¿Cuál es mi rol en el equipo?
¿Nunca te ha pasado que estando en un grupo de trabajo, sabes que entre sus integrantes se encuentra un profesional que te tranquiliza por el mero hecho de saber que es parte del grupo?
En el año 2005, los Rockets de Houston, equipo de basketball de la NBA, estaba en busca de un jugador de talento para reforzar a su equipo, uno que pudiese tener como rol en el equipo el ser la referencia.
Los equipos deportivos de alto nivel profesional suelen tener buscadores o ‘caza talentos’, pero en esa ocasión, sus reportes y análisis arrojaban una serie de nombres de candidatos para ser contratados, pero,
algunos de esos jugadores no estaban disponibles,
unos tenían contratos firmados con otros equipos. Otros sí estaban disponibles, pero sus precios eran muy altos, y otros, debido a sus características individuales, no se ajustaban con el el rol en el equipo que necesitaban.
Luego, haciendo uso de un nuevo y avanzado programa de computadora,
diseñado para analizar todos los parámetros de los jugadores, unos parámetros que muchas veces uno no se pone a evaluar o a analizar con detenimiento,
el Mánager del equipo encontró que este programa le señalaba a un jugador en específico como el ideal para completar el rol en el equipo (o perfil) que estaban buscando, su nombre era Shane Battier.
El inconveniente era que Shane Battier no convencía ni a los directivos de los Rockets ni a los integrantes del cuerpo técnico, y ¿Por qué?
Porque usualmente, bajo los parámetros más convencionales para medir el desempeño de un jugador,
tales como puntos anotados, número de rebotes, tiros bloqueados, pases importantes, Battier solo era un simple jugador más, no tenía nada que lo hiciese destacar.
Pero, el nuevo modelo matemático iba más allá de los puntos anotados o pases completados.
Este programa analizaba y tomaba en cuenta otros parámetros nada convencionales, para descubrir el verdadero rol en el equipo que desempeñaría un jugador.
Los técnicos de los Rockets pudieron medir no solo el juego particular de Battier, además lograron medir el desempeño de todos los miembros de sus equipos cuando él estaba en la cancha, visualizaron su verdadero rol en el equipo.
Según esos estándares, Battier estaba por encima de todos sus compañeros y excompañeros.
Cada vez que Battier alineaba en un equipo, cuando él estaba físicamente en la cancha, sin importar su posición, sus compañeros de equipo mejoraban su juego, y por el contrario, sus oponentes empeoraban.
Este modelo descubrió el verdadero rol en equipo que Battier desempeñaba, puso a la vista otras características que ayudaban a su equipo a mejorar su juego, y al final, Battier se convirtió en la estrella de los Houston Rockets, jugó allí desde el 2006 hasta el 2011.
El liderazgo desempeña un rol en el equipo más allá de los talentos visibles.
Seguro que cuando estabas en la escuela, el maestro te mandó hacer un trabajo en equipo, y entre tus compañeros estaba alguno que quizá no obtenía las mejores calificaciones, pero te daba cierta calma saber que era parte de tu grupo, porque ya lo (o la) conocías,
Tú sabías que ese compañero era responsable, y que a pesar del desorden que pudiese reinar entre todos los integrantes, (normal entre los jóvenes), tú estabas tranquilo porque él o ella no iba a permitir que llegara la fecha de entrega sin haber terminado y entregado un buen trabajo,
Te reconfortaba saber que ese compañero desempeñaba un rol en el equipo de empuje, ya conocías su proactiva actitud.
Este rol en el equipo de empujar para que las cosas sucedan, se puede reconocer como una forma de liderazgo, a pesar de no tener o contar con las mejores notas en matemáticas, o en química.
El éxito de un trabajo de equipo yace en la diversidad de habilidades y conocimientos que entre todos dominan.
A veces, e injustamente, puede parecer que unos hacen más que otros, que unos dejan muy claro su rol en el equipo y hacen notorio su talento:
Porque unos meten los goles, y otros los detienen (y parece que casi nadie se acuerda del resto de jugadores),
unos son los que cierran una operación de negocios, y otro es el que solo firma el contrato,
hay quien trazando 3 ó 4 líneas diseña el boceto de un vestido de marca (cuando él o ella no lo va a elaborar),
uno es el cocinero en jefe (o chef) que sale al comedor a recibir a una gran personalidad para preguntarle –¿qué ha opinado de su comida? (cuando muy seguramente él no la ha cocinado personalmente).
En este programa y podcast de emprendimiento siempre sugiero que procuremos tener más competencias, que aprendamos más, que tratemos de destacar, pero,
en algunas ocasiones, aunque uno no sea el que más llame la atención o el que se lleve la ovación y los aplausos,
uno es el que hace que las cosas sucedan, o
el que motiva a los que se descorazonan con la derrota, o
uno es el que mantiene al equipo unido, o
quien sabe mantener la cabeza fría cuando todos pasan por un momento crítico (incluido el Jefe).
Todas estas también son características de liderazgo.
Nunca te preguntas:
¿Qué pasaría en tu equipo, o en tu entorno profesional si tú faltaras unos días?
¿Te echarían de menos si no asistes unos días?
¿Tu presencia tiene algún peso específico?
¿Hasta qué punto eres realmente indispensable?
Una interesante anécdota acerca del rol en el equipo que desempeña un líder.
Autores: Alex Ferguson y Michael Moritz.
Adaptación: Gustavo Pérez @podcastmanager
Normalmente, los líderes no son conscientes o, al menos, infravaloran el poder motivador de su presencia y de su rol en el equipo.
Nadie se ve a sí mismo como lo ven los demás. Nunca lo entendí hasta que Rio Ferdinand (un jugador del equipo) me abordó un día por no haber acudido a unas sesiones de entrenamiento, ya que Yo había viajado al extranjero para ver y evaluar a otro jugador.
Me peguntó:
-«¿Dónde ha estado? Cuando usted no está, no es lo mismo.»
Daba igual que Carlos Queiroz (mi segundo entrenador) dirigiera los entrenamientos y hubieran realizado los mismos ejercicios como si yo hubiese estado presente.
Rio Ferdinand se había percatado de mi ausencia y notó que algunos de los jugadores se habían relajado, porque no me habían visto en la banda (vigilándolos).
Me tomé muy apecho el comentario de Rio Ferdinand. Después si tenía que ausentarme del entrenamiento, buscaba la forma de salir de la ciudad y regresar para poder estar en el campo de prácticas al día siguiente, incluso si me había ido a dormir a las dos de la mañana.
La lección que aprendí fue que:
Aunque no comentara nada durante los ejercicios (y en pocas ocasiones decía algo), mi presencia física era una herramienta motivadora más importante de lo que creía.
Todo el que esté al frente de un grupo de personas necesita mucha personalidad.
Hay personas muy calladas que tienen personalidades muy fuertes, y las reuniones se quedan en silencio cuando éstos tienen algo que decir.
La personalidad es una expresión de fuerza interior y energía.
Los futbolistas, como todos los seres humanos, sienten una gama de emociones que van desde la profunda inseguridad hasta el absoluto exceso de confianza.
Es muy importante adivinar en qué punto de ese espectro se encuentra cada uno de ellos en un día en particular.
Si se quiere motivar a las personas, es necesario saber cuándo sacar provecho de sus inseguridades o cuándo reforzar su exceso de confianza.
La gente rinde más cuando sabe que se ha ganado la confianza de su entrenador o de su jefe.
A la fecha, Sir Alex Ferguson sigue recuperándose de la trombosis que sufrió a principios de mayo del 2018, en este enlace te puedes enterar de su estado de salud. Yo, además de profesar una profunda admiración por Sir Alex Ferguson, le deseo de todo corazón una completa recuperación física.
10 Reglas de Éxito de Sir Alex Ferguson.
No solo pasa con los deportistas, también con los Mánagers, con los Directores, con los CEO’s, a veces su presencia es necesaria no solo para apoyar sino para no dejar que nadie afloje el ritmo, para que nadie se relaje.
Cuando tu conocimiento, tus habilidades, tu presencia, tu marca personal imponen, es una gran ayuda saber que se puede contar contigo y con tu rol en el equipo.
Errores de Marca Personal que debes evitar.
Siempre demuestra tu apoyo e interés, esto es un gran aliciente para cualquier grupo de trabajo.
¿Sabes realmente cuál es tu papel dentro de la estructura de tu equipo, o de tu grupo de colegas?
Al margen de tus destrezas o de la forma en que dominas tu oficio, puede que tú o los demás reconozcan el rol en el equipo que tú desempeñas con claridad.
Tu puedes estar desempeñando un papel de liderazgo en otro sentido, puede ser como motivador, como autoridad moral, como el más respetado, como muy elocuente, como integrador del grupo.
¿Cuál es tu rol en el equipo?
Y, ese papel, ¿Empuja a los demás a hacer mejor su trabajo?
Si no cuidamos a los otros, no puede haber un sentido de comunidad, ni de equipo.
Anthony J. D’Angelo
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