10 Premisas para una Transición Profesional
¿Alguna vez renunciaste a un empleo para irte a otro, o lo dejaste para iniciar tu propio negocio?
Toda transición profesional, como cambiar de trabajo, pasar desde un empleo hacia un negocio como emprendedor son (por la causas que sean) etapas donde se experimentan muchas e intensas emociones.
A pesar de que tengamos una buena idea de hacia dónde vamos o llegaremos siempre sentiremos nervios y algo de tensión, lo desconocido desconcierta y nos provoca sensaciones que pueden afectar nuestras acciones y actitudes.
En en mi pasado laboral, he tenido que renunciar a un par de empleos:
En la primera ocasión lo hice para irme a otra empresa, y en la segunda presenté mi renuncia para incursionar como emprendedor, para iniciar un negocio por mi cuenta, uno que no resultó como lo esperaba, pero que me marcó lo suficiente como para poder afirmar que:
La intensidad de las emociones que se viven durante una transición profesional es normal en casi todos los casos, esto se debe a que nuestra naturaleza no nos dota con sabiduría ni con habilidades innatas de respuesta ante situaciones de incertidumbre.
Casi nadie está habituado a gestionar una fuerte transición de ambiente de trabajo,
exceptuando lógicamente a aquellos quienes están acostumbrados a cambiar constantemente de empleo, o a brincar de un negocio a otro.
Yo conozco a algunos de estos audaces profesionales,
y los admiro por saber controlar o auto gestionar este tipo de sensaciones; siempre me han parecido como bien entrenados para convivir con la adrenalina que surge en esos tránsitos, mis respetos para todos ellos.
En la naturaleza humana está implícito el sentir fuertes emociones cuando se hacen grandes cambios en la vida,
como cuando alguien se divorcia, y también cuando luego se quiere volver a casar, allí ya hay dos emociones importantes, o cuando dejas definitivamente atrás tu país para irte a vivir a otro, como en mi caso.
Dejar atrás un empleo, por las causas que sean,
siempre deja una sensación de cierto malestar o incomodidad, aunque tú hayas renunciado, porque estás como dejando atrás una parte importante de tu vida, y puedes sentir una especie de pérdida al comenzar otra etapa que es incierta.
Ya sea que cambies de trabajo o te inicies como emprendedor, lo cual en algunos casos se podría tomar como una reinvención profesional, a continuación te compartiré:
10 Premisas para gestionar una ‘Transición profesional’
UNO. En un nuevo ambiente de trabajo evita seguir vistiendo con la camiseta de tu anterior compañía,
esto es, desconéctate de tu anterior patrón, deja de pensar y reaccionar como si siguieses en tu pasado puesto.
Aunque seguramente tienes gran experiencia en otros ambientes de trabajo, evita expresarte defendiendo los anteriores valores empresariales que pregonabas.
Deja de seguir mencionando las otras reglas que regían tus actuaciones, a pesar de provenir de una empresa con una fuerte cultura empresarial.
Desconéctate de tu empleo anterior, no pongas como ejemplo a nada ni a nadie de entonces:
-Es que en Microsoft no hacíamos esto- o
-En mi compañía anterior trabajábamos de tal forma,
Esto es como decirle a tu mujer que tu ex novia o tu madre cocinaban mejor.
DOS. No adoptes el rol de «estrellita» recién llegada
Evita sentirte el crack que viene a poner orden, o alguien a quien tengan que darle mucho peso.
¿Qué es o qué se espera de un Crack?
Ten cuidado con tu ego,
porque aunque tus opiniones o aportaciones sean importantes, puede que todavía no comprendas bien el funcionamiento de tu actual área ni la forma en que tu nuevo líder asimila tu mentalidad.
No solo consideres ésto cuando recién llegues a tu nueva posición.
En todo momento debes tener en cuenta que siempre se esperará mucho de ti,
y mientras más funciones y responsabilidades tengas, mientras mayor sueldo percibas, mayor será la exigencia sobre tus resultados; y tendrás que responder proporcionalmente en función de estos factores.
Así que trata de ser humilde y no pretendas ser el sabelotodo porque eso te repercutirá negativamente.
TRES. No des muchas y continuas explicaciones de tu anterior puesto.
Es posible que dejaras tu anterior trabajo por haber renunciado, o por causa de un despido, que pudo haber tenido su origen en diversas causas:
por recorte de personal, por algún conflicto interno entre grupos de intereses ajenos a tu injerencia, por bancarrota de la empresa, o porque simplemente no encajabas en el esquema y te liquidaron.
Durante tu transición, en ninguno de estos casos evitarás el sentir emociones fuertes.
Algunas ventajas en tu transición profesional
La ventaja de que se haya cerrado o dado de baja tu anterior compañía es que puedes decir que no ha sido por tu culpa, pero cuando te han despedido (por lo que haya sido) eso podría llegar a afectar tu autoestima, aunque las causas no sean atribuibles a tu desempeño.
Seguro que cuando llegues a un nuevo empleo, o gestiones tu propia empresa frente a tus nuevos clientes te podrán cuestionar tu pasado,
pero invariablemente trata de responder con la verdad,
y no profundices, no des explicaciones a fondo ni te justifiques con todos, que ya estando en otro ambiente lo menos relevante es tu pasado, pero no olvides tu experiencia, mejor utilízala a tu favor, evita la auto-crítica. Habla menos y actúa más, y sigue leyendo la siguiente premisa.
15 Recomendaciones para hacer Auto-crítica frente a otros
CUATRO. Aprende a contar tu historia.
Por supuesto que todas las etapas de cambios y transiciones que una persona atraviesa son interesantes para ser contadas, y seguramente te preguntarán:
¿Cómo llegaste hasta aquí?
¿Por qué estuviste tanto tiempo sin empleo?
¿Te aventuraste en este negocio porque no te gusta tener un jefe? o
¿Porqué no te quedaste allá? Esta es una pregunta que se puede hasta mal interpretar, porque más bien parece que te han sugerido que te regreses de donde venías.
Debes tener la capacidad de contar tu historia
Siendo fiel a la verdad, cuenta tu historia de transición profesional de la forma que quieras que los demás la entiendan.
Y, aunque no te guste mucho que te pregunten acerca de tu pasado y transición profesional, en algún momento tendrás que responder.
Con un poco de práctica todos podemos contar nuestras anécdotas e historias personales de tal forma que atraigan el interés más que sonar a justificaciones.
Cómo destacar contando Tu Historia
Tu historia profesional debe ser justo la más fácil de contar en vista de que la conoces en primera persona.
Estudia tu historia para que tenga sentido,
porque si te molesta algo de tu pasado, o quieres censurar una parte que te parece irrelevante, entonces ponte analizarla bien y cuéntatela apropiadamente, haciendo a un lado tus emociones, tanto las positivas como las negativas.
Debes ser capaz de transmitir la historia que quieres contar con seguridad, con la máxima objetividad, y con consistencia, esto es sin cambiarla a cada rato y en cada ocasión.
Ten objetividad con tu historia de transición profesional
En todo caso debes ser capaz de adaptar objetivamente tu propia historia para la persona específica a quién se la contarás, como por ejemplo a un reclutador, o para un potencial socio o incluso para un posible cliente, esa historia se debe ajustar a las exigencias de cada interlocutor.
Debes conocer qué antecedentes puedes compartir y hasta dónde les servirán a cada quien.
Considera bien que una historia personal no vale para todos, ya que decir cosas de más o soltar información que no viene al caso para algunos puede ser perjudicial para tu marca personal.
Las Historias que cautivan venden marca
CINCO. No disminuyas la intensidad de tus esfuerzos
A pesar de que llegues a un lugar donde no estén acostumbrados a tu capacidad de gestionar grandes cargas de trabajo, no pretendas que todos vayan adoptar tu estilo, ni tus superiores ni tus subordinados, tú solo pon el ejemplo:
Mantén el mismo nivel de trabajo con el que ya demostrabas resultados.
No vale con que demuestres un gran esfuerzo casi quedándote a dormir en la oficina si no alcanzas tus objetivos.
Lo contrario sería todavía mejor:
Si no estabas acostumbrado a una trepidante intensidad de trabajo, ya que más bien llevabas las cosas relajadamente y ahora tienes que imprimir una o dos marchas más, hazlo sin quejarte, eso te ayudará a desoxidarte y superarte para estar al nivel.
Evita ver ese sobre-esfuerzo como una carga más o como un fastidio.
Aprender a trabajar bajo mucha presión es un estilo de vida que sin llegar a extremos te puede dar aprendizaje y satisfacciones.
Tienes que aprender a gestionar las presiones y a cumplir con tus nuevas funciones.
SEIS. Aprende a adaptarte a las cosas que no puedes controlar
En tu transición profesional ajústate a esos cambios que te cuesta trabajo digerir como parte de la dieta diaria de trabajo.
Si vienes de un empleo en el que tenías muchas responsabilidades y pasas a otro sin tantas,
como si antes te reportaban 5 gerentes y tenías bajo tu mando a 45 personas, y ahora solo tienes a 2 subordinados, o trabajas solo por tu cuenta, debes soportar y aceptar ese cambio de nivel y hasta de identidad.
Quizás antes te sentías el líder que empujaba a un grupo importante y ahora estás lejos de ese podio.
El hecho de que ya nadie te considere para ninguna de sus decisiones es una experiencia que impresiona y puede desmotivarte, pero la clave para superarlo reside en asumir ese nuevo rol con madurez, con aceptación, viendo el lado positivo.
Si tu anterior puesto te provocaba ‘sentimientos de superioridad’,
si no sabías ubicarte como individuo y profesional, si te considerabas un «ente divino» por el solo hecho de estar al mando, lo más normal será que te decepciones o sientas un bajón en tu ánimo al verte privado de todo ese poder, por eso dicen que no es tan difícil llegar hasta arriba como tener que bajarse del pedestal.
Por otro lado, si eres inteligente,
y te encuentras en una nueva posición con mucho menor cantidad de responsabilidades, quizá esto te venga mucho mejor para desarrollar bien tu trabajo, porque valorarás tu tranquilidad, a pesar de no ganar tanto o de no ser considerado como una figura dentro de la organización, esto habla bien de tu profesionalismo y de tu inteligencia emocional.
Trata de apartar tu Ego de todo lo que hagas.
SIETE. Entiende que no todo será como esperas
Por muy bien que estés preparado para adaptarte a los cambios, incluso para reinventarte, seguramente tendrás expectativas conscientes e inconscientes sobre las variantes que te esperan y vas a enfrentar.
Las cosas no van a ser exactamente como te imaginas, ni se te presentarán los mismos problemas de antaño.
Aunque la realidad nunca será como pensabas, no te hagas ilusiones tontas, mejor trata de ver el lado positivo de las cosas, trata de decirte a ti mismo:
-Esto es más fácil de lo que me esperaba
-¿Cómo puedo contribuir a mejorar las cosas aquí?
-¿Cuál será la curva de aprendizaje que tengo que vencer?
-Aquí ¿cómo puedo aprovechar mis habilidades?”
Tómalo como una oportunidad de reinventarte, de ser una nueva versión de ti mismo, por supuesto una mejorada.
Aprovecha que esa nueva gente no conoce algunas cosas tuyas,
no digo que escondas cosas malas, pero todos tenemos defectos, por ejemplo: Quizá algunos te estigmatizaban como procrastinador, o poco productivo;
Toma esto como una oportunidad para cambiar algunas de tus actitudes, ¡y que no vuelvan a suceder!,
aprovecha las nuevas ventajas y flexibilidades que se te presentan en tu transición profesional, seguro que las tendrás, y si allí puedes aplicar tu experiencia pues podrías destacar y hasta liderar.
OCHO. Toma esa nueva experiencia como un aprendizaje
Cuando uno realiza cosas nuevas aprende en el proceso, y eso es una forma de reinventarse, de crecer, de mejorarse.
El proceso de transición profesional requiere desarrollar nuevas cosas que a su vez provocan nuevas habilidades, por lo tanto explora.
Lo que es predecible es aburrido, velo como un reto.
NUEVE. No esperes ajustarte inmediatamente a la nueva situación
Ni los mejores jugadores de fútbol, ni los de cualquier deporte de conjunto se adaptan inmediatamente al sistema de su nuevo equipo.
Toda transición profesional lleva un proceso y una curva de aprendizaje, esto tenlo en cuenta, a pesar de que te sientas con grandes capacidades para lo que se te viene, no es malo que tengas confianza en ti mismo, lo malo es el exceso de confianza.
Ve las cosas con interés, más que tratar de que los demás te vean como alguien que no se equivoca o que les hace el favor de estar allí.
DIEZ. Mantente en contacto con la gente que dejas atrás y conserva tus círculos externos
Todo cambio conlleva ciertas dificultades, y a veces son tan complicadas que necesitamos que alguien nos escuche, lo cual nos tranquiliza; los consejos que recibimos nos pueden liberar de nuestra carga emocional.
Quienes siempre han estado fuera de tu ámbito de trabajo te conocen tal como eres, como tus amigos o tus familiares, y en algunos casos hasta tu grupo mastermind te puede servir de gran apoyo.
Encuentra un Grupo Mastermind para impulsar tus ideas
Mas que por tu especialidad profesional, todas estas personas ya te aceptan tal como eres, estos círculos externos a tu ámbito profesional te mantienen en tu línea personal de actuación, te ponen los pies en la tierra, estos allegados te escuchan cuando más lo necesitas, y mantienen tu cohesión interna mientras transitas por momentos de incertidumbre.
Está bien que te sientas cercano y afiliado a estos grupos sociales, porque cuando te sientas muy mal no te permitirán dejarte caer, ni tampoco aceptarán que el Ego se te suba a la cabeza sintiéndote la superestrella de los ‘Influencers’.
Procura mantenerte en contacto con la gente que dejas atrás, no tires sus teléfonos ni sus datos, y si los tienes que tener como ‘friends‘ en Facebook ¡Pues que así sea!.
“Si la transición no es dolorosa, entonces no estás progresando”. -Anónimo