Diez sugerencias para ganarse el respeto de los demás
¿Cómo actúan las personas quienes cuentan con el respeto generalizado de sus conocidos?, ¿Cómo se ganan el respeto de aquellos que están en sus círculos sociales y sobre todo profesionales?, aquí les propongo diez actitudes para ganarse el respeto en el lugar de trabajo:
Primero empieza por respetar a los demás.
No esperes que te traten como tú no lo haces con el resto. Demuestra que le brindas un trato de cordialidad a todos, no solo a tu Jefe sino también a tus compañeros, subordinados, colegas y especialmente con todo tus clientes; mantén una misma línea de trato directo y profesional evitando hacer diferencias notorias y favoritismos. Un trato respetuoso incluye ser consistentemente educado con todos.
Haz tú trabajo y hazlo lo mejor posible.
Demostrarle a todos que puedes hacer bien tu trabajo es un punto de partida muy importante para ganarte el respeto de los demás. Hay mucho trabajo que puedes y debes delegar, pero no delegues todo el trabajo y menos todo el tiempo; habrá momentos y situaciones en que uno o varios no puedan resolver o gestionar algún asunto y es allí donde debes demostrar lo que sabes hacer, siendo didáctico, amable, tranquilo y agregando valor.
Se discreto y prudente.
No permitas que nadie hable mal de nadie ni juzgue la gestión de alguno que no se encuentre presente, y mucho menos critiques aportando más leña al fuego. Con esto estás sentando el precedente de que en principio tienes respeto por los demás y crees en ellos porque primero escuchas a los implicados antes de entrar en el lamentable juego del chismorreo y la verborrea. Si es necesario, cambia el tema pero no entres en controversias ni compres discusiones estériles, esto es una forma de demostrar tu integridad en medio de un ambiente tóxico. Este punto es muy importante para ganarte la confianza y respeto de todos, si ya saben que nunca hablas mal de nadie no creerán cuando inventen que dijiste algo y mucho menos se dejarán influenciar por una crítica negativa que hagan de ti hasta no haberlo comentado directamente contigo.
Mantén una Actitud positiva siempre.
Antes que nada, demuestra una sincera actitud positiva, que no sea forzada, esto demuestra que tienes confianza en ti mismo o en ti misma y transmites tranquilidad a los demás. Trata de buscar el lado positivo de las cosas, aportando ideas y soluciones, porque si no agregas nada constructivo no tiene sentido ser positivo, parecerías uno de esos conductores de programas para niños donde les hablan con ímpetu exagerado y fuera de lugar, esto hasta ellos les molesta alguna vez.
Dale a cada cual su debido crédito.
Aplaude los logros individuales, y colectivos cuando sea el caso. Si alguien aporta una idea y le otorgas el mérito por ésta a otra persona o lo que es lo peor a ti mismo estás destruyendo el poco o mucho respeto que puedas haber ganado. Agradece con educación a cada uno por sus aportaciones, por su trabajo, por su tiempo y muy especialmente cuando den la milla extra, esto es cuando realicen un esfuerzo extraordinario; dando “las gracias” demuestras que no das por hecho que siempre deben hacer su trabajo mecánicamente, sino que te implicas en sus luchas y estás con cada uno, aunque no sean tus subordinados.
Cumple tu palabra.
Procura que tus acciones sean congruentes con tus palabras, y digo procura porque somos humanos y a veces nos constará mucho cumplir con lo que decimos u ofrecemos, aprende a ser sincero primero contigo mismo y luego con los demás para ganarte su respeto. Mide los alcances de los que puedes ofrecer.
Sé confiable.
La gente suele tener respeto por aquellas personas en las que puede confiar. Si eres de los que siempre llega temprano a todos tus compromisos, de los que entregan su trabajo en tiempo y forma, de los que contestan correos electrónicos y atienden llamadas telefónicas diligentemente serás una persona en quien se pueden depositar otras responsabilidades y mayores retos.
No permitas que te quieran dominar.
Algunas veces, con el trato entre colegas y compañeros encontrarás que hay algunos que debido a su personalidad tienen un trato difícil o un carácter dominante. Éstos, casi siempre intentarán pasar sobre ti y hasta demandarte cosas como si fueran tus jefes, faltándote al respeto y haciéndote sentir menos. Por tu bien y tranquilidad, pero sobre todo para imponerte y ganarte el respeto deberás aprender a lidiar con esta gente tóxica.
El hecho de que tengas una personalidad tranquila y educada no quiere decir que no te des a respetar. Escucha todo lo que tengan que decirte, para que cuando hables no te interrumpan, expresa seriamente y con convicción profesional que no tolerarás que se te hable de determinada forma (independientemente del asunto en cuestión), si te piden y exigen asuntos fuera de los límites de tus funciones explica de forma profesional que solo gestionarás tus responsabilidades y que informarás a tu superior de cualquier exigencia o maltrato recibido.
A veces podrás sentir miedo o culpa después de una escena complicada, pero a medida que vayas aprendiendo a decir NO irás mejorando en la defensa de tu dignidad y ganándote el respeto de los demás.
Ten buena apariencia.
En un ambiente profesional es indispensable proyectar una buena imagen sino para ganar el respeto de todos, al menos para no perderlo. Trata de presentarte siempre limpio y bañado al menos una vez al día. Viste ropa lavada y apropiada para tu medio, de preferencia bien planchada.
Las mujeres pueden pintarse el rostro con una cantidad razonable de maquillaje, suficiente para no llamar la atención por un exceso. Las piezas de joyería y relojes deben ser discretos de forma que hagan sentir cómodo a quienes los portan y no llamen la atención de los otros. El cabello debe estar limpio, peinado y no debe entorpecer el trabajo que se realice ni distraiga a los demás.
Demuestra confianza en ti mismo.
Trata de hacer tu trabajo con gusto y dedicación. Cuando alcances metas parciales y también logros mayores demuestra satisfacción sincera, si proyectas comodidad y confianza en lo que haces los demás se darán cuenta de la seguridad en ti mismo y provocarás que te respeten por lo que haces. Puedes tratar de demostrar que eres competitivo, pero sin intenciones notorias de superar a todos los demás, primero aclara que estás superándote a ti mismo porque quieres progresar y asumir nuevos retos.