En general, un decálogo describe 10 sentencias en forma de leyes las cuales tienen como fin proveer una manera de discernir entre lo que está bien y lo que está mal, y en cierta forma el decálogo sirve como una guía para tomar decisiones.
Según la definición del diccionario Online de Cambridge, el decálogo son las 10 reglas de comportamiento que Dios le entregó al pueblo de Israel a través del profeta Moisés, en el Monte Sinaí.
El decálogo, en este caso, los diez mandamientos, eran y siguen siendo considerados como unas leyes de conducta dictadas por la más alta autoridad, en este caso Dios, y a su vez fungen como las bases de moralidad para varias religiones.
No voy a profundizar en el tema religioso porque no es tópico de este programa de desarrollo, pero allí dejo el comentario como preámbulo para el contenido de hoy.
Para un brevísimo resumen puedes ver este Decálogo de los Millonarios en Youtube Shorts, donde podrás encontrar otras propuestas similares:
El Decálogo del Millonario
Los decálogos nos sirven como modelos para conducir nuestros comportamientos, pero no solo para la vida espiritual o religiosa, también funcionan como parámetros para regir nuestras acciones y maneras de proceder dentro de otros medios o en temas específicos, incluso para nuestras interacciones sociales.
Aquí mismo en este blog, concretamente en la entrada 512, hablé del decálogo que nos dejó el laureado periodista de guerra, y también novelista Ernest Hemingway, el cual tiene como fin delimitar el comportamiento y las acciones específicas que tienen que seguir los escritores para lograr que su arte alcance el más alto nivel posible de calidad y goce para el lector.
El Decálogo de Ernest Hemingway
No obstante, cabe destacar que el decálogo de Hemingway tiene aplicaciones ulteriores, o sea, más allá de ser solo un conjunto de 10 normas para escritores nóveles, también tiene cabida para tomar decisiones en diversos asuntos, como en la carrera profesional (cualquiera que sea), en el deporte, en las relaciones sentimentales, en un sinfín de asuntos.
Los decálogos, usualmente son creados por personajes consolidados y ampliamente reconocidos en un tema concreto, como Hemingway, y aun así tampoco son perfectos, ni aconsejo que se asuman como la panacea.
Sin embargo, en esta ocasión, sin ningún afán de mesianismo ni de enarbolarme como el adalid de una causa concreta, en este caso la de ser millonario, empezando porque no lo soy, he querido proponerte mi particular “Decálogo del millonario”, uno que quizá te pueda parecer que no refleja el espíritu financiero y materialista que podría esperarse de una serie de normas que tienen como fin el regir un comportamiento de vida en aras de convertirte en millonario, o para crear y erigir una fortuna, cosa a la que aspiran muchas personas; pero creo fervientemente en esta propuesta porque me parece que los millonarios que veo, leo (en la revista FORBES) y escucho por allí, aplican de una u otra forma estas 10 leyes como fundamentos de vida, a ver qué te parecen:
El Decálogo del Millonario
1. Ahorra tiempo y dinero
No dilapides tu dinero en actividades superficiales ni en cosas que no te ayuden a seguir creciendo como persona y profesional.
Tampoco pierdas horas y horas participando en discusiones sinsentido, ya que el tiempo es el recurso más valioso con que cuentas, porque es imposible que lo recuperes.
2. Crea algo de utilidad donde hace falta
Si eres observador y creativo podrías descubrir una necesidad que todavía no se entienda como tal, la cual podría repercutir o impactar a un colectivo de una forma sin precedentes.
Si puedes inventar y producir un “algo” que satisfaga una necesidad, y lo sabes llevar a la realidad, es muy probable que alcances un logro importante o significativo.
3. Ayuda a otros a destacar
Es mucho más fácil escalar niveles cuando impulsas a otros, en lugar de pedirles que te empujen hacia arriba.
Cómo destacar contando tu historia
4. Evita a quienes solo hablan de dinero
Los verdaderos millonarios no hablan ni presumen de dinero, ni entre ellos ni en público, más bien comparten experiencias y criterios.
Paradójicamente, la gente que más habla de dinero es la que menos disciplina demuestra para generarlo, porque están alucinados por lo que otros hacen, y más impresionados aún con lo que ellos mismos no han logrado producir.
Muchos envidian a los millonarios, y en lugar de ponerse en acción se comparan a sí mismos con éstos, y lo peor, sugieren a otros que se comparen con millonarios para que se sientan igual de mal por su propia situación.
5. Invierte dinero en tu educación
Destina una parte de tus ingresos para adquirir la necesaria preparación mental para superarte.
Así que invierte recursos en aprender temas de utilidad y en ejercitar tu mente con cosas productivas.
6. Conecta a personas con ideas y valores complementarios para que construyan algo juntos
Si utilizas tu visión e intuición para presentar a dos o más personas que puedan construir algo en conjunto, es muy probable que el Karma siempre te favorezca.
Las Ventajas de Conectar Personas
7. Toma decisiones pensando en los demás
Este casi es un principio moral, y es que quien solo le da prioridad a su propio bienestar difícilmente llegará lejos financieramente hablando, porque la forma más sencilla y rápida de construir riqueza es trabajando en equipo; un llanero solitario no puede llegar muy lejos cuando de generar dinero se trata.
¿Cuál es la Mejor Decisión que tomarías?
8. Busca a gente valiosa más que importante
No trates de granjearte la atención de quien superficialmente demuestra un «supuesto bienestar económico».
Mejor procura entrar en contacto con alguien que tenga potencial de crecimiento, alguien a quien puedas complementar para compartirle ideas progresistas.
9. No te canses de decir: Buenos días, por favor y Gracias
El millonario Warren Buffet dijo en alguna ocasión que quien no tiene un mínimo de educación, pero educación moral, difícilmente construirá un capital destacable.
10 Recomendaciones de Warren Buffet para alcanzar el Éxito
Y por último,
10. Nunca dejes de admirarte por el regalo de estar vivo (o viva).
“El Decálogo es una serie de mandamientos, diez en número, los suficientes como para permitir una selección inteligente para su observancia, pero no los suficientes como para avergonzar la elección”.
-Abrose Bierce | Poeta, periodista y veterano de la Guerra de Secesión