¿Porqué criticamos a los demás?
¿Qué nos impulsa a opinar acerca de la vida y el trabajo de otros?
¿Sabes cómo te ves cuando criticas a otras personas?
En general, todos reconocemos que criticamos a los demás dado que, es una acción natural en todos los seres humanos.
Si recibimos un mal servicio, o adquirimos un producto defectuoso, comentaremos con normalidad que ese producto o ese servicio son muy malos, o no funcionan como se esperaba.
Si voy a un restaurante o a un hotel y encuentro que el servicio no tiene nada que ver con lo que yo estaba pagando, tiendo a criticarlo; incluso dejo un comentario o critica en su hoja web, o pido una hoja de reporte y la lleno con mi quejas, para que los responsables de la marca se enteren y tomen medidas al respecto.
Este es el tipo de críticas son hasta cierto punto constructivas.
Es constructiva si la marca del producto o servicio acepta esa crítica como retro-alimentación, como un feedback para mejorar lo que haya que mejorar, para revisar lo que falló y para hacer cambios.
Las marcas más prestigiosas y exitosas se toman con mucho rigor las críticas serias que les ayudan a mejorar su propuesta de valor.
Cómo dar Retroalimentación Positiva.
Sin tomar en cuenta las marcas de productos o servicios:
¿Cuántas veces escuchamos que alguien critica a un compañero, a un colega del gremio o a un competidor?
Esto quizá ya nos parezca normal, y muchas veces los escuchamos con atención, y puede que hasta les otorguemos la razón:
“Sí, es muy cierto, este señor es un incompetente” o “Tal persona es floja y no cumple con su trabajo».
Nadie es perfecto, todos contamos con fortalezas y debilidades, todos tenemos aciertos y cometemos errores, y en nuestro diario actuar somos propensos de críticas acerca de nuestro buen o mal desempeño, y también, criticamos a los demás.
No es fácil aceptar las críticas que otros nos profieren:
Ya sea porque nos enteremos de esa crítica a través de un tercero o porque nos la comentan directamente:
A veces alguien nos dice: «Oye, en la junta dijeron que te falta carácter para motivar a tu equipo», «Comentan que pudiste haber hecho más durante aquella crisis», «Dicen que no estás bien preparado, que te falta capacidad técnica».
Otras a veces, escuchamos las críticas directamente sin intermediarios, como cuando nuestro jefe o superior opina negativamente de nuestro desempeño, o cuando un cliente nos comenta que eso que nos ha adquirido le parece malo, incompleto, poco funcional, mal hecho, o que simplemente no es lo que esperaba de nuestra marca.
Estas apreciaciones deben ser bienvenidas,
porque aunque injustas, seguramente llevarán un X % de verdad, y ese porcentaje es suficiente para que nos motivemos a cambiar lo que haya que cambiar, para mejorar y tratar de evitar eso que es criticable, o que está mal visto.
Escuchar críticas de unos hacia otros, o de unos y otros hacia uno es una cosa que no podemos controlar.
Pero,
¿Qué sucede cuando somos nosotros los que criticamos a los demás?, y no a una marca de producto o servicio, me refiero a esas críticas que sí están en nuestra mano poder controlar, y evitar, porque salen de nuestra boca.
¿Cómo nos vemos cuando criticamos a un colega?
¿Qué pensarán de nosotros cuando nos escuchan decir algo negativo acerca de otro profesional?
¿Qué imagen proyectamos?.. lo desconocemos…..
Aunque estemos seguros de que alguien se lo merece, o de que hablamos con toda la verdad:
¿Qué Marca Personal proyectamos cuando somos críticos con otra persona y expresamos esa crítica en forma de comentario, y hasta por escrito?
Uno no se ve a sí mismo cuando critica a los demás, y le sorprendería conocer lo que éstos piensan de uno mientras critica alegremente a otro.
En general la gente a la que no le pagan por ser un crítico especializado tiende a proyectar una mala imagen de su persona.
Todos conocemos a algún personaje cercano que critica casi por deporte, o que justifica sus críticas con ridiculeces como:
-«Es que a mi me gusta ser directo y hablar con la verdad»,
-«Soy de los que no me callo lo que pienso».
Inspirado en estos personajes, me he puesto a investigar en artículos y blogs de psicología, los efectos que producimos en la mente de los que escuchan nuestras críticas.
Lógicamente, en algunos casos, las críticas son necesarias, especialmente cuando nos vemos obligados a opinar, por lo que he recopilado únicamente los efectos negativos que provocamos en nuestra imagen (Marca Personal) cuando criticamos a los demás, en lugar de callarnos.
¿Cómo nos vemos cuando criticamos a los demás?
11 RAZONES POR LAS QUE CRITICAMOS A LOS DEMÁS.
UNO.
Los que usualmente critican a los demás, suelen centrarse en hechos que probablemente sean falsos o no corroborados, o sea, critican sin razones cuando el personaje criticado no está presente para defender su punto de vista. Esto refleja una falta de valor y carácter en los que criticamos a los demás.
DOS.
Aunque los hechos sean ciertos, no critiques lo que es obvio, así mejor abstente de opinar, no es necesario agregar más cuando la verdad es tan grande como una catedral,
ni tampoco le eches más leña al fuego, esto no te hace lucir, ni tampoco te beneficia.
Las personas que hacen leña del árbol caído generalmente no tienen las agallas para enfrentar situaciones complejas por su cuenta, por falta de destrezas y carácter.
TRES.
Si criticas a tus competidores, puede que te sientas amenazado por éstos, y lanzas ese ataque porque te das cuenta de tu falta de calidad, seriedad, capacidad, atractivo,
o porque intuyes que no eres capaz de agregar el valor que los otros sí aportan.
No lograremos ganar puntos cuando criticamos a los demás con este tipo de argumentos, y mucho menos superaremos a nuestra competencia.
CUATRO.
Si criticas el desempeño de otro, puede que sea porque no estás completamente satisfecho con tu propio desempeño.
No es indispensable estar doctorado en Psicología para darse cuenta que cuando alguien critica a otro, con los argumentos que sean, dichos argumentos suelen ser las proyecciones de su propias carencias.
Si dices que alguien es mediocre, o que bajo tu criterio no trabaja lo suficiente, de alguna forma estás señalando tus propias carencias.
CINCO.
Si criticas solo por criticar, puede que te vean como a una mala persona.
En principio, una persona gentil NO critica a los demás; una buena persona es generosa en sus apreciaciones y trata solo de ver y buscar los aspectos positivos de los demás.
Tu crítica feroz, agria, amarga o muy dura no te hace superior, ni mucho menos buena persona.
SEIS.
El que critica a otro que tiene un mayor estatus, jerarquía o nivel en cualquier escala social, académica o profesional seguramente está inconforme con su propio nivel.
Puede que otro no se merezca un trato favorable, o que sea un pésimo Jefe, éstas injusticias suceden comúnmente, y esto no tendrías ni deberías de criticarlo en los demás,
en lugar de criticar, mejor toma las acciones que te conduzcan a lograr eso que quieres alcanzar.
Si criticamos a los demás, como a alguien con mayor jerarquía, darás a entender que tienes un ego demasiado grande, o que piensas que estás siendo compensado injustamente con un trato por debajo del que merecerías, lo que en todo caso es un complejo de inferioridad, independientemente de que tengas o no razón en tus argumentos.
Cómo detectar el Complejo de Inferioridad.
SIETE.
Una cosa es criticar los fallos de los demás, y otra muy diferente y horrible es criticar los logros de los demás.
Quien no ha logrado sus propias metas, si es que las tiene, o el que piensa que no ha sido reconocido por su actuación, puede que se sienta autorizado para menospreciar o valorar en poco los logros de los demás.
La envidia es una fuerte causa por la que criticamos a los demás.
OCHO.
El que critica a otros busca llamar la atención que quizá nunca ha tenido, incluso desde su infancia.
Desde niños, los seres humanos tenemos la necesidad de atención y reconocimiento, pero muchos parece que utilizan la crítica voraz para tratar de compensar esas carencias.
El acto de criticar a otros es un mecanismo que utilizan aquellos que tienen carencias no solo emocionales, sino también técnicas, y puede que lo hagan para tapar sus propios errores o falta de competencias, como si señalar lo malo en otros escondiera sus propios defectos.
NUEVE.
Los o las que critican para demostrar que tienen conocimiento, para dar a entender que ellos sí son muy capaces, que lo harían mejor, o que son superiores, llegan hasta pensar que ayudan con su crítica, y que sus comentario incluso aportan sabiduría y valor.
Estos críticos cuentan con la desagradable característica de creerse con opiniones fundamentales, de sentirse con la verdad universal, y
además suelen reprobar otras opiniones, y
generalmente evitan el enfrentamiento con argumentos por falta de conocimiento y habilidades.
Este tipo de críticos son conocidos como fanfarrones, y éste es un mote o etiqueta altamente negativo para una marca personal.
DIEZ.
Los que critican las acciones de otros son los que precisamente no toman acciones.
La gente que hace que las cosas sucedan, que no dicen lo que van a realizar sino que solo se limitan a hacerlo, para bien o para mal, pero lo intentan y lo vuelven a intentar, suelen ser pasto de las críticas de aquellos comentaristas que no tienen el conocimiento, la motivación y las agallas para ponerse en acción.
ONCE.
Los que critican a otros suelen sentirse en competencia con los demás.
Y esos que critican, no necesariamente deben pertenecer al mismo gremio, o tener el mismo oficio que las personas objeto de sus juicios.
Los críticos de los demás se sienten en inferioridad y desventaja cuando se habla bien de otro, o cuando otro ha hecho algo destacado;
Estos criticones suelen justificarse con la patraña de que son muy competitivos, o que les gustan los retos, y que disfrutan comparándose con los demás,
pero más que eso, critican a otros para tratar de opacarlos, porque saben que por su cuenta no pueden brillar.
Estos críticos dejan mucho que desear como personas, y es que en lo superficial se sienten importantes, pero en el fondo se sienten acomplejados porque entienden que carecen del respeto de los demás, o también son ninguneados.
En general, los que critican el actuar o el desempeño de los demás pueden tener una gran necesidad de destacar.
Quienes critican mucho, han vivido carencias personales que todavía no logran superar, quizá también esto les provoque enojo y frustración,
y criticar a otros es una forma de catarsis, como una fuga para liberar sus propias frustraciones. Si criticamos a los demás podríamos exponer nuestros fracasos y malogros.
Esos que critican puede que también tengan ambiciones que no saben cómo gestionar y alcanzar. No tiene nada de malo tener ambiciones, pero éstas no pueden ser alcanzadas a costa de criticar a otros,
Hoy en día, a esto también se le conoce como bullying, es una especie de intimidante actitud, un comportamiento digamos tóxico, y se reconoce claramente cuando las críticas no aportan soluciones ni agregan valor, solo son esgrimidas para dañar la reputación de la persona criticada.
¿Qué es el Bullying?
Antes de reprobar a otros públicamente, piensa que las críticas tienen más relación con quien hace la crítica que con quien es criticado,
piensa que ese tipo de comentarios tienen su origen en la falta de aceptación de uno mismo, y pueden tener mucha o poca relación con la vanidad y el narcisismo.
Cierto Nivel de Riqueza puede provocar Narcisismo.
«Si nunca eres criticado, puede que no estés haciendo lo suficiente para marcar la diferencia».
-Anónimo.
Otró artículo del Blog y Podcast que también te puede interesar:
Si no criticamos a los demás, ¿Cómo podemos ganar prestigio con la Prudencia?
Parte de la información de ¿Porqué criticamos a los demás? fue obtenida del blog. Psychologytoday.com «The 30 Most Common Reasons People Might Criticize You».
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Fotógrafo: Ninocare.