La influencia del grupo impone valores
¿Qué características debes buscar en un grupo?
Hace poco tiempo, me reuní con mis excompañeros de la secundaria y bachillerato del Colegio Marista para ir a cenar, ellos escogieron un restaurante en la Ciudad de México. En la entrada, el capitán de meseros nos preguntó que si preferíamos zona de fumadores o de no fumadores, y allí nos dimos cuenta con grata impresión que ninguno tenemos el hábito de fumar, ni tampoco lo hemos tenido.
Conversando acerca de esa coincidencia, llegamos a la curiosa conclusión de que las generaciones posteriores y anteriores a la nuestra tenían y tienen en su gran mayoría a fumadores entre sus graduados.
Entre una y otra reflexión, todos estuvimos de acuerdo de que no fumábamos ni fumamos debido a la buena influencia del grupo en que convivimos.
A pesar de que todos hubiesen fumado, en lo personal creo que nunca me habría hecho fumador,
esto es difícil de valorar, nunca lo sabremos.
En la adolescencia uno le otorga mucho peso a lo que piense la mayoría, y suele guiarse por la influencia del grupo.
Yo quizá hubiera sucumbido a la tentación de fumar, pero estábamos seguros que la acción de fumar no era un tema prioritario entre nuestros gustos e inquietudes, evitamos esa mala influencia del grupo.
La adolescencia es una época en que los jóvenes se identifican mucho entre sí,
allí coinciden en muchos puntos debido a que crecen aprendiendo juntos, independientemente de la influencia familiar de cada uno.
Los adolescentes tienden a estrechar más fuertemente los vínculos de entendimiento mutuo debido a que van descubriendo y aprendiendo muchas cosas juntos, en esto se reflejan unos a otros hasta con el paso de los años, es una etapa muy importante que marca muchas cosas.
Pero conforme transcurre el tiempo,
y cada uno vaya escogiendo profesiones y caminos diferentes, conforme vayan tomando decisiones opuestas y se vean expuestos a experiencias en lugares variados, empezarán a formar criterio individual, y muy probablemente, con el transcurrir de los años, hasta llegarán a tener ideas y gustos diametralmente opuestos.
En esos diferentes caminos que cada uno ha tomado, encontrarán nuevos grupos de convivencia,
todos irán a universidades y carreras diferentes, ejercerán trabajos o empleos en compañías variadas, alguno fundará su propia empresa, unos irán a vivir al extranjero, otros se casarán pronto, alguno entrará a algún partido político, alguna será fundadora una asociación no lucrativa o pertenecerá a un Club Deportivo, en fin.
Con el correr de los años, cada uno se irá pareciendo más a las personas con las que se rodea,
se irá mimetizando con esos nuevos grupos en los que le toque convivir,
y al mismo tiempo, irá teniendo menos similitudes y afinidades con aquellos grupos a los que ha ido dejando atrás, y
también tendrá criterios diferentes al de esos colectivos a los que no pertenece, producto de la influencia del grupo al que pertenece.
El hecho de pertenecer a un grupo durante un tiempo importante provoca que una persona adopte la visión y los valores del grupo.
Esto es normal en cualquier tipo de colectividad, tanto en una asociación de banqueros, en un equipo profesional de futbol, como en un colegio de ingenieros y hasta en un grupo mafioso.
La Gestion positiva de la Mafia y sus Principios
Los miembros de todos estos grupos suelen compartir la mayoría de sus valores, su convivencia es tan estrecha que acaban adoptando hasta la misma forma de hablar, utilizan el mismo slang (o jerga), usan modismos propios del medio, e incluso notarán que su lenguaje corporal es similar, porque se imitan.
Entre los grupos de profesionales de las Casas de Bolsa, casi todos adoptan los términos de operaciones financieras para sus relaciones cotidianas.
En el caso del lenguaje del ambiente de ingeniería, o en el mundo del espectáculo sucede lo mismo, se utiliza el lenguaje técnico para expresar situaciones cotidianas, y esto es una consecuencia de la fuerte influencia del grupo en el que se convive el mayor tiempo posible.
En general buscamos grupos afines a nuestros gustos y principios
porque es en éstos donde nos sentimos más cómodos, y también aceptados,
esto significa que queremos ser reconocidos como similares, que aspiramos a ser un miembro más del grupo con todo lo que eso implique.
Cuando somos aceptados en un grupo en el que obviamente hemos estado interesados en acceder,
cuando nuestras ideas y nuestros principios corresponden con las del resto, y éstos nos avalan como un miembro más, podemos asumir que estaremos cómodos conviviendo en esa colectividad.
Y, como un miembro más del grupo, lógicamente uno tiende a pensar que está en el lugar correcto, tanto para progresar, como para aprender y colaborar.
La ‘Cultura de Empresa’
En las empresas, cuando todos sus empleados, miembros o socios coexisten en armonía bajo los mismos principios, y con la misma misión y visión, se puede decir que todos se ajustan a la llamada “Cultura de empresa, o cultura empresarial”.
Está bien pertenecer a un grupo, siempre y cuando uno esté por decisión propia y no por obligación o necesidad.
Y, existen muchos casos, como por ejemplo:
A veces puede que no estés de acuerdo con la cultura empresarial de tu compañía, pero como por el momento no tienes otra opción, te tratas de ajustar a las normas impuestas para conservar el puesto.
Si en tu empresa todos entran a trabajar a las 7 de la mañana y se van a descansar las 9 ó 10 de la noche, y tu solo necesitas de 8 horas para trabajar con eficiencia, seguro que te sentirás incómodo si dejas tu lugar de trabajo a las 5 ó 6 de la tarde.
Y, aunque ya hayas entregado tu trabajo, te darás cuenta que verán con malos ojos, porque en esa cultura empresarial está mal visto.
Aquí es tu decisión quedarte allí y cumplir las normas, si es que quieres progresar, o buscarte otra compañía que se ajuste más a tu disciplina de trabajo, lo cual está muy complicado en esta época.
Pero, en el momento que tengas la oportunidad de pasar a otra compañía, a una que se ajuste más con tu forma de ver las cosas, o por la oferta económica que te hagan, que esto importa mucho para que uno pueda aceptarlo mejor, entonces te acoplarás a las normas y al comportamiento predominante.
«Las penas con pan son menos». -Dicho Popular.
Ser parte de un grupo tiene su lado bueno y también su lado no tan bueno.
En un grupo de profesionales siempre habrá discrepancias, y esto tienes que entenderlo como algo normal y hasta bueno, a pesar de que el grupo o el equipo sea de colegas del gremio, o de una misma industria.
En todos los grupos te enfrentarás a divergencias,
y a veces puede que sean profundas en cuando a sus formas o a su fondo, algunas cosas que parezcan intrascendentes pueden pesar muchísimo a la hora de tomar decisiones, como la definición de los colores institucionales, o del logotipo de tu empresa.
En una firma de arquitectos X
todos los diseñadores estarán de acuerdo en proyectar un edificio de más de 50 pisos, que sea moderno, y vistoso, erigido con determinado procedimiento constructivo, pero,
quizá en algo tan sencillo como las líneas de su trazo más representativo les lleve a tener profundas diferencias de criterio,
o quizá las discrepancias más duras se presenten en la selección de su color preddominante.
En un equipo de futbol,
el entrenador y sus asistentes pueden tener bien claro lo que quieren conseguir:
ganar el siguiente partido con una estrategia de ataque más que defensiva,
una en la que arriesguen más que el otro equipo.
Pero las diferencias de criterio pueden surgir cuando discutan el nombre del delantero que saldrá de titular, y quién estará en la banca.
Todas estas diferencias de criterio son normales.
La influencia del grupo como Freelancer
Ya he hablado de trabajar contratado para una empresa, o en ser miembro de un despacho de arquitectos, o de ser miembro del cuerpo técnico de un equipo deportivo, pero,
¿Qué pasa cuando eres un freelancer, un autónomo, un profesional independiente que trabaja por honorarios, o como consultor independiente?.
En estos casos, puede que tengas unos pocos empleados,
o que colabores con otros freelancers que complementen tus habilidades,
puede ser que tengas un asistente virtual,
y que le pagues a un contador para que lleve tus impuestos,
o que contrates a una compañía de importaciones para que realice tus pedidos con más eficiencia de lo que tú lo harías.
En todos estos casos colaboras con estos profesionales, pero no forman parte de tu nómina, ni de tu regular convivencia, y casi no te darán el feedback que buscas en cuanto al desarrollo de tu proyecto, o el de tu empresa.
A falta de feedback, sería importante que te hagas de un grupo de compañeros con los que te reúnas de vez en cuando, pueden ser colegas de tu medio, excompañeros de la universidad, o conocidos de otras industrias,
y sería conveniente que te reunas regularmente con éstos para intercambiar ideas y propuestas creativas.
De preferencia júntate con aquellos con quienes sientas que estás creciendo en el aspecto profesional.
El orador motivacional y escritor estadounidense Jim Rohn acuñó la famosa frase que ya he comentado en otras entradas:
«Tu eres el promedio de las 5 personas con las que más tiempo convives”.
Esta es una frase ‘seria’ en el sentido de que propone que escojas muy bien a las personas con las que vas a dedicar más tiempo para convivir, para trabajar, para desarrollar tu trabajo o el proyecto en el cual estés involucrado.
Jim Rohn no se refería a tu familia ni a tus amigos más cercanos, se refería a un grupo de profesionales que estén interesados en sus proyectos mutuos.
“Dime con quién te juntas y te diré quién eres”.
-Dicho popular.
He conocido a impresionantes profesionales independientes que se saben gestionar con gran empuje, unos que realmente no necesitan muchos acicates para hacer que las cosas sucedan, esto tiene su lado bueno y también su lado no tan bueno.
Uno como profesional independiente no puede saberlo todo, ni tener todas las respuestas a cada problema, ni contar con la objetividad necesaria para tomar las decisiones más convenientes acerca de la estrategia a seguir, por esto,
si no cuentas con colaboradores que te opinen y apoyen para tener claridad en tu proyecto, te recomiendo que busques pertenecer o comenzar tu propio Grupo Mastermind.
Objetivo de un grupo mastermind
Un grupo mastermind es una pequeña colectividad de 5, 6 y hasta 10 profesionales cuyo principal objetivo es:
«Que todos los miembros alcancen sus metas individuales en base a una rendición de cuentas mutuas».
He hablado y escrito de los grupos mastermind en otras entradas, pero ahora más bien quiero hacer hincapié en la importancia de seleccionar las características de las personas que integren ese grupo.
En la vida en general, y no solo en los grupos mastermind, es muy importante saber seleccionar a las personas con las que vamos a convivir, especialmente con las que pasaremos más tiempo juntos trabajando, colaborando, compartiendo puntos de vista.
Se cuidadoso a la hora de escoger a la gente con la que más tiempo te relacionarás para tratar asuntos profesionales.
Busca que en principio esos futuros compañeros de grupo tengan los conocimientos y habilidades de las que tú careces.
Encuentra gente con la que te complementes, no a la que tú superes ampliamente, esto solo sería un ejercicio de vanidad para saciar tu ego,
Busca que tu grupo sea en muchos niveles superior a ti, esta es una forma de obligarte a crecer, y a superarte.
Ten en cuenta que si te juntas con gente de alto rendimiento, acabarás adoptando la cultura del alto rendimiento y la eficiencia.
Si te juntas con personas inconstantes, con gente negligente, podrías acabar siendo conformista, incluso aceptando por bueno algo que otros tomarían como mediocre, o como profesionalmente inaceptable.
Si te reúnes con personas que solo discuten cualquier tema por deporte, que se enfrascan en discusiones de asuntos absurdos, con quienes solo quieren superar a los demás por demostrar superioridad, puede que estés en un grupo disfuncional que no te ayudará a crecer.
Mejor Busca juntarte con aquellos que estén interesados en que tú crezcas profesionalmente, pero sobre todo:
Asume que tu prioridad debe ser el progreso de los demás, ESTO ES MUY IMPORTANTE PARA EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE UN GRUPO MASTERMIND.
En la medida en que todos los participantes adopten esta postura de primero pensar en los demás, esto generará un impulso con una inercia muy positiva para todos, porque todos estarán pensando en el beneficio los demás.
Un grupo mastermind no funciona si solo piensas en recibir, tienes que entrar con la mentalidad de dar, de aportar tu valor, de sugerir con humildad y alegría.
Piensa con quien te vas a juntar, ve sus características, analiza sus ideales.
Y, aunque no estés de acuerdo con los principios de un grupo, tampoco los juzgues.
Es importante que haya diversidad de ideas en la influencia del grupo, porque si todos piensan exactamente igual, o todos aplauden cada decisión que tomas, eso te indica que estás en un grupo de desarrollo profesional, más bien te señala que estás con un grupo de amigos que solo se alaban entre sí.
Antes de pensar que si una persona o un grupo es bueno para ti, primero evalúa si tú eres bueno para los demás.
Pregúntate si sabes aconsejar sin pontificar, si sabes proponer soluciones sin pretender que sea la mejor, o la única.
En la medida que participes con profesionales que se complementen, que muestren sus habilidades individuales y den una retroalimentación única y, digo única en el sentido de que te hagan ver las cosas desde una perspectiva que no habías considerado, estarás seguro de que estás en un grupo que funciona buscando el progreso de todos sus integrantes.
“ Un pequeño grupo de espíritus decididos y encendidos por una insaciable fe en su misión puede alterar el curso de la historia”.
-Mahatma Gandhi