Si tenemos buena o mala ortografía, si nos expresamos con una redacción aceptable o no, la forma en que escribimos podrá no parecer importante en primera instancia, porque para efectos profesionales esto no importa mucho cuando uno es por ejemplo, un buen Electricista, o Una Doctora experimentada, o un eficiente Vendedor y mucho menos un Deportista. Al Centro Delantero del equipo más famoso del mundo se le perdona que no escriba con una redacción acertada, porque para el buen desarrollo de sus funciones no es necesario que escriba bien, meter goles no depende de saber redactar bien un documento.
Nuestra escritura (o redacción) refleja la imagen que proyectamos, nuestras palabras y especialmente aquellas que escribimos exponen en gran medida quiénes somos y cómo somos, lo que escribimos suena bien o mal en la mente de quien nos lee y trata de entender. Además de cómo suenen nuestras palabras, lo más importante es cómo se ven y cómo se sienten esas palabras al leerse.
Escucha en el Podcast de esta Emisión 167 una anécdota donde Margaret Thatcher alecciona a su Jefe de Gabinete por tener una descuidada redacción, o mal uso del lenguaje.
Diariamente usamos palabras escritas para comunicar ideas, pensamientos y emociones a todos aquellos con los que tenemos algún tipo de contacto. Algunas veces nos comunicamos exitosamente y otras veces fracasaremos debido a una mala redacción. Solemos comentar: “no es lo que quería decir”, “no entendieron lo que les pedí”, “no me estoy expresando bien”, “están tomando lo que digo por otro lado”, éstas son frases que se repiten con constancia y que se evitan con el manejo apropiado de reglas ortográficas y de redacción.
Cuando vayamos a escribir, aunque sea en mensajes cortos de texto como un SMS, en Twitter o en whatsapp, pensemos primero qué vamos a expresar y cómo lo vamos a escribir. Para comunicar efectivamente, con una buena redacción, no es suficiente con tener bien organizadas las ideas y saber que estamos seguros de lo que queremos escribir. Para reflejar y lograr una buena imagen debemos pensar en el estilo, el tono y la calidad de la escritura, y adaptar esto a quién le enviemos un mensaje o un documento.
Analicemos bien a nuestra audiencia y preparemos un mensaje acorde con ésta, y para esto les comparto seis recomendaciones para una redacción efectiva:
UNO. Usar un lenguaje concreto y específico.
Este lenguaje incluye descripciones que recrean imágenes claras con detalles que el lector puede visualizar, y evitando el lenguaje abstracto.
Ejemplo de lenguaje abstracto: Fulano es un trabajador inadecuado,
Ejemplo de lenguaye concreto: Fulano no cumple con sus responsabilidades y provoca muchos accidentes de trabajo. Esto está más claro y no deja nada a la interpretación.
DOS. Usa lenguaje conciso.
Una característica distintiva de quienes escriben eficazmente es la capacidad de expresar el mensaje deseado en el menor número de palabras posible, como escribir acertadamente en el Twitter. Una revisión repetida para editar y suprimir palabras que amontonan el texto ayuda a aclarar el mensaje dejando de lado frases excesivas que distraen de la idea principal. Mientras más corto sea el mensaje mejor.
TRES. Utiliza un lenguaje familiar.
Este lenguaje es aquel que el lector reconoce y entiende fácilmente porque lo usa con regularidad. Una de las funciones del lenguaje es crear afinidad con el lector, para que nos reconozcamos mutuamente. El ejemplo clásico es cuando un Doctor le explica a un paciente sus síntomas utilizando un lenguaje profundamente técnico.
CUATRO. Utiliza un lenguaje preciso y claro.
El uso de palabras puede variar de significado dependiendo de cada situación. Esto es, las palabras pueden ser interpretadas de distintas formas por diferente gente y en situaciones diferentes. Mientras más preciso y claro sea el mensaje menos posibilidades de malinterpretación se presentarán. Por ejemplo, si se habla de que una persona es excitante, sin más, se podrán hacer una gran cantidad de interpretaciones al respecto, cada uno podrá entender lo que su educación, juicio y experiencia le dicten.
CINCO. Utiliza un lenguaje constructivo.
Evita escribir con un lenguaje que ponga a la defensiva a quien te lea. Quienes te leen pueden molestarse y ponerse en guardia si tu escritura expresa lo siguiente:
A) Que te sientas superior sobre quien te lee.
B) Que manifiestes indiferencia o apatía por el asunto que sí es de importancia para el lector.
C) Que hagas una evaluación o juicio negativo acerca del lector o sus ideas.
D) Que te expreses en tono de dar órdenes.
E) Que manifiestes escepticismo o dudas respecto a la credibilidad del lector o la legitimidad de sus ideas y observaciones.
SEIS. Utiliza una formalidad adecuada a la situación.
El tono y las formas de expresarse deben corresponder con la situación y la relación del escritor y el lector.