Después de fracasar, ¿Cómo reaccionas?
Sueles justificarte después de una derrota?
Justo en la temporada en que terminan los torneos deportivos de ligas, copas y diversas competiciones internacionales, pero especialmente del fútbol, me llaman la atención las declaraciones públicas de jugadores, mánagers y directivos, concretamente de los que pertenecen a equipos perdedores, o quizá no tan perdedores, pero de los que sí se esperaba mucho más dada su historia, su prestigio y su enorme presupuesto.
Entiendo que después de fracasar rotundamente no es nada fácil enfrentarse al público,
a los aficionados, a los compañeros de equipo, al jefe, al mánager o a la mesa directiva y salir a dar explicaciones.
¿Cómo se rinden cuentas cuando quizá uno no ha dado completamente todo lo que podía haber dado?
A veces, después de fracasar, uno puede pensar que ha hecho su mejor esfuerzo, y aun así, embargados por la pena, nos damos cuenta que a ojos de los demás ese esfuerzo parece no haber sido suficiente, y en cada juicio acerca de una actuación que tuvimos fracasada, se agrega que
«Eso no se puede aceptar cuando se percibe un sueldo», y máxime cuando éste es muy alto.
Alex Ferguson, ex-manager del Manchester United, comenta en su interesante libro autobiográfico ‘Liderazgo‘ que:
«Atender a la prensa después de fracasar, luego de una derrota, es muy difícil. Una gran derrota o una paliza pueden convertirse en una pesada carga para un grupo de personas. Minan su confianza, y, si no se tiene cuidado, las consecuencias perduran».
10 Reglas de Éxito de Sir Alex Ferguson
Hablando de de otro deporte, como el tenis,
¿Cómo se justifica un jugador con su patrocinadores, cuando percibe más de Un millón de dólares al año por publicidad, después de haber sido derrotado por otro jugador que no cobra ni el uno por ciento de esa cantidad?
Llega a suceder muchas veces que el jugador número 85 ó el 89 del mundo derrota al número 2 ó al número 1, y
¿Qué cara pone ese campeón después de fracasar?, o
¿Qué puede decir a su favor después de haber sido vencido por otro ser humano, uno que supuestamente no vale tanto como él?
Yo creo que enfrentar un fracaso y dar explicaciones al respecto es una de los trances más dolorosos y a veces hasta vergonzosos que cualquiera puede afrontar.
Cualquier persona que cuente con un normal aprecio por sí mismo y por su trabajo, y que en términos generales se tenga como un buen o destacado elemento, seguramente se sentirá inconforme después de fracasar, y hasta molesto cuando tenga que comentar o juzgar públicamente su propia actuación, aunque la derrota haya sido injusta.
Esto sucede a todos los niveles:
¿Cómo se siente un estudiante cuando reprueba el examen de admisión a una Universidad, o cuando tiene que repetir un curso? Y, ¿Qué justificación le da a sus padres cuando lo han apoyado con tanto esmero?
¿Qué sensación experimenta uno cuando ha participado en una conferencia, o en una entrevista o en un debate y claramente ha tenido una lamentable actuación? ¿Qué le comenta a su contra-parte, o a sus seguidores?
¿Qué le dice un empleado a su esposa cuando llega a casa y le tiene que explicar que ese día lo han despedido del trabajo?, por la causa que sea.
Y, ¿Qué explicación le da un profesionista a todos los que lo recomendaron cuando no ha sido contratado en una empresa por la que acababa de pasar un proceso de selección para un puesto de trabajo?
¿Cómo se justifica un ingeniero ante sus superiores cuando no ha sido capaz de entregar a tiempo su trabajo? y este retraso ha provocado serias pérdidas económicas a la compañía.
Para mi no es nada fácil tratar de aconsejarles cómo dar explicaciones después de fracasar, y no quiero proponerles cualquier cosa solo por sentido común, o para llenar este espacio o dármelas de sabelotodo.
Yo creo que bajo un estado de frialdad mental, y libre de los sentimientos de una derrota reciente, cualquiera con sentido común podría sugerir cómo dar explicaciones después de haber sufrido un fracaso.
A continuación, trataré de compartirles lo que hago o he hecho cuando le tengo que rendir cuentas a alguien después de fracasar:
UNO. No le des justificaciones a quien no se las merece.
Si alguien te remunera por tu trabajo, si alguien te está apoyando en cualquier sentido, o tienes una autoridad moral con quien te sientes comprometido a comentar tu actuación, ¡Hazlo!.
Si te sientes obligado a explicarle a alguien por cualquiera que sea la causa que consideres apropiada, ¡Adelante!.
Evita a los que te hagan preguntas incómodas.
No te acerques a los metiches/entrometidos, y mucho menos le des justificación a quien ni siquiera te lo ha pedido. Si te sientes con la necesidad de desahogar el fracaso, hazlo conltor tu consu, o con tu mentor, o con tu grupo mastermind.
DOS. No te conviertas en tu peor crítico.
Considera que cuando realices cualquier tipo de trabajo muchos te van a criticar, justa e injustamente, cuenta con ello siempre.
Probablemente recibirás muchos comentarios negativos y hasta destructivos, por lo que tú no te eches más leña de la que ya te echan otros.
Tu auto-crítica puede ser destructiva, así que evita criticarte, que para eso están los demás.
TRES. No desvíes la atención hacia otros.
Aunque tengas la razón, evita desviar la atención hacia los demás.
No se vale señalar a los demás por tu propia derrota, eso empeorará tu imagen y marca personal.
Si vas a desviar la atención hacia otros, que mejor sea para hablar bien de ellos y para destacar su ejemplo.
Siempre es mejor admitir tus errores o tu falta de esfuerzo que echar balones para afuera.
CUATRO. No prometas que en el siguiente intento triunfarás.
No prometas que en tu próximo intento alcanzarás el logro que no pudiste, eso no te ayuda a mejorar tu situación, ni tampoco garantiza que lo lograrás en tu próxima actuación.
Solo trata de superarte, y hazlo sin decirlo.
La Regla de los 5 Segundos te pone en Acción.
CINCO. Si fracasas contra otro, actúa con deportividad.
Cuando pierdas contra un adversario, o si alguien te gana una posición, o un partido, o te superan en un debate, o en cualquier otro asunto, lo mejor es que tengas un gesto de caballerosidad/ deportividad y alabes con sinceridad su buena actuación. Eso habla bien de tu espíritu de lucha y de tu calidad moral.
SEIS. Si tu derrota fue colectiva: No culpes a tus compañeros.
Si como miembro de un equipo te ha tocado que pierdan, o fallen entre todos, evita culpar a tus compañeros.
Toma en cuenta que una acción que podría ser muy arriesgada sería asumir toda la culpa, esta es un arma de doble filo, porque
POR UN LADO llamas la atención. Al asumir la responsabilidad te pones en el centro de la acción, esta es una forma de tomar el liderazgo en momentos críticos, lo cual está bien porque destacas, pero
POR EL OTRO LADO del filo de la navaja, te puede resultar mal. Te podría salir mal asumir la responsabilidad porque quizá provoques las represalias de los demás, o que te despidan, o que te hagan a un lado del equipo y ya no cuenten contigo, te podrías convertir en el chivo expiatorio.
SIETE. Para el siguiente intento/ocasión, olvida tu mala actuación.
Antes de volver a tratar de alcanzar tu meta, evita mencionar cualquier cosa de tus acciones pasadas.
Cuando vayas a enfrentar un nuevo proceso de selección, o vayas a iniciar un nuevo proyecto, u otro partido u otro debate, recuerda que da igual si vienes de un doloroso fracaso o de un Gran éxito;
si dejas que tu actuación anterior te permita hacer declaraciones de las que luego te pueda salir cola, mejor evita hablar y libérate de tus éxitos o de tus derrotas.
OCHO. Trata de verte y entenderte objetivamente.
Por último y creo lo más importante, al hablar de ti, y al tratar de justificarte después de fracasar:
No te tengas ni en mucho ni en poco, esto es:
Trata de verte objetivamente, conócete y pondérate en lo que eres.
Si las cosas no te van como esperas, o llevas varias derrotas al hilo, evita sentirte un genio incomprendido; no te creas alguien muy valioso e importante a quien todavía no descubre la NASA, o Google, o la Coca-Cola, pero,
tampoco te creas el peor de todos los fiascos, no te hundas sintiéndote un fracasado ni llores tus penas.
Ten dignidad, y colócate en un punto medio,
No digas que eres el gran triunfador, ni tampoco lo contrario (que eres un gran perdedor).
Uno solo debe tenerse en lo que es, debe saber esperar y buscar las oportunidades, y no dejar de seguir intentándolo.
«Uno de los cometidos más importantes de un mánager es eliminar de su gente las excusas debidas al fracaso».
-Robert Towsend