimiento profesional. Es natural que ante un comentario adverso, nuestro ego actúe inmediatamente enviándonos señales de rechazo.
No nos gusta escuchar: «Oye, ¿porqué primero no terminas de hacer esto?». «Parece que no lo revisaste antes de entregar». «Esta decisión fue la peor que tomaste». «Dejaste que el problema se hiciera más grande».
Siempre preferimos escuchar: «Oye, ¡qué bien vas!». «Tu gestión del problema ha sido excelente». «Tú lo haces ver muy fácil, ¡Felicidades!». «En esto eres el mejor».
Aunque de entrada las críticas negativas nos incomoden,
debemos entender que no siempre se hacen por molestarnos, ni por envidia o resentimiento. Muchas veces los comentarios que nos parecen desagradables, pueden ayudarnos a mejorar en nuestro desarrollo profesional y personal.
Debemos aprender a aceptar que cada comentario por negativo y destructivo que nos parezca, puede llevar un pequeño porcentaje de verdad. Y eso ya es suficiente para tratar de mejorar lo que hacemos.
Cuando a una personal le aportamos una crítica con honestidad brutal,
cuando opinamos con objetividad acerca de su desempeño, casi siempre podremos fracasar, especialmente si esa persona no espera o no le gusta la retroalimentación.
Cómo dar Retroalimentación Positiva.
No es tarea sencilla tratar de cambiar las creencias de cualquier persona, o intentar que modifique sus valores, esto es complicado porque los valores son creencias que están muy arraigadas desde la infancia.
Pero, esa honestidad brutal si puede tener consecuencias altamente efectivas si al que pretendemos cambiar es a Uno mismo.
Cuando adoptamos una postura abierta ante cualquier opinión, la crítica que en primera instancia puede parecernos incómoda se convierte en una enorme fuente de retroalimentación.
La honestidad brutal raramente funciona, a no ser que la persona esté dispuesta a escuchar y entender un punto de vista diferente, y a tomar en cuenta otra perspectiva de su propia realidad.
Una de las peores experiencias por las que un profesional puede pasar, una que a simple vista no parece grave,
pero que si tiene consecuencias negativas en su persona es:
Atravesar por un período carente de retroalimentación, como cuando se deja pasar el tiempo y uno sigue haciendo las cosas como siempre, sin cambios, sin evolucionar.
Carecer de un punto de vista objetivo acerca del propio desempeño es casi como una condena a quedarse obsoleto, a devaluarse, a anquilosarse, a caer en la mediocridad y en la negligencia.
Todos necesitamos gente en la que podamos confiar, y a quien podamos permitirle opinar libremente acerca de nuestro desempeño.
Los CEO’s de las compañías más exitosas, los líderes de las Naciones más prósperas, los Generales de la historia, y los Deportistas de Alto rendimiento tienen o han tenido una o varias personas facultadas para hablarles con honestidad brutal acerca de su rendimiento.
Los líderes necesitan allegarse con personas que les proporcionen opiniones objetivas, para que les digan lo que tienen que saber, y no lo que quieren escuchar.
Una crítica bien recibida puede ser una invaluable fuente de crecimiento personal, y esto lo saben perfectamente los líderes.
Los líderes con buen criterio saben que las opiniones a favor, las que siempre les halagan, pueden entenderse como adulaciones.
Adular y sus efectos negativos.
Los comentarios que no son objetivos (los subjetivos),
esos que llevan una carga de sentimientos o de intereses personales por parte de quienes los hacen, aunque a simple vista parezcan positivos pueden ser destructivos, porque no aportan valor, porque no van a la esencia del problema, porque no señalan la causa, porque no dan soluciones, los comentarios así no ayudan a progresar, ni a construir nada.
Cuando un profesional deja de lado su ego,
cuando está en disposición de aceptar las opiniones con honesta brutalidad, estará empezando a rodar por el camino del crecimiento personal, porque si sabe escuchar y evaluar, podrá decidir y hacer los ajustes que le provocarán un cambio positivo.
La honesta brutalidad es una forma de opinión difícil de aceptar, pero de consecuencias positivas si se sabe enfocar.
Muchos Directores Generales o Presidentes de Corporaciones suelen pedirle a sus allegados más cercanos opiniones críticas que sean objetivas, muchos hacen estas peticiones de honestidad brutal a nivel personal:
“Oye, dime sinceramente, desde tu punto de vista, ¿Qué opinas de la decisión que voy a tomar?, ¿Qué me sugieres?, o ¿Qué harías tú?”.
Puede hacerle las mismas preguntas a dos o más de sus colaboradores. Esta también es una forma de ver quiénes le aportan el mayor valor, o de descubrir quiénes son los más objetivos.
Otros Ejecutivos suelen contratar consultores,
o asesores externos para que les proporcionen su opinión objetiva (con honestidad brutal), una que no esté contaminada por los intereses internos de la compañía.
Durante las guerras, y justo en el transcurso de una batalla, los Generales contaban con un grupo de oficiales
en quienes poder confiar, esperando de ellos sus opiniones más sinceras.
Una de las funciones principales del General, como la de cualquier otro líder es saber filtrar todas las opiniones.
El Líder debe poder considerar todos los puntos de vista y tomar la mejor decisión en función de toda la información disponible.
La decisión final la toma el General, y ésta podría tender a inclinarse de un lado más que del otro, pero al final solo él será responsable por la decisión.
Solo uno puede tomar la última decisión, pero antes de tomarla es necesario haber contado con una lluvia de ideas cargadas de honestidad brutal.
Puede que la decisión para ir por un rumbo sea la acertada si el 100% por ciento de los asesores apuntan en la misma dirección. Pero lo que no es tan acertado ni funcional es contar con grupo de consultores que estén de acuerdo en todo, allí habría que hacer algunos cambios, porque:
Donde todos opinan igual seguro que sobran algunos.
Para equilibrar la balanza se necesita una diversidad de opiniones.
¿De dónde recibe un Emprendedor la necesaria retroalimentación?
Esta es una de las dudas existenciales de casi todos los emprendedores, porque el que emprende generalmente está solo, y aunque tenga un solo socio, siempre necesitarán diversos puntos de vista, u otras opiniones con el fin de tener más elementos para tomar las mejores decisiones.
Muchos emprendedores tienen un criterio amplio y saben auto-gestionarse muy bien. Pero, la mayoría de los emprendedores buscan asesores o consultores tipo Coachs, los cuales les proveen ese necesario feedback para enfocar mejor hacia sus objetivos.
Otros emprendedores cuentan con su Grupo Mastermind.
El Grupo Mastermind es ese equipo de profesionales cuyas premisas son la rendición de cuentas mutuas y la retroalimentación basada en la honestidad brutal.
Un Grupo Mastermind se junta para opinar con respeto y honestidad brutal acerca de sus respectivos proyectos. La idea es aportarse mutuamente valor con sugerencias, comentarios e ideas.
Y al final allí también la última decisión recae en cada uno, porque cada uno es el responsable de su propio proyecto.
El que participa en un grupo de mastermind tiene que estar abierto no solo a recibir constructivo feedback, sino que también debe estar en la disposición de proporcionar su mejor y respetuoso punto de vista con respecto a los proyectos de los demás, aportando su honestidad brutal.
Entrada y salida musical de Kevin MacLeod de Incompetech.com