Las Ventajas de Conectar Personas
Hace unos días, mientras arreglaba mis documentos personales, me encontré con una de mi agendas de contactos, una libreta de pasta negra con hojas ordenadas alfabéticamente, tiene como quince años guardada.
En esa agenda tengo registrada a gente que conozco desde hace más de veinte años. Y mientras paso las hojas y repaso nombres, me voy sorprendiendo porque conozco personalmente a todos los nombres escritos allí; no hay un solo nombre a quien no haya saludado de mano en al menos una ocasión.
En esa agenda tengo un compendio de gente con la que tuve algún tipo de relación personal o profesional (en su mayoría), mucha gente de la que tengo muy buenos recuerdos y a los que por supuesto me gustaría volver a ver.
Pensando en todos estos nombres, que no deben ser más de 300, me puse a reflexionar que
en esta época de redes sociales, hay una necesidad profesional por aumentar el número de contactos, de sumar más gente que básicamente lo reconozcan a uno y lo recomienden, de tener más amigos y seguidores,
eso es lo que ahora al parecer tiene más peso a la hora de ser tomado en cuenta como encomiable.
El número de seguidores es público, porque lo indica en el mismo perfil, fulano Rodríguez más de 500 contactos, mengano Sánchez 1600 followers, así es ahora.
Como si tener más de 2000 o 3000 contactos fuera garantía de calidad profesional, o de excelencia.
Lo que esta agenda también me puso a reflexionar es la forma en que conocí a todos estos amigos y/o colegas.
En resumen:
me di cuenta de que a la mayoría de esos contactos los conocí a través de alguien que me los presentó, o que me los recomendó, o que me habló muy bien de ellos
Curiosamente, aunque no hay personas ni relaciones perfectas, hoy después de tantos años no estoy decepcionado de haber conocido a ninguno de ellos, al contrario, a la mayoría los recuerdo con satisfacción personal.
Pero, muy especialmente,
también me acuerdo con sumo aprecio de las personas que me los presentaron o que tuvieron de alguna forma la iniciativa para que pudiésemos conectar, para que Yo acabara registrando sus teléfonos de puño y letra en mi agenda personal.
A partir de la proliferación de las redes sociales,
se ha facilitado la forma de conocer gente, incluso aunque vivan del otro lado del planeta.
Esta tecnología que nos conduce a través del Internet propicia la conexión entre personas y profesionales, éste es el lado amable y positivo de las redes sociales.
Hoy, la educación y el respeto, como formas de interacción,
pueden seguir siendo afortunadamente las mismas que hace veinte o treinta años; pero,
la indiferencia, la frialdad y la petulancia también aumentan en función de esa desesperada necesidad de aumentar esta red de contactos, sin importar tanto si realmente se conoce o no a la persona detrás del perfil.
Yo no creo que una persona que tenga más de 3000 contactos conozca a todos tal como ellos quisieran ser reconocidos.
Me parece muy bien tener y hacer contactos, los más que se puedan, pero, en esta entrada del blog y podcast de emprendimiento, más bien quiero hacer algunas reflexiones acerca de la importancia que tienen las personas que conectan a unos con otros, los que construyen puentes de comunicación entre profesionales.
Ventajas y reflexiones acerca de conectar personas.
Al hablar de conocer o de entrar en contacto con alguien, la mayoría piensa en llegar a más gente y hacer crecer su propia red de contactos.
Usualmente, al conectar personas o entrar en contacto con otros, tendemos a pensar en nuestro propio beneficio,
en evaluar qué ganamos con establecer esas relaciones,
o en qué podemos obtener;
incluso, en ver el valor nos pueden aportar otros.
Las formas en que propiciamos conectar personas.
Los eventos tipo networking me parecen iniciativas muy útiles e interesantes porque tienen como fin conectar personas o profesionales.
Los networkings son actos que organizan personas del tipo ‘ejes’ o ‘pivotes’ (linchpins según Seth Godin), quienes representan el enlace que hace posible que unos conozcan a otros.
Los ‘ejes’ son quienes realmente provocan cambios positivos en la sociedad, porque propician su progreso a partir de la integración de grupos, tribus o redes, eso me parece loable.
Antes de los encuentros tipo Networking,
Yo conocía a otros profesionales porque en la oficina alguien me decía:
-«Contacta a fulano, es muy bueno para tal cosa y te puede hacer un buen presupuesto.
Te recomiendo que le hables a Regina, es quien te dará una propuesta muy acercada a la realidad, es honesta y trabaja muy bien».
Entonces uno buscaba un perfil específico porque lo necesitaba.
Hoy solo es buscar por buscar, conectar por conectar, seguir al otro para que me siga, y si me deja de seguir Yo también lo dejo de seguir; esto es como un juego del gato y el ratón que no aporta ningún resultado productivo, para nadie, y es una total pérdida de tiempo.
Afortunadamente, hoy en día, seguimos haciendo mucho caso a las recomendaciones que nos hacen nuestros conocidos de confianza:
-«Háblale a Epaminondas, dile que vas de mi parte, ya le enviaré un e-mail para decirle que te pondrás en contacto, vas a ver qué bien trabaja».
Cuando surge una buena relación entre dos profesionales a los que un tercero ha puesto en contacto, ganan todos obviamente, los tres.
Por experiencia, creo que gana mucho más quien hace posible ese contacto,
siempre ganará más valor la marca personal de quien ha tenido la iniciativa de pensar cómo 2 personas que hasta el momento no se conocían pueden complementarse para una relación profesional de ganar-ganar, o de todos ganan.
Agregar Valor es la esencia de la Marca Personal.
Saber contar tu historia tanto como la de los demás.
Sabemos que entre las técnicas para desenvolvernos bien en los networkings está la de la de saber contar bien nuestra historia personal, esto es muy importante, pero
comercialmente no todo tiene que ver con nosotros, a veces también resulta más productivo a largo plazo contar la historia de otra persona, el hablar bien de ese licenciado o de esa doctora, y recomendarlos con sinceridad, más que venderlos.
Tengamos en cuenta que No todos querrán escuchar nuestras historias.
Contar la historia personal es difícil, porque al hacerlo podemos caer en la subjetividad, en la petulancia, en la exageración.
Me parece mucho más interesante escuchar una historia en tercera persona.
Cuando alguien me está platicando cómo otro profesional ha logrado alcanzar tal cosa, o cómo ha superado determinado problema, esa persona está como tendiendo un puente entre esa tercera persona y Yo, entre unos y otros, y entre los tres.
Conectar es como construir puentes,
pero no solo me refiero a conectar con clientes o a conectar con mi audiencia, que también es importante.
En general, construimos puentes para que uno mismo los cruce, esto está bien, uno trabaja para progresar, y
puede que parezca una idea un poco egoísta, pero
¿Qué pasa cuando levantamos el puente para que lo crucen otros, para que se conozcan, para que unos que están de un lado lleguen a los del otro lado y se interrelacionen, para que se beneficien mutuamente?
Piensa
¿Qué te sucede a ti si logras conectar a dos personas quienes comparten una misma pasión?, o una misma visión, o una misma perspectiva,
Evalúa
¿Cómo queda tu marca personal cuando presentas a dos profesionales que se complementan productivamente?
El networking es una actividad muy importante, especialmente para agregar gente valiosa a tu agenda de contactos, pero
conectar personas, o a unos con otros es desde mi punto de vista una mejor forma de hacer crecer tu propia red de contactos, y esto se debe a la sinergia que provocas, esa en la que estás en medio.
Yo creo que por principios,
No debemos esperar nada para nosotros mientras conectamos a los demás.
Pienso que es egoísta tener expectativas al respecto.
Tampoco nos pongamos a conectar personas pensando en términos de retorno de la inversión (ROI), eso no funciona así.
Mientras te pones a conectar personas, no generes expectativas.
Debes conectar personas por el mero gusto de hacerlo.
Eso sí, debes esperar que el producto de esa conexión que hiciste tenga resultados positivos, porque éstos resultados de alguna forma te señalan, al menos como el origen, y eso debe darte una gran satisfacción, al margen de que tengas o no una retribución al respecto.
Conectar personas, presentar o recomendar a alguien con otro profesional o compañía debe ser para ti un proceso natural, uno que hasta deberías disfrutar.
El error que veo en algunos que asisten a networkings es que buscan un beneficio personal derivado de entablar o comenzar una relación.
Cuando conocemos a alguien y pensamos
-«¿Qué puedo obtener de esta persona? o,
¿Qué me podrá aportar?»,
así, estamos comenzando una posible relación desde un egoísmo que difícilmente dará resultados positivos, por esto,
siempre que recomiendes a alguien es poco probable que quedes como un egoísta, porque la conexión que buscas no te señala como beneficiario, y allí reside tu potencial, que no te ven como interesado; te ven como alguien que quiere aportar ideas, como alguien que ayuda a que dos partes mejoren entre sí.
La ideal es que una presentación entre dos profesionales en la que tú intervengas,
o hayas tomado la iniciativa para que suceda, arroje un resultado que provoque a su vez otras presentaciones, otras en las que puedes o no estar involucrado, pero lo importante es que tú hayas originado esa red de conexiones.
Tampoco apresures las conexiones.
Trata de que al conectar personas, esto te salga de forma natural.
Usa el sentido común,
no presentes a personas que tengan personalidades y educaciones diametralmente opuestas,
piensa que no estás haciendo un ‘matchmaking’, que probablemente funcione en las relaciones personales,
ni eres el Cupido de una relación.
En el mundo profesional se trata de establecer afinidades que primero produzcan una sensación de camaradería y complicidad en el buen sentido, lo que surja después, o sea una posible asociación o relación comercial ya está fuera de tu control.
No fuerces la conexión, ni una presentación entre dos.
Es probable que pienses que dadas las características de dos personas que todavía no se conocen pueda surgir una relación profesional importante, en ese caso,
ten en cuenta que hay razones por las que dos personas no llegarán a conectar completamente, es difícil visualizar dónde hay y no hay afinidades; y aún así, debes intentarlo.
La idea principal de todo esto es que tú seas el actor que facilite que unos conozcan a otros y que se produzcan relaciones profesionales de largo plazo.
Para construir una relación se necesitan dos personas, no una persona persiguiendo a la otra. -Anónimo.