Es posible que no seas aficionado a la fórmula uno, y que por lo mismo no te llame la atención como espectáculo competitivo, esto de hecho no importa para efectos de este programa de desarrollo, porque no voy a profundizar en este deporte.
Solo quiero compartirte una breve anécdota que me da pie para exponer una serie de premisas ejecutivas acerca del hecho “ventajoso” de arrancar o salir en primera posición (pole position), no solo en fórmula uno, sino en cualquiera que sea tu medio, y en general hasta en la vida.
Hace poco, al inicio de la carrera del Gran Premio de Bélgica (26-28 de agosto de 2022), justo en la primera vuelta de la competencia, el piloto inglés Lewis Hamilton hizo una agresiva e imprudente maniobra, cerrándole el paso al piloto español Fernando Alonso, lo cual acabó en una colisión que afortunadamente no llegó a mayores como para tener que lamentar daños personales.
Fernando Alonso reaccionó inmediatamente con un encolerizado mensaje de radio que literalmente decía:
«¡Qué idiota! Cerrando la puerta desde el exterior. Hacemos una mega-salida, pero este tipo solo sabe cómo pilotar cuando empieza primero».
Para quienes no estén muy enterados de los antecedentes de estos dos pilotos -ni hayan hecho consideraciones de pole position-, te los expongo con breves datos:
Hamilton dominó gran parte de la pasada década ganando 7 títulos de campeonato, y para ganarlos fue necesario acumular una ingente cantidad de pole positions.
Como quizá ya sabrás, tener u obtener la pole position significa que el piloto ocupa la primera posición de salida en la parrilla de una carrera, lo que implica que arranca con ventaja sobre todos los demás, porque no tiene que rebasar (o adelantar) a nadie, ya que tiene el camino libre para tratar de mantenerse hasta adelante y liderar la carrera, eso sí, hasta donde los demás se lo permitan.
Lo cierto es que para ocupar la pole position también hay que hacer el mejor tiempo en las pruebas de calificación.
Pero, para lograr ser el más rápido, se tiene que contar con 2 características fundamentales:
A) El piloto debe ser sumamente habilidoso, y
B) El coche debe ser altamente competitivo; esto requiere potencia y agilidad para su buena conducción.
Existen muchos y airados debates que van desde que:
A) Cualquier piloto puede ganar con el coche más rápido de la parrilla, hasta
B) que la clave para ganar reside únicamente en la habilidad del piloto, independientemente de que cuente o no con el mejor coche.
Debates aparte,
Fernando Alonso solo ha ganado 2 campeonatos de fórmula uno, y en su momento se decía que no los logró contando precisamente con el mejor coche de todos, entonces conducía un Renault.
Por su parte, Lewis Hamilton ha logrado 7 campeonatos, y en términos generales, los expertos coinciden que los ha ganado conduciendo el mejor coche de la competencia, un Mercedes Benz.
La queja contra Hamilton -la de Fernando Alonso-, tiene mucho de fondo.
Alonso afirma que el piloto inglés está muy acostumbrado a salir por delante.
Y lo proclama porque hasta hace poco Hamilton contaba con un coche superior al de todos los demás, dando a entender que ha perdido facultades competitivas, ya que su Mercedes se está viendo superado por otras escuderías, en vista de que ya no sale en pole position.
Por eso le cuesta trabajo adelantar posiciones en medio del pelotón, porque no está acostumbrado a competir desde atrás.
Indaguemos un poco en nuestra propia experiencia
Recordemos que en algún momento de la vida, no nos hagamos los occisos, todos hemos tenido la oportunidad de salir en pole position, al menos una vez en primera posición.
No te estoy restando méritos, pero te puedo asegurar que un día quizá contaste con la preferencia de algún profesor quien te echó la mano para que tu examen fuera la mejor calificación, o para que tu trabajo ganara determinada condecoración.
Es muy probable que algún técnico deportivo te seleccionara a ti por encima de mejores jugadores, en vista de que tenías previos vínculos con éste, ya sea que te conociera desde pequeño o que tuviera alguna amistad con tus padres.
Te aseguro que tú o alguno de tus conocidos fueron contratados para un puesto en medio de un grupo de candidatos mejor preparados, esto se puede deber a que ya conocías (o conocían) a quien influyó en tomar la decisión a tu favor.
En otro medio, es posible que hayas escrito algún artículo en tu blog, uno que muchos consideren irrelevante y tachen hasta de mediocre, pero que ocupa la primera posición de las búsquedas de Google. No sabes cómo ni porqué, pero allí está tu artículo, en pole position.
También es factible que hayas ganado equis premio, y puede darse la casualidad que lo ganaste porque pertenecías a la asociación que los otorgaba, y por eso te favorecieron, o lo obtuviste porque tenías cierto nivel de injerencia sobre los jueces que decidieron dártelo.
Esto último me hace recordar una declaración del periodista y escritor peruano Jaime Bayly, en relación al premio planeta que no pudo conseguir con su novela titulada “Y de repente, un ángel”, y dijo:
“Los premios son accidentes grotescos; muy raramente hacen justicia”.
Consideraciones aparte para visualizarnos en pole position
Ya sea que cuentes con el mejor equipo técnico de una competencia, la que sea, o con el favor de ciertos periodistas que siempre te mencionan, o que caigas en gracia del Director General, quien te sostiene en tu puesto a pesar de tus bajos resultados, o que tengas el dinero suficiente para pagar grandes campañas en Youtube, es totalmente factible que te encuentres en la pole position de tu propio medio.
Y ya seas el líder de un pequeño grupo, o el personaje mejor posicionado en una discreta comunidad de profesionistas -sin intenciones de restarte tus merecidos méritos-, es razonable entender que no siempre podrás ocupar la privilegiada pole position,
porque habrá momentos en los que caigas de posición y tengas que batirte en medio del pelotón de competidores, lo cual tampoco está mal porque tendrás que adaptarte a nuevas condiciones.
En otras ocasiones tendrás que arrancar desde atrás, o empezar de cero, sin recursos, o tendrás que remontar un partido con 3 goles en contra; o te verás forzado a re-inventarte profesionalmente.
Por todo esto, aquí te comparto algunas premisas (o consideraciones) acerca del hecho de salir en primera posición -o en pole position-:
Consideraciones al estar en pole position
1. Salir en primera posición significa que no hay nadie por delante
Por lo cual no hay que rebasar (o adelantar) a nadie; solo se tiene que mantener el mismo nivel de energía y en su caso aumentarlo para sostenerse en pole position.
En algunos medios el hecho de estar hasta adelante implica que tú eres quien toma las decisiones, por ejemplo si eres el CEO de una compañía, o el líder de tu grupo: allí es difícil que alguien te desplace, siempre que no te confíes.
2. Estar hasta adelante otorga varias ventajas: como ser la referencia a seguir, o el profesional a quien todos llaman o contratan, o la persona que recibe información privilegiada
Estas ventajas ayudan a apuntalar la posición y también la visibilidad.
Pero si no se manejan adecuadamente, ya sea por falta de experiencia o por no gestionar debidamente la información con que se cuenta, uno terminará exponiéndose con el nivel que realmente tiene, o bajando a la posición que por justicia le corresponde.
3. Estadísticamente hablando, quienes ocupan la primera posición ganan o conservan la posición a largo plazo
En el caso de la Fórmula 1, el 40 % de quienes salen en pole position ganan la carrera.
Entre los torneos de tenis tienen el mismo porcentaje de éxito quienes salen sembrados como números uno, esto es, quienes arrancan un torneo como los favoritos tienen las mayores posibilidades de ganarlo.
En cuanto a las primeras posiciones de Google, según mi experiencia, un artículo y/o un vídeo pueden mantenerse en la primera posición por varios años, siempre que se actualice debidamente, si el contenido se abandona a su suerte (sin atenderlo debidamente) seguramente perderá su privilegiada posición.
4. Cuando te encuentras en primera posición no necesitas voltear hacia atrás
Más bien estás obligado a mantener tu nivel de aceleración, y en su caso de innovación.
Los líderes de un medio son generalmente líderes -valga la redundancia- porque son quienes innovan, son los creativos que proponen nuevas formas de hacer o de resolver las cosas.
Quienes capitanean un medio están prácticamente obligados a mejorar constantemente,
están comprometidos a implementar nuevos productos y servicios, a superarse solo a sí mismos;
y si llegan a confiarse, a relajarse o a bajar el ritmo, serán rápidamente sobrepasados por los que vienen detrás.
Quienes van hasta adelante no pueden permitirse el lujo de dormirse en sus laureles.
Esto me hace recordar una breve anécdota de la potentada e influyente conductora de los medios televisivos Oprah Winfrey, quien recibió el siguiente comentario de uno de sus productores y subalterno:
”Mire, cada vez hay más programas que nos imitan, y lo hacen con mucha calidad. ¿Qué vamos a hacer?”
-Según recuerdo, ella le respondió más o menos lo siguiente-:
“Por eso necesitamos implementar cambios y proponer nuevos conceptos constantemente, porque si no nos alcanzarán y nos superarán.
Tú no voltees para atrás, solo ayúdame a seguir innovando e implementando ideas sorpresivas, para que no se esperen por dónde van a ir las tendencias que imponemos.
A nuestros competidores les va a costar más trabajo adaptarse a nuestras mejoras, porque primero tienen que aprenderlas”.
5. Empezar desde adelante, o ser considerado como el líder de una industria o de un grupo, acarrea una mentalidad positiva
Ser quien lidera un medio, demuestra que -al parecer- se ha vencido al resto de competidores, porque ya no se aspira a lograr la privilegiada posición, en su caso se desea conservarla.
Cuando uno ocupa la posición de adelante debe entender -y recordar por su propia experiencia- que los de abajo tienen que lidiar con sus propias frustraciones y negatividades, unas que no son fáciles de superar.
Lo que uno como líder debe evitar es adoptar una actitud negativa, por mínima que sea, porque eso derivará en perder el impulso y el coraje necesario para mantener el ritmo.
6. Asumir que hasta adelante también se enfrentarán imprevistos
Es cierto que ocupar la privilegiada posición de hasta arriba es una gran ventaja en muchos sentidos.
Pero, hay que entender que durante el trayecto, y habiendo competencia, se van a presentar diversas e inesperadas condiciones que te exigirán dar lo mejor de ti mismo, a pesar de que cuentes con mayores recursos que tus competidores.
En la fórmula uno se llega a dar el caso de tener que competir bajo la lluvia.
Bajo esa crítica condición, la potencia y agilidad de los coches pasan a un segundo plano, ya que la habilidad del piloto se convierte en la facultad indispensable para superar a los demás, independientemente de las buenas o malas características de cada coche.
En la vida profesional sucede lo mismo:
Bajo ciertas condiciones críticas, los ejecutivos mejor preparados superarán con creces a los que no cuenten con el conocimiento o la experiencia necesaria para conducirse bajo determinados factores críticos,
por mucho que se encuentren en una mejor posición; esto marca la diferencia visible entre los que pueden y los que no pueden alcanzar objetivos.
En la vida, al igual que en la fórmula uno, es bien cierto que no todos los que arrancan en pole position lograrán mantenerse en ese privilegiado puesto. En el camino se van presentando una enorme variedad de factores, y ya sean justos o injustos provocarán que unos desplacen a otros.
Creo que debemos entender la competencia no como una gesta por ganar posiciones, ni como una lucha en la que ser segundo, tercero o vigésimo lugar se considere como un fracaso.
Es posible que llegar en segundo lugar pueda parecerle un rotundo fracaso a quien había arrancado en primera posición, gracias a haber contado con privilegiados recursos e influencia.
Y por otro lado, es factible que quien haya logrado la quinta posición pueda parecerle un maravilloso logro, dado que arrancó desde la más profunda y lúgubre posición del sótano, sin recursos ni influencia de ningún tipo.
Al final, salir en pole position es importante porque otorga muchas ventajas.
Independientemente de hacer consideraciones por salir en pole position, recordemos que el piloto, el personaje o la profesional deben demostrar habilidades y talento sin igual, máxime si ocupan una inmejorable posición.
El hecho de llegar como primero, o estar en la privilegiada posición de administrar la abundancia, o ser considerado el número uno, puede que no sea tan importante como mantenerse allí.
“Sin llegar a lo que creo que es mi límite, siempre digo que mi ideal es conseguir la pole position con el mínimo esfuerzo; y ganar la carrera a la menor velocidad posible”.
-Alain Prost | Ex-piloto de carreras