Dejar un Legado es Impactar Constructivamente.
¿Qué implica impactar constructivamente?
Últimamente he escuchado mucho y leído en las Redes Sociales esto de que “Hay que dejar un legado”, o “Me gustaría dejar un legado”, y algunos hasta te proponen: “Tú tienes que pensar en dejar un legado”.
Veo cómo este concepto de “dejar un legado” se está utilizando muy a la ligera, como si escribir un artículo en blog o grabar un par de vídeos, aunque logren más de un millón de visitas se pueda considerar como “dejar un legado”.
Tener más de 200 interacciones en redes sociales, o que te sigan más de 20 mil personas tampoco es dejar un legado.
La idea de «Dejar un legado» tiene más que ver con el egocentrismo.
Las ínfulas de grandeza, el deseo de sobresalir, la soberbia, el hecho de verse reconocidos, incluso de perdurar en la mente de los demás es hoy una aspiración que muchos no solo comentan públicamente, sino que hasta declaran en los cabeceros de sus perfiles, y en su propio Currículum, allí se leen frases tales como:
“Soy un apasionado de mi trabajo”, y siempre anda diciendo que tiene mucho trabajo, o que está cansado.
“Me apasiona la comunicación”, pero no contesta un solo comentario que le hacen en sus redes sociales, y menos los agradece; y por supuesto también encontramos el
“Trabajando en dejar un legado”, pero no definen cuál es ese legado, o ¿a qué se refieren exactamente?
¿Qué es dejar un legado y qué no lo es?
Legado es hacer algo que ayude a los demás tanto positiva como constructivamente y debe provocar un impacto a largo plazo.
Un legado no es caerle bien a tus amigos,
ni tener muchos seguidores en facebook, ni lograr una convivencia armoniosa con tu círculo más cercano de conocidos y colaboradores, pueden ser las 30, 40 ó 50 personas con quienes te relacionas con más frecuencia; No, eso no:
Dejar un legado impacta en la vida de más personas además de tus conocidos, incluso cuando ya no estés presente en esta vida.
Al dejar un legado se crea algo que se convierta en un recurso a tomar en cuenta, algo que sea referencia obligada de un grupo, o de un colectivo, o de un gremio de profesionales, algo que perdure y ayude a que se provoquen otros impactos positivos.
El libro de Don Quijote de la Mancha es un legado al mundo cultural.
El teorema de Pitágoras ha sido y sigue siendo un legado importantísimo para la evolución de las ciencias.
El descubrimiento e implementación de los Rayos X es un legado tecnológico de gran impacto, uno que ayuda hasta salvar vidas.
Todos estas creaciones, inventos y descubrimientos han dejado un impacto positivo en la humanidad, uno que incluso permite que surjan otros legados a partir de éstos, por ejemplo:
El triángulo de Pitágoras.
A partir de éste teorema surgió la trigonometría, y ésta dio origen a la geometría analítica, y ésta a su vez al cálculo diferencial e integral y luego el cálculo infinitesimal, y luego vinieron un sinfín de ciencias que dieron su origen a muchas disciplinas, profesiones, teorías, tesis, antítesis, etcétera.
Aunque solo parezca un simple ejercicio de matemáticas que se aprende en la secundaria, el Teorema de Pitágoras provocó un impacto en cadena que hoy en día se sigue multiplicando.
A partir de esta teoría surgieron otras que a su vez produjeron cambios positivos y constructivos, cambios que siguen transformando el mundo para bien. Éste es un legado.
Don Quijote de la Mancha.
Este libro es la cumbre de la literatura castellana. Esta novela trata conceptos líricos, épicos, trágicos, cómicos y morales, es una propuesta literaria enriquecedora que en su época fue vanguardista y hasta repudiada.
Hoy en día, el Quijote de la Mancha sigue siendo objeto de un sinnúmero de estudios, investigaciones, tesis doctorales y cátedras universitarias; además de salvaguardar muchas expresiones y ser un simbolismo de la lengua, Yo lo considero como un importante legado.
Yo creo que del lado de la ciencia, quien descubra la medicina o la cura contra el cáncer dejará con toda justicia lo que se puede llamar un legado.
¿Quién será recordado en 1000 años?
Con todo esto, no pretendo sugerir que seamos como Cervantes, Pitágoras o Marie Curie (con los Rayos X). Cada uno a su propia escala puede hacer un esfuerzo por dejar su propio legado.
Dadas las cosas que me ha tocado ver, puedo afirmar que no necesitamos de genialidades ni de millones de recursos financieros para que hagamos posible «Dejar un legado».
Para dejar un legado solo basta la iniciativa y el arrojo de unos cuantos para proponer algo que impactase la vida y el trabajo de otros, solo eso.
Ejemplo de dejar un legado:
Para dejar un legado, muchas veces ni siquiera se trata de ser muy inteligente, o muy ingenioso, simplemente se trata de hacer las cosas, de hacer el trabajo duro de recopilar información y conocimiento, de saber ponerlo en forma ordenada y coherente, de tal forma que sea de utilidad para otros.
Legado es hacer por iniciativa propia un manual o un curso para facilitar el acceso a una serie de conocimientos que solo tú tienes la voluntad de integrar.
Elaborar un manual o un instrumento de conocimiento que perdure con el paso del tiempo, uno que siga siendo referencia y herramienta de consulta es algo realmente útil, porque facilita el aprendizaje, aclara conceptos, y da lineamientos a seguir.
Una herramienta así es algo que se consulta con frecuencia y que tanto tus compañeros, colegas y sus sucesores, y hasta profesores y estudiantes, tienen siempre a la mano como una referencia obligada.
Todavía tengo el recuerdo claro que trabajando para la compañía de logística y transportes más grande de México, utilizaba el ‘Manual de Operaciones de embarque y desembarque de buques porta-contenedores en terminales marítimas’.
Mucha gente en esa compañía conocía y dominaba este tipo de operaciones,
pero solo uno o dos individuos pasaron a la acción con el fin de hacer un compendio técnico y crear una obra de referencia. Prepararon dicho manual al margen de lo que decían u opinaban los directivos de la compañía.
¡Lo desarrollaron en su tiempo libre! porque no tenían tiempo de hacerlo durante su rutina laboral.
Al crear un manual así estaban pensando en los demás, en la empresa, en los operadores actuales y en los que viniesen, pensaban con una perspectiva de futuro, quizá a unos cinco o diez años adelante;
Yo creo que nunca se imaginaron que ese manual iba a trascender, que sería utilizado en otras terminales marítimas,
y hasta por la competencia, y también en otros países.
No tenían ni idea que su trabajo iba a ser copiado tantas veces, que iba a ser traducido, mejorado, e implementado, que algunos lo usarían como referencia en la universidad, para aprender, para hacer comprobaciones, para justificar operaciones.
Este manual hoy ni siquiera tiene registro ISBN, y la pena es que tampoco te puedo asegurar quiénes lo escribieron, porque no aparecen sus nombre por ningún lado.
Cuando uno trabaja en dejar un legado, uno no piensa en que hará algo para que dure un mes, o un año, o una década, o cincuenta años, debe tener una mira que vaya más allá, y solo pocos logran tener esta perspectiva, y a veces lo logran hasta sin pensarlo.
En otras ocasiones, quizá no se necesite trabajar tanto para dejar un legado, ni hacer un compendio tan grande y detallado.
Pero, hay que tener claridad en algunos conceptos, por ejemplo:
Dejara un legado no es que otras personas hablen de ti, ni que mencionen tu nombre, no, más bien tiene que ver con que hablen de tu trabajo, de eso que has creado y que les ayuda a mejorar, tanto para corregirse como para evolucionar, para ser mejores; solo entonces se puede decir que estás dejando un legado.
Otra forma de dejar un legado, una más asequible:
Si las personas hablan de ti, de cómo les has ayudado, de cómo has hecho para mejorar sus vidas o sus trabajos está muy bien, como si ayudas a una señora mayor a cruzar la calle, eso es una noble acción de tu parte, pero no es un legado.
Legado en términos un poco exagerados sería inventar un ligero exoesqueleto que esa señora de edad avanzada pudiese manejar con facilidad, para no tener que depender de otra persona para cruzar la calle; pero esto es un legado que más bien está relacionado con la genialidad y por supuesto con mucha inversión tecnológica y financiera,
Una forma más sencilla y asequible de dejar un legado sería por ejemplo:
Tener la iniciativa de organizar a los jóvenes de tu comunidad para estar pendientes de toda la gente mayor que cruza sola la calle.
Inicia y crea un movimiento que busque la protección de la gente mayor, eso es dejar un legado. Ésta es una idea sencilla que llevada a la acción impacta positivamente en la sociedad. Y si esa organización perdura a pesar de ti, a pesar de los años y de las políticas, entonces ya hablamos de que dejaste un legado.
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El legado puede tener relación con una persona.
Cuando algunas personas entran en contacto con un hecho, con una obra ideológica, física, artística o social y se acuerdan de ti, cuando te relacionan con un evento, con una acción o con un efecto constructivo, algo que les ha impactado positivamente en su crecimiento personal, y que ese algo no solo les impacta a éstos sino a las generaciones que vendrán, entonces puede decirse que has dejado un legado.
Un legado también tiene que ver con la creación,
y no solo con tener una idea, sino en llevarla a la acción, en hacerla realidad. Es difícil tener control sobre la obra que uno desarrolle, o sobre una cosa que haya producido, ni mucho menos de cómo va a ser recordada, porque ojo:
Lo que casi siempre perdura es la obra, no el nombre de la persona que la creo, esto puede ser injusto, pero es lo más común.
En la actualidad, disfrutamos de mucha tecnología en forma de software, hardware, de aparatos e instrumentos modernos, y casi no conocemos los nombres de las personas que intervinieron en los legados que hicieron posible el desarrollo de todo esto.
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Legado no es una obra que haces con los recursos de alguien más.
Un legado no es la construcción que dirigiste cuando trabajaste en una compañía, ni el polígono industrial que construiste, ni el desarrollo de casas que proyectaste, esos no son legados.
Si trabajaste como presidente municipal, regidor, alcalde o presidente de algún gobierno y mandaste construir obras importantes, no estás dejando un legado, aunque hayas tenido la visión que otros no tuvieron.
Quizá sí tuviste la iniciativa de organizar a varios colectivos y a la sociedad para que construyeran una escuela que hacía falta, cosa que no habían hecho los anteriores líderes por falta de ideas o de ganas, o por carencia de empuje y de arrojo, esto no te resta méritos, pero no es un legado, porque ha sido posible con los recursos de otras personas, especialmente de los contribuyentes.
PERO,
Si la escuela se construyó con una donación que tú aportaste, o cediste un terreno y pusiste de tu dinero para su construcción, entonces sí estás dejando un legado:
Porque esa escuela educará y preparará a muchas generaciones.
El impacto que logras con esta acción tiene un alcance que va más allá de solo aportar dinero, porque le estás dando la oportunidad a mucha gente de estar bien preparada, para que en algún momento ellos mismos se conviertan en elementos del cambio, quienes impacten positivamente en la vida de otros gracias a su educación, allí sí podemos afirmar que dejaste un legado.
Es importante eso sí, tener iniciativa, pero también tomar acción, hacer que las cosas sucedan, y por supuesto conducirlas hasta su total y satisfactorio término.
El egocentrismo nos empuja a señalar nuestras acciones.
Algunas personas con ínfulas de grandeza y de espíritu megalómano han aprovechado su poder, dinero e influencias para dejar obras por aquí y por allá, obras que llevan inscritos sus nombres,
pensando que si le mandan poner sus nombres a las calles, plazas, escuelas, barcos o estatuas van a lograr perdurar como loables en la memoria colectiva.
Aquí mismo, en España, donde tengo la enorme fortuna de vivir, existe un conocido valle cerca de Madrid, uno que mandó construir un dictador como legado a los caídos en batalla. Este «supuesto legado» estaba principalmente destinado a resaltar su propia memoria, pero,
¿Qué legado se puede dejar cuando ese monumento-esperpento fue construido con la fuerza de trabajo esclava de sus enemigos políticos?
Ese tipo de monumentos y estatuas son un simbolismo del legado de otros, como los grandes cuadros y murales, hechos para recordarle a las futuras generaciones el supuesto legado del prócer, o del héroe que los mandó a hacer, para que entiendan el origen del bienestar que gozan.
Dejar un legado es trascender, es ser recordado por una acción concreta que se ha hecho, una acción buena, especialmente si es tangible.
Un legado es una marca que perdura en el futuro.
Tener intenciones de dejar un legado es positivo y loable, bienvenidos todos aquellos que quieran dejar un legado a la humanidad.
«Talla tu nombre en los corazones, no en las lápidas. Un legado se queda grabado en la mente de otros, y en las historias que éstos comparten acerca de ti».
-Shannon Alder.
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