Uno es el Grupo al que pertenece
El escritor y conductor de televisión Fred Rogers dijo en alguna ocasión:
“Las conexiones que hacemos en el curso de la vida ‘puede que sean el cielo»,
y Yo agregaría:
«O el infierno en su caso» ¿No?
Si que es importante saber seleccionar esa gente con la que estableceremos relaciones permanentes en la vida, porque esos amigos, colegas, colaboradores o contactos con los que de una u otra forma tendremos una relación personal o profesional, en gran medida definirán quiénes somos.
Jim Rohn decía que:
«Uno es el promedio de las 5 personas con las que más tiempo convive».
Hoy esta frase cobra un sentido más relevante porque existen las redes sociales en Internet, esas que cruzan fronteras y le dan la vuelta al mundo en mili-segundos y nos permiten conectar e interactuar con muchas personas a la vez.
Lo de las 5 personas con las que más convive uno lo puedo entender como factor para definir a una persona,
pero Yo no sé hasta qué punto alguien se puede definir como el promedio de sus 7,560 amistades en Facebook.
No sé hasta qué punto -una persona con tantos amigos- logre establecer un intercambio de ideas o se pueda identificar con alguno de los valores con cada uno de esos amigos.
Claro que cada uno de esos 7,560 amigos y amigas no definen al individuo ni en la fracción que les corresponde,
él más bien se define a sí mismo por el hecho de haber sido aceptado por todos y cada uno, algo le habrán encontrado o visto interesante para otorgarle su amistad oficial.
La Gregariedad y el Grupo al que pertenece
Todos como seres humanos aspiramos a la gregariedad, a pertenecer a grupos y colectivos con los que nos identificamos y en los que nos sentimos seguros de estar.
Queremos estar en un grupo porque entendemos que dentro de éste podemos ser libres de expresarnos de acuerdo a los valores que abrigamos en conjunto, unos que en ocasiones -como es natural- pueden chocar, porque ninguno piensa exactamente que el otro,
por mucho que compartan el mismo apellido, o el mismo título profesional, o la misma afición por tal equipo de fútbol, o pertenezcan al mismo Grupo Mastermind, o la misma sociedad de profesionales.
¿Qué es un Grupo Mastermind y quiénes pueden participar?
Más calidad y menos cantidad del Grupo al que se pertenece
A pesar de las crisis globales que nos toca vivir a cada uno en su forma particular, en donde pudiera parece que para vencer el aislamiento lo que uno busca es asociarse en grupos y redes de contactos cada vez más grandes,
estoy notando una tendencia entre algunos personajes a tener menos amigos pero estableciendo con éstos unas relaciones más profundas.
Es como decir más vale calidad que cantidad.
Menos amigos pero de mejor calidad.
En la medida en que nos vayamos agregando o nos agreguen a grupos de Whatsapp, de Facebook, de Telegram y hasta de Twitter, mientra sigamos vinculados a redes sociales de diversos temas,
todos y cada uno de estos colectivos definirán en su forma y a su vez quienes somos y cuáles son nuestros valores.
A veces la pertenencia a determinado grupo puede que señale injustamente tus verdaderos motivos e intenciones ulteriores, por ejemplo:
No tiene nada de malo que pertenezcas a un grupo de alcohólicos anónimos, porque al menos para mí,
eso no indica tanto que tengas problemas con el vino sino que tienes el interés de juntarte con personas que también están dispuestas a vencer esa enfermedad,
y todos admiten que en la medida que se ayuden los unos a los otros podrán vencerla con más facilidad.
El sentido de pertenencia a un Grupo
Si seguido convives con un grupo de colegas disfuncionales,
aunque sean de tu propio equipo de trabajo, es muy probable que si no te has percatado ya, tú también cuentes con algún tipo de disfuncionalidad que no has sabido canalizar,
y quizá por eso te aceptan en el grupo, porque se identifican contigo. Es difícil de explicar que en determinado grupo todos son tóxicos y tú eres el único que se salva.
Por otro lado, si alguien ha creado un grupo de conversación en Hangouts para practicar el idioma francés,
eso no define ni las bondades ni los defectos de sus participantes, únicamente determina que comparten el interés común de mejorar su francés; allí en ese grupo habrá de todo, de todas las edades y diversas ideologías.
Si tienes más de 40 años y sigues conservando amistades grupales de cuando todos estaban en la secundaria,
es casi seguro que se sigan identificando con los valores que abrigaban cuando eran adolescentes.
Pero también es muy probable que algunos hayan adoptado nuevos valores que el resto ya no comparte, y si ya no estás de acuerdo en muchos de los principios de algunos, es probable que esto te desmarque del resto, porque ya no abrigas ese sentimiento de pertenencia,
algunos seguramente habrán madurado más que otros,
y uno o dos seguirán sosteniendo los mismos argumentos de la adolescencia, aunque tú los juzgues obsoletos, o paradógicamente ellos a ti te consideren anticuado, esto es curioso pero cierto.
Conforme evolucionamos en nuestra forma de pensar,
cuando sentimos que vamos dejando atrás actitudes que ahora incluso despreciamos, empezamos a buscar nuestra pertenencia a nuevos grupos, a esos que tengan nuestros mismos intereses,
y lo hacemos así porque buscamos una convivencia armónica, donde podamos ser escuchados y también donde podamos aprender de los demás.
El grupo al que se pertenece es importante para definir en gran medida quiénes somos.
Hoy al parecer, es mucho más fácil entablar relaciones de afinidad con otras personas que como lo hacíamos hace 20 ó 30 años.
Antes del internet y las redes sociales, uno solo se limitaba a encontrar gente afín dentro de la familia, o en el vecindario, o en la empresa donde trabajaba,
los que eran más progresistas pertenecían a un Colegio de Profesionales, o participaban en el Grupo de Rotarios o de Industriales, o en un Club Deportivo.
Pero allí no era tan fácil cribar a las personas, seleccionarlas, y no quiero decir que la mayoría fueran malas y por eso las descartábamos, lo que quiero decir es que no era tan fácil encontrar a las personas indicadas que contaran con nuestras mismas afinidades y aficiones.
Hoy, a un solo golpe de Hashtag puedo buscar y encontrar personas con mis mismos intereses en Twitter,
y en Linkedin solo hay que publicar un artículo para que la gente interesada en el tema conecte o se ponga en contacto con uno.
Hoy los blogs son las nuevas plataformas de convivencia,
también los canales de Youtube, los programas en formato podcast, estos son los sitios de encuentro donde uno busca aterrizar en el lugar exacto donde queremos ser escuchados y también aprender,
esto es muy bueno, pero también peligroso,
porque tenemos que saber seleccionar a las personas adecuadas, y nos podemos equivocar,
como también nos equivocamos al seleccionar a los que creíamos nuestros amigos de toda la vida,
estas son consecuencias de las evoluciones dispares y de la normal convivencia.
El grupo al que se pertenece o los colectivos a los que nos afiliamos definen una parte de nuestra persona y de nuestra personalidad, estos grupos identifican nuestros valores, como por ejemplo pertenecer a un Club de ciclismo.
La idea de pertenecer a un club de ciclismo generalmente está vinculada a toda una serie de actividades que definen un estilo de vida:
Como la disciplina, la organización deportiva, la adecuada alimentación, las estrategias de equipo, la solidaridad, el crecimiento mutuo y por supuesto la buena salud.
La idea de pertenecer a un grupo mastermind generalmente está asociada al hecho de contar con ciertos valores comunes:
Como la colaboración, el apoyo mutuo, la regularidad de participación, la consistencia, la solidaridad, el ánimo colectivo de impulsase unos a otros para alcanzar sus metas.
¿Tú a qué grupos perteneces?
Y, al decirle a los demás que perteneces a tal o cual grupo o asociación:
¿Crees que proyectas esos valores colectivos, o solo estás en determinados grupos por pose, para que digan lo que tú quieres que digan de ti?
-Dime con quién te juntas y te diré quién eres. -Vox Populi