Grandes mentiras de un Influencer
En esta actualidad de medios digitales, de redes sociales, de páginas web, de plataformas de podcasting y por supuesto del Youtube, día a día estamos siendo testigos de la forma en que muchos usuarios y hasta llamados ‘Influencers’ hacen uso de su libertad para proyectar lo mejor y también lo peor de sí mismos.
Casi todos somos conscientes de que los medios digitales son una oportunidad que bien aprovechada puede impulsar a un usuario, antes desconocido, a convertirse en una visible celebridad solo con utilizar ingeniosamente su teléfono celular (móvil),
y a veces, en contadas ocasiones, solo un ingenioso tuit, un video ocurrente o chistoso, o una infografía bien trabajada pueden ser la chispa que detone el lanzamiento para proyectar su habilidad y su talento para ocupar un destacado posicionamiento.
En la mayoría de los casos, solo se alcanza notoriedad a base de trabajar y trabajar, también de contar con habilidades que se dominan en función de esfuerzo y más esfuerzo.
En otras ocasiones, cuando se carece de talento, de competencias, de capacidad de trabajo, o de conocimiento,
pero se cuenta con una idea poco original o generalmente utilizada por muchos competidores, se puede llegar a caer en la tentación de construir una marca personal de producto o de servicio hecha a base de conceptos prefabricados, unos escasamente originales, inventados o exagerados; este es lado oscuro de algunas supuestas figuras públicas e Influencers.
A continuación te voy mencionar algunas de las grandes mentiras de un Influencer, unas que utilizan estos personajes «supuestamente influyentes» para tratar de convencer a su audiencia de que ellos son unos triunfadores, a esto yo lo he llamado: Marketing tóxico.
8 Grandes mentiras de un Influencer
PRIMERA MENTIRA.
«Estoy haciendo lo que más me apasiona y soy muy feliz porque soy dueño de mi tiempo».
Con esta afirmación, el supuesto Influencer está dando explicaciones que nadie le está pidiendo, se está justificando públicamente.
«Explicación no pedida acusación manifiesta».
Si este personaje repita y enfatiza constantemente que eso que desarrolla como trabajo le hace feliz, está tratando de provocar que los demás le vean o le aprecien como él quisiera que lo admiraran;
así da a entender que le urge que le vean como alguien meritorio, o triunfador y digno de imitar.
Se tiene que entender que todo lo que se dice, se escribe o se muestra públicamente siempre será propenso a una dura crítica, con mucho más razón aquello que suena artificial.
“Lo que se ve no se juzga”.
SEGUNDA DE LAS MENTIRAS DE UN INFLUENCER
«Yo renuncié a un empleo muy importante por dedicarme a lo que más me apasiona, aunque no gane tanto dinero».
Este es un clásico. Para empezar, cualquiera que le escuche o le lea lógicamente le costará mucho trabajo entender ¿porqué dejó un empleo tan bien remunerado solo para empezar desde cero?
La muy probable realidad es que el susodicho quizá perdió el empleo,
lo cual no tiene nada de malo, pero el hecho de querer maquillar la realidad con la falacia de que es un apasionado del emprendimiento casi nadie lo creerá.
El que tiene un empleo muy bien remunerado no lo abandona, al contrario lo protege, y lo utiliza como palanca para generar los ingresos que necesitará en un futuro próximo como ‘Profesionista independiente’.
Un emprendedor nato utiliza el tiempo libre fuera de su trabajo asalariado para desarrollar su proyecto alterno de negocio, y en un momento determinado podrá dejar su empleo, o
si es tan apasionado del trabajo bien se puede desempeñar alternativamente en ambos. Y, aunque esto sea cierto, no le da pie para estarlo proclamando públicamente, porque es un fatuo argumento que solo demuestra en cierta medida su complejo de inferioridad.
Algunos Influencers, en un arranque de petulancia y también de ficción, llegan a decir que les han ofrecido varios empleos,
pero, no los han tomado porque prefieren dedicarse a «su pasión».
Y,
¿Cómo pretende el Influencer que entendamos en un país con altos índices de desempleo, que éste todavía se da el lujo de rechazar varias ofertas de empleo?
Pensar que otros se lo van a creer es infantil, y ofende las neuronas de quienes le pongan atención; estas son de las más típicas mentiras de un Influencer.
TERCERA MENTIRA
«Siempre me ha gustado mucho escribir y transmitir así todos mis conocimientos a los demás, tanto que desde que tengo mi blog he recibido varias ofertas de trabajo, y alguna muy tentadora, pero TODAS las he rechazado porque nada puede sustituir esto que me apasiona hacer».
¿Cómo es posible que le guste tanto escribir si tiene 3, 4 y hasta 6 meses sin publicar un solo artículo en su blog?
¡Y aún así le ofrecieron varios empleos!
Esto resulta muy difícil de entender, y lógicamente como argumento de mercadotecnia o de venta ante un cliente seguramente será muy complejo de aclarar; las mentiras de un influencer son difíciles de sostener.
CUARTA MENTIRA
«Me encanta conectar con mi público, y comunicarme con mucha gente, y dedico mucho tiempo a interactuar con mis seguidores».
En realidad, aquí al Influencer lo contactan poco o casi nada, y aún así no se toma la molestia de contestar menciones y comentarios,
ni siquiera tiene la educación de agradecer los pocos mensajes que le llegan a dejar en tus perfiles de redes sociales, o en su propia página web.
Algunos Influencers intentan comportarse como si fueran estrellas de Hollywood,
las cuales no se dan abasto para contestar los miles de comentarios e interacciones que tienen a diario, caso Lady Gaga, Katy Perry o Ariana Grande.
Para proyectar una buena imagen ‘educación ante todo’, seas o no influencer figura pública o personaje de Hollywood.
«Nuestros modales y educación hablan por nosotros».
QUINTA MENTIRA
«Soy un ‘bloguero-youtuber-podcaster-influencer independiente’ porque así No tengo un Jefe a quien reportarle.
A mí nadie me dice qué tengo que hacer ni me dicta mis objetivos, y si tú quieres lograr ser tan exitoso o alcanzar mi grado de libertad ¡deja tu empleo!. Dedícate como Yo a hacer lo que más te apasiona, desde donde quieras y sin un jefe».
Es bien cierto y en lo personal admito que reportar a un jefe, y a uno que especialmente es muy duro puede llegar a convertir un trabajo muy pesado. Y si, ¡Dan ganas de desaparecerse!.
Pero, el hecho de no percibir un salario fijo evitando tener un jefe, no implica que no tengamos que darle justificaciones a quienes hacen posible que generemos ingresos, a quienes en realidad nos compran productos o servicios.
Los clientes que uno tiene son como si fueran nuestros jefes,
y usualmente son más críticos, duros y exigentes con nuestra marca,
porque en muchos casos se guardan lo que no les ha gustado,
o se callan lo que les ha molestado de nuestra empresa;
éstos clientes simplemente actúan con frialdad, sin piedad, y sin decirnos porqué o cómo nos dejan de consumir.
El que pregona por allí que eso que desarrolla como actividad le evita reportar a un Jefe, refleja que todavía no acaba de entender que quienes le lean o le escuchen no le van a querer consumir,
porque hablar así no proyecta ni genera confianza, por muy bueno que sea el producto o el servicio que proponga.
Para tener cierto grado de influencia es necesario primero ganarse la confianza de los futuros jefes o potenciales clientes, y eso NO se logra vendiendo humo.
SEXTA DE LAS MENTIRAS DE UN INFLUENCER
«Me apasiona muchísimo hacer esto, incluso cuando estoy al inicio de mis vacaciones me empiezo a sentir nervioso porque ya me urge regresar a la oficina, o a mi lugar de trabajo para continuar con mis responsabilidades».
Este es otro argumento forzado en el que el Influencer quiere proyectar una imagen idílica de workaholic, o de adicto al trabajo.
Yo prefiero relacionar esta palabrita de «Pasión» más bien con un Fin de semana en pareja en una playa paradisíaca, más que ligarla con desarrollar un trabajo pesado.
Estoy de acuerdo que a muchos les gusta su trabajo, eso es aplaudible y envidiable, pero eso más bien se debe reflejar con los hechos, con el trabajo demostrable,
No aporta ningún valor el hecho de estarse sobre-exponiéndo en redes sociales, diciendo y comentando lo que tanto le apasiona cuando en realidad no puede demostrar con los hechos el enorme trabajo producto de esa “Gran Pasión”.
En cuando escucho a un Influencer exponer su enorme entusiasmo por su destacado trabajo, lo primero que hago es entrar en su página web a comprobar las dimensiones de su apasionamiento:
Y, en muchos casos descubro que tiene escaso contenido,
o que no le pone fechas de realización a su último trabajo,
quizá porque lo realizó hace más de seis meses,
y pone como pretexto que tiene que atender a una ingente cantidad de clientes. lo cual le evita retomar su trabajo público.
Es innecesario, inútil y hasta contraproducente estar informando a la gente acerca de nuestras grandes pasiones, esto más bien se tiene que notar y demostrar por sí mismo.
SÉPTIMA MENTIRA
«Los Influencers que ejercen una mercadotecnia tóxica hablan de los valores que los destacan y de las virtudes de su marca».
Muchos influencers de los medios 2.0 se auto-definen como ‘responsables’, como ‘íntegros’, como ‘honestos’, como ‘constantes’, como ‘los mejores’, o pregonan que su producto o su técnica es una ‘garantía de éxito’, en fin, utilizan valores y principios para auto-calificarse (auto-crítica)
15 Recomendaciones para hacer Auto-crítica frente a otros
Pero, el hecho de que hablen bien de sí mismos no significa que los demás vayamos a tomar por válido eso que pretenden proyectar.
No sirve para nada que uno mismo hable bien de su propio desempeño, o de su marca, de su producto o de su servicio, o de su compañía.
Lo que otros digan de uno siempre tendrá muchísimo más peso que lo que podamos decir de nosotros mismos, porque esos comentarios positivos provenientes de los demás nos están validando, y por ende también a nuestra compañía.
Los comentarios positivos de los demás nos preceden y casi funcionan como cartas de recomendación.
“Que te compre quien no te conoce”.
OCTAVA MENTIRA
«Yo gano (genero) mucho dinero, más del que me esperaba, incluso lo voy a publicar para que todos lo puedan ver (y creer)».
Más allá de que esto suene a estar presumiendo, pues tiene toda la facha de ser mentira, y da pena ajena.
El que verdaderamente gane mucho dinero, en principio debería callárselo, por profesionalismo, Yo lo haría, por la mala imagen que proyectaría.
Ya sean verdad o mentira,
el hecho de pregonar altos ingresos personales especificando cantidad mensual o extraordinaria, es de mal gusto, y no debería publicarse:
Porque aunque eso a alguno en lo particular le llene de satisfacción el ego, da a entender que el dinero es su prioridad, más que agregar valor, y el hecho de que los demás lo sepan tiene una mayor importancia para él, porque
A) quiere reafirmar su personalidad a partir de mejorar la opinión que los otros tienen de él o de ella y,
B) demuestra que está desesperado por que compren su marca, y piensa que publicando unos supuestos números demostrará que si ha sido capaz de alcanzar el objetivo que otros también están deseando.
Y aclaro que estos no son mis conceptos originales, no solo lo digo Yo:
Si por azares del destino esos Influencers llegaran a ser leídos o escuchados por Mark Cuban, el magnate de los negocios y productor del programa de emprendedores Shark Tank,
les diría que esa cantidad es ridícula,
que mejor cierren la boca
y en su lugar mejor demuestren lo que presumen con los hechos, con las acciones que han producido resultados, más allá de las cantidades financieras.
Las Claves del Éxito de Mark Cuban
En el programa de Shark Tank, los aspirantes a empresarios, que buscan el financiamiento de los otros empresarios ya consolidados, en ningún momento hablan de números, al menos no frente a la cámara,
explican eso sí ampliamente su proyecto, y tienen que vender la idea de que sirve.
No alardean de sus números pasados, esto más bien les perjudicaría.
Al final sí que se informa en algunos casos el monto de la inversión, pero en ningún momento los candidatos se jactan de haber ingresado tal o cual cantidad; se limitan a tratar de demostrar lo que su idea puede llegar a lograr si son favorecidos con el debido empujón de salida (inversión inicial).
Muchos tienen una elevadísima opinión de sí mismos,
Tener seguridad en las fortalezas con las que uno cuenta, así como en sus propias capacidad de autogestión y en sus conocimientos y experiencias es una gran ventaja, porque uno sabe qué hacer y cómo hacerlo para tratar de lograr sus metas, siempre que se guarde prudencia al respecto.
Jamás he visto a Leonel Messi, a Rafael Nadal o a Michael Jordan jactándose públicamente de sus grandes talentos, ni sentando cátedra de cómo ser exitosos, ni presumiendo sus ingresos; ninguno se ha declarado como un apasionado si jefes. Yo solo veo el resultado de su trabajo, sus logros hablan por sí mismos.
Es posible que tú te tengas en una alta estima,
y que el dominio de tu oficio, o de tu trabajo te proporcione grandes satisfacciones, pero, antes de pregonarlo públicamente, antes de prender tu cámara e informalo a todos tus seguidores en una historia durante un Live en Instagram, primero pregúntate:
¿Cuáles son mis méritos extraordinarios?
¿Para qué voy a transmitir este mensaje informando mis cualidades y mis éxitos?
¿A quién va a servirle esto?
Si quieres influir con credibilidad, empieza por no presumir, por no fanfarronear, por no vender humo.
¿Presumir Ayuda o Perjudica a tu Marca Personal?
Pretender una vida idílica, o generar unos jugosos ingresos incluso en bitcoins, claro que puede impresionar a más de alguno, pero es una forma segura de abaratar tu marca.
¿Tú quieres ser feliz o quieres que los demás te perciban como feliz? -Gary V.
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Fotógrafo de «Mentiras de un Influencer»: Jason Wagner