Micro Hábitos para Mejorar la Productividad
Todas las actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana, tanto buenas como malas, si las hacemos con consistencia y regularidad pueden considerarse como hábitos.
Los hábitos, como ya sabemos, son esas acciones que realizamos repetitiva, consciente o inconscientemente, las cuales pueden conducirnos tanto a alcanzar metas como a lograr objetivos, como quien dice a triunfar, o en caso de inconsistencia e indisciplina a fracasar.
En principio, el establecimiento de UN NUEVO HÁBITO dentro de nuestra diaria rutina parece que no es algo difícil de lograr, basta con escoger el hábito que se quiere implantar para fijarlo como meta, ejemplos:
A) Voy a leer 15 libros al año, o
b) Me voy a ejercitar una hora en el gimnasio durante seis meses continuos.
Lo anterior se dice fácil, pero el problema viene después del establecimiento de la idea, justo con la implementación del hábito, esto es, lo que se complica es llevar la idea a la acción, y cumplir con estricta disciplina durante un tiempo mínimo necesario hasta poder considerarlo como un hábito.
¿Y cuánto tiempo debemos sostener una rutina, o repetir constantemente una actividad para considerarla como un hábito en toda regla?
El Cirujano estadounidense Maxwell Maltz contestó a esta pregunta publicando el libro titulado “Psycho Cybernetics”, donde a principios de los sesentas estableció que se requieren 21 días de actividad y rutina constante para crear un nuevo hábito.
Maltz, como cirujano plástico, observó que a sus pacientes les tomaba 21 días superar falsas sensaciones acerca de su estado físico, específicamente en sujetos que habían sufrido una amputación.
De esto se infiere que si después de 21 días continuamos disciplinadamente con el ejercicio de una rutina constante, un deporte, una actividad intelectual, el estudio de un tema, una práctica profesional o una rutina diaria se puede decir que tenemos un hábito consolidado.
Aristóteles decía que: «Somos lo que hacemos repetidamente».
Y a su vez, también somos lo que no hacemos o lo que dejamos de implementar, lo que abandonamos, las decisiones que descartamos, las actividades que rechazamos, los miedos que no vencimos, por las causas que sean.
Es muy fácil para muchos ponerse a recomendar a los amigos, un tanto a la ligera, que por ejemplo se lean 10 páginas diarias, y así sin pensarlo mucho en un mes habrán sumado unas 300 páginas, y en un ‘pis-pas anual’ se podrían consumir 3,600 páginas, esto es el equivalente a unos 12 libros al año.
Pero, el problema es que no es tan sencillo leerse 10 páginas al día, y menos con regularidad.
En mi caso, me resulta muy difícil encontrar el hueco, el espacio físico, el tiempo de paz indispensable y también el humor para barrerme 10 páginas casi como si fueran mi dosis de pastillas diarias para la presión.
A veces por más que uno quiera establecer casi por la fuerza el momento para leerse esas 10 páginas diarias, el destino se encarga de aplazar esa lectura, por lo que sea.
Incluso, después de los 21 días que estableció el Doctor Maltz, puedo estar en “el día 35 sin parar” que por una un otra causa fortuita rompí la disciplina, el hábito se terminó, ya no es tal, adiós constancia.
Por todo esto quiero proponerte lo siguiente:
Que más que establecer un hábito establezcas un micro-hábito.
¿Y por qué?
Porque los micro-hábitos son más fáciles de realizar y también más sencillos de consolidarse con el paso del tiempo.
Los micro-hábitos tienen unas peculiaridades que facilitan el establecimiento e implementación del hábito mayor.
Yo aquí te propongo 10 micro-hábitos
Pero te aclaro que estos son mis hábitos, no necesariamente los tienes que realizar tú, porque las características que tienen que cumplir los micro-hábitos son las siguientes:
Características de los micro-hábitos
A) Tiene que ser una cosa que a ti te guste o que te importe mucho.
Si, porque si yo te sugiero algo a lo que Yo le doy un gran peso y eso a ti no te gusta, pues no te interesará, ni lo intentarás.
Solo puedes crear los micro-hábitos que a ti te satisfagan, unos que te llenen de satisfacción.
B) Tiene que ser algo que puedas hacer en menos de un minuto, por eso le llaman MICRO.
Por supuesto que hay hábitos que pueden durar 15, 20 ó más de 60 minutos, pero para que cumpla la condición de micro-hábito no debe superar los 60 segundos.
C) Tienes que poder registrarlo con facilidad, por ejemplo ir poniendo una palomita, una flecha o una letra en algún cuaderno o libreta, indicando que ya cumpliste con cada micro hábito.
Debes registrar su avance cada día, porque si no lo haces te dará vergüenza contigo mism@, por eso duran tan poquito, porque no tienes pretextos ni justificaciones para no poder registrar sus avances.
Entonces, aquí te propongo mis 11 micro hábitos, y
como ya lo dije, tú tienes que crear tus propios micro hábitos en función de tus gustos, de tus necesidades, tus valores, tu visión, tus expectativas, tus proyectos, tus ganas de crecer, etcétera.
1. Sube 3 pisos por las escaleras.
Este micro hábito se lo escuché al periodista británico Michael Mosley quien propone en su podcast JUST ONE THING que
«Subir 3 pisos a diario (por las escaleras) es el mínimo ejercicio indispensable para cualquier persona que quiera mejorar a nivel cardiovascular».
2. Cuando comas acompañado apaga tu teléfono celular.
Este micró-hábito de apagar tu teléfono te llevará menos de diez segundos, y hazlo por educación, para ponerle atención a la persona que te comparte su tiempo y su conversación.
3. En menos de un minuto checo los principales índices bursátiles de los mercados que más me interesan.
En un minuto puedo revisar cómo están las paridades del Euro y el Peso Mexicano, mis principales monedas.
Aunque no tengo inversiones en metales, me gusta estar al tanto de los precios del oro y la plata. También reviso la cotización de los bitcoins.
4. Hacer preguntas empáticas a tu pareja, a tu superior, a tu compañero de al lado, tales como:
¿Qué tal estuvo tu día? o
¿Cómo te fue con equis asunto?
Este tipo de preguntas demuestran que tú te interesas por los demás, y que no eres indiferente ante su éxito ni ante su fracaso.
5. No hablar mal de nadie
Los alcohólicos anónimos en lugar de proponerse “Este año no voy a tomar”, más bien se alinean con un objetivo más fácil de alcanzar y de asimilar, y dicen:
“Solo por hoy”, “Solo por hoy no tomaré”.
Pues aquí tenemos algo parecido, solo por hoy no hablaré mal de nadie, aunque los demás lo hagan, aunque yo esté de acuerdo con los argumentos.
Quedarse callado en medio de un panorama de crítica destructiva es un micro-hábito que deja grandes progresos en cuanto a imagen y marca personal.
6. Escribe una idea acerca de un nuevo proyecto, un trabajo interesante, o de una fuente de ingresos alterna
Escribe un prospecto de negocio, aunque la enorme mayoría no se lleven a cabo.
El hecho de escribir tus ideas y proyectos, a pesar de que algunos suenen descabellados, siempre es una gran fuente de motivación.
Eso sí, guarda esos proyectos solo para ti, no los compartas con nadie.
7. Por la noche, antes de dormir, programa y pon por escrito las principales actividades que vas a realizar al día siguiente
Un minuto de programación te evitará empezar el día con dudas, así no tendrás que consumir tu valioso tiempo analizando prioridades, ni tomando decisiones por la mañana, dado que ya las meditaste y decidiste desde la noche anterior.
8. Tomar al menos un alimento con antioxidantes diario
Los antioxidantes son las moléculas capaces de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas del cuerpo.
Una de las ventajas de consumir antioxidantes con regularidad es que le ayudan al cuerpo a prevenir la proliferación de varias enfermedades, entre estas el cáncer.
Yo a diario trato de tomar alguna fruta o verdura de color rojo, que son los más ricas en antioxidantes. Puede ser una copa de vino con la comida, tomate en cualquier versión, jugo de arándanos, fresas o cerezas.
9. Lee la página de un libro, un artículo corto o barre todos encabezados de determinada sección del periódico, o del newsletter que más te interese.
Puede ser en la sección de economía, finanzas, negocios o cultural de algún periódico, blog o revista digital.
10. Apuntar una idea para el tema de este podcast de emprendimiento
Aunque un minuto es insuficiente tiempo para meditar una buena idea para el desarrollo de una emisión de este podcast, el cual va acompañado de su respectiva entrada en el blog, tengo que apuntarla en menos de un minuto.
Lógicamente descarto la mayoría de las ideas, pero siempre puedo rescatar alguna para cumplir con mi compromiso.
11. Diario dedico un minuto a clasificar algún archivo desordenado
Cada día tomo uno o dos documentos arrumbados por allí, pueden ser pagos de insumos, facturas traspapeladas o cualquier papel en desorden al cual le busco su lugar correspondiente para que quede archivado.
Esto con el paso de los días va limpiando mis zonas de trabajo.
Bueno, ahora te toca a ti:
¿Qué micro hábitos tienes y nos puedes recomendar?
¿Qué actividades productivas has convertido en hábitos?
“Si tus hábitos no se alinean con tu sueño, entonces necesitas cambiar tus hábitos o tu sueño”.
-John Maxwell