Cómo reaccionar positivamente ante personas agresivas. Encontrar lo positivo y bondadoso en las personas puede resultar a veces muy difícil, especialmente si no estamos acostumbrados a intentar esta búsqueda de buenas virtudes en los demás.
Siguiendo con el tópico de conflictos en el trabajo, hoy voy a contarles la Historia del jardinero con un distintivo.
Un jardinero y paisajista se encargaba de su negocio familiar, esta era una empresa que ya cumplía las cuatro generaciones. El personal en esta compañía siempre se mostraba muy feliz y relajado, a los clientes les encantaba visitar el local de la tienda, y contratar los servicios de ésta compañía para que les diseñaran y trabajaran sus jardines, también para que les propusieran cómo arreglar los patios de sus casas o simplemente para hacerles pedidos de plantas y flores.
Hasta donde todos podían recordar, tanto el actual dueño de la empresa como sus previas generaciones, padres, abuelos y bisabuelos eran todos personas extremadamente positivas y demostraban claramente estar siempre felices.
La mayoría de los que los conocían y conocieron daban por hecho que esta notoria felicidad se debía a que dirigían un exitoso negocio. Pero de hecho, esta asunción era todo lo contrario.
Una tradición respetada en este negocio familiar era que el dueño siempre portaría una gran insignia en la solapa que decía: “El Negocio es Maravilloso”.
De hecho, este negocio era realmente próspero, aunque, como cualquier otro negocio atravesó por varios momentos críticos de grandes dificultades económicas. Pero, lo que nunca cambió, lo que siempre permaneció inamovible era la actitud de los dueños que jamás dejaban de portar en la solapa de sus ropas de trabajo la insignia o chapa en la que se leía claramente: “El Negocio es Maravilloso”.
Clientes, proveedores y amigos, todos los que notaban y leían por primera vez la insignia con ese alentador mensaje, invariablemente preguntaban: ¿Qué es tan maravilloso en este negocio?
Algunas personas también comentarían que su propio negocio por el contrario, era miserable, o que ellos personalmente eran desgraciados y se encontraban en un estado de mucho estrés, debido a tantas penurias financieras.
De cualquier forma, esta chapa o insignia de “El Negocio es Maravilloso” siempre propiciaba el inicio de la conversación, la que típicamente incluía al dueño del negocio hablando de montones de aspectos positivos del trabajo y de la empresa, por ejemplo, solían mencionar y destacar lo siguiente aspectos afortunados:
- Del placer de poder conocer y hablar con gran diversidad de gente cada día.
- De la recompensa que llega por ayudar a su personal a tomar nuevos retos y experiencias, tanto a nivel profesional como personal.
- De la diversión y las risas que se comparten en un ambiente de trabajo relajado y saludable.
- De la fascinación del trabajo en sí mismo, así como la del trabajo de otros y del Negocio también.
- Del gran sentimiento de satisfacción cuando terminas un trabajo realizándolo con lo mejor de tus capacidades.
- De todas las cosas que aprendes cada día, incluso sin buscarlo así,
- Del saber que todos los miembros de ese negocios son agraciados, porque saben que en el mundo existen millones de personas que se cambiarían inmediatamente por ellos, debido a su precaria situación, ya que no cuentan con las mismas oportunidades de desarrollar un trabajo tan productivo y’ significativo, en el contexto de un país civilizado donde no existen preocupaciones macro-económicas de gran relevancia.
Bueno, la lista seguía y seguía. Sin tomar en cuenta qué tan miserable fuera una persona, los que escuchaban todas estas razones usualmente terminaban sintiéndose mucho más felices solo después de unos cuantos minutos de recibir todo este entusiasmo positivo e infeccioso.
Es imposible medir o cuantificar una actitud de este tipo, pero de una forma u otra es una profecía auto-cumplida, en el que si en algún momento se le pregunta al dueño de la empresa por el significado de la insignia, éste podría contestar tranquilamente que “La insignia fue lo primero, el maravilloso negocio llegó por consecuencia después”.
Encontrar lo positivo y bondadoso en las personas puede resultar a veces muy difícil, especialmente si no estamos acostumbrados a intentar esta búsqueda de buenas virtudes en los demás. A continuación les comparto algunos consejos que el escritor y bloguero norteamericano Michael Lee nos propone para empezar esta búsqueda en la dirección correcta:
UNO. Primero busca lo bueno en ti mismo.
DOS. Todos podemos tener un mal día.
TRES. Practica el ser positivo.
Busca a Michael Lee en Selfgrowth.com
En esta emisión, me despido con una frase del más famoso diplomático, político, filósofo y escritor del Renacimiento italiano: Nicolás Maquiavelo.