Entre Confianza y Exceso de Confianza.

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos fallado o fracasado en determinada situación de la vida debido al exceso de confianza. No es fácil distinguir la delgada línea entre tener confianza en uno mismo y tener un exceso de confianza.

¿En qué punto de ese exceso de confianza o demasía deberían saltarnos las alarmas?

El lado positivo de tener confianza en uno mismo es que hacemos a un lado nuestros miedos para pasar a la acción, para hacer que las cosas sucedan.

Entonces,

¿Porqué un poco más de confianza en nosotros mismos podría echarnos todo a perder?

Un exceso de confianza se produce cuando piensas que es más probable y casi seguro que vas a tener la razón de lo que realmente la tienes.

A veces puede resultar complicado equilibrar la confianza con la realidad.

Las consecuencias del exceso de confianza pueden provocar que cualquier evento de la vida diaria nos derrote, como arriesgarnos con un negocio y acabar llevándolo al fracaso total.

Yo creo que todos hemos vivido, o nos ha tocado ver en primera fila algunos de estos casos:

A) Cuando jugabas en el mejor equipo de fútbol de la liga juvenil, y llevando una racha muy buena, les tocó enfrentar a uno de los equipos más perdedores de la liga. El día del partido todos dijeron:

–«Bueno, ¡Quizá hoy obtendremos la victoria con facilidad!»,

Desafortunadamente, al final, tú y tu equipo acabaron perdiendo, o hasta los eliminaron de la competencia.

B) Seguramente, en alguna ocasión te presentaste al examen de una materia sin haber estudiando mucho, ya que dominabas muy bien el tema, de hecho era tu tema preferido; pero ese día, por alguna causa, no comprendiste bien las instrucciones, o te diste cuenta que no tenías recursos suficientes para contestar debidamente, y al final obtuviste baja calificación.

C) O, quizá recordarás que un amigo tuyo le iba a pedir a una chica que fuese su novia. Él estaba totalmente convencido de que ella le iba a decir que ‘Sí’, claro, hasta fanfarroneaba:

-“Sí, me va a decir que sí, está loquita por mí, no hay problema”.

Tu amigo se creía muy exitoso con las mujeres, en ningún momento le pasó por la cabeza que ella fuese a rechazar sus encantos y gran carisma, y al final, ella acabó diciéndole que ¡No!.

Tener confianza en uno mismo es muy bueno, pero tener un exceso de confianza es un mal que puede complicarnos la vida,

Todo fuera como resignarse después de ser rechazado por una chica a la que no le interesas.

El gran problema sería que el exceso de confianza te lleve a creer que tienes o cuentas con la verdad, o que no puedes fallar,

y esto más que darte claridad y perspectiva es casi peor que estar ciego, porque no ves lo que puede sucederte.

Después del exceso de confianza vienen las consecuencias desastrosas,

especialmente si te dedicas a deportes extremos, como el moto-ciclismo, o el descenso en esquí, o igualmente si tienes un trabajo que implique algún tipo de riesgo, como invertir en la bolsa de valores o ser jugador de poker profesional; es estos casos, el exceso de confianza te puede llevar a la fatalidad, o a meterte en graves problemas financieros.

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El problema principal de tener un exceso de confianza es que

ya no tratas de mejorar tu comprensión, dado que estás muy seguro acerca de lo que piensas, ya no buscas implementar tus ideas, simplemente crees que no hay más verdad que la tuya, y eso te hace tan arrogante que ni siquiera haces caso de las recomendaciones y advertencias.

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En tu trabajo, en tu empleo, en tu emprendimiento o en algún proyecto que desarrolles,

el exceso de confianza te puede llevar por ejemplo a tener más gastos de los que esperabas, o a consumir el tiempo predeterminado para concluir un proyecto, o a enfrentar problemas que nunca habrías imaginado debido a tu relajamiento mental, a esa falta de previsión, dado que dabas por hecho que alcanzarías el éxito.

Tener confianza en ti mismo te ayuda a tomar decisiones, a asumir riesgos, a arriesgarte donde otros no se atreverían; esto es en cierta medida bueno, porque estás seguro de lo que haces, porque no te da miedo enfrentar un reto, y si lo enfrentas tienes posibilidades de vencerlo.

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¿Cuál es la diferencia entre la confianza y el exceso de confianza?

No aceptamos retroalimentación (o feedback) cuando estamos bajo el influjo de un exceso de confianza: En esos momentos estamos muy seguros de lo que hacemos o de lo que haremos, allí no le damos mucho valor a pensar que podemos fracasar, no ponemos atención en lo que otros nos quieren decir o recomendar, incluso en los detalles. Por ejemplo:

El Cazador de lobos.

Supongamos que eres un magnífico cazador de lobos, sabes moverte con agilidad por las montañas, tienes una gran capacidad de rastreo y además tienes muy buena puntería.

Eres tan bueno que puedes estar tú solo durante días por la montaña, conduciéndote con toda seguridad.

Aún así, tus colegas te recomiendan que siempre traigas tu rifle preparado, que vayas pendiente del camino que recorres y que pongas una atención permanente al rumbo del viento, para que los lobos no te detecten.

Si en todo momento haces caso de las recomendaciones, sabes que no te pasará nada porque tienes confianza en ti mismo, gracias a tu buena capacidad como cazador.

Pero, si pecas de exceso de confianza, y haces caso omiso a las recomendaciones de otros profesionales,

si no pones atención en el camino que recorres creyendo que tu gran puntería y agilidad te van a sacar adelante, es muy posible que una manada de lobos te sorprenda, y ese mismo exceso de confianza podría ser tu perdición.

En el Emprendimiento sucede lo mismo.

Muchos Ejecutivos y/o CEO’s que se desempeñaron con éxito dirigiendo grandes y medianas compañías también se confían a la hora de emprender por su cuenta.

Estos ejecutivos se saben conocedores de su medio,

tienen experiencia, y conocimiento en su  industria (know-how), y puede que su exceso de confianza los lleve a tomar un crédito demasiado grande, o a adquirir activos que quizá debería postergar, al menos hasta que el negocio haya pasado del punto de equilibrio.

El exceso de confianza puede ser la perdición de un negocio si uno no mide bien el riesgo.

El emprendedor es una persona que apuesta por su proyecto, por su empresa,

un Emprendedor es una persona que necesita tener confianza, esa confianza es buena para ponerse en acción y hacer que las cosas sucedan, para gestionar todas las actividades, para superar problemas, para empujar hacia adelante.

Como casi toda actividad que tenga como propósito alcanzar un objetivo, emprender lleva un riesgo implícito, tal como apostar.

El emprendedor siente la emoción al verse avanzando mientras actúa, y se va dando cuenta que puede triunfar, o alcanzar el objetivo, esto le provoca emociones encontradas, como sentir mariposas en el estómago. Pero ese emprendedor también siente miedo, por supuesto, las cosas pueden torcerse, o no resultar como esperaba.

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Medidas personales puedes tomar para hacer que las cosas sucedan, para evitar caer en el exceso de confianza, para no poner en riesgo tu plan:

UNO. No creas que para ti algo es demasiado fácil de lograr,

o que te requiere poco tiempo o atención. Esta visión puede ser peligrosa o convertirse en una amenaza. A veces hacemos las cosas más simples a un lado por lo mismo, no les damos la debida importancia, luego estas nos pueden representar un lastre o una pérdida, recuerda el cuento de la la liebre y la tortuga.

DOS. Aunque la suerte juega un rol importante en el éxito o fracaso de un plan,

trata de mentalizarte para pensar que la suerte llega después de trabajar duro, de intentar las cosas una y otra vez.

Si te relajas y bajas el ritmo confiando que la suerte está de tu lado, seguro que en algún punto esa buena racha se romperá, y puede que pierdas tu posición, tu prestigio, tu cliente o tu dinero, olvídate de la suerte y más bien haz que las cosas sucedan.

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TRES. No esperes mucho de tus resultados.

Aunque conozcas las recompensas que resultan de alcanzar ciertos objetivos, como premios, compensaciones, firma de contratos, acuerdos favorables, buenas ventas, etcétera,

debes tener la cabeza fría,

porque en muchas ocasiones no llegarás al objetivo, y en otras sí que lo lograrás, pero el resultado o el premio no será el que esperabas, y entonces te puedes decepcionar. Eesto suele suceder cuando tienes un exceso de confianza, y no digo que no tengas ilusiones, lo malo es que seas un iluso, por confiarte en exceso.

CUATRO. Ten suficiente confianza en lo que haces,

pero nunca te creas que has dominado algo, o que eres mejor que los demás, o insuperable.

La repetición y la práctica constante te pueden llevar al dominio de un arte, de un oficio o de una forma de hacer, y seguramente alcanzaste a ese dominio venciendo miedos y con trabajo.

Evita sentir que ya nadie te superará, o que no puedes fallar.

Cuando alcanzas un alto nivel de habilidad puede que sientas que ya no debes mejorar o seguir practicando al mismo nivel, especialmente si no ves competencia cerca.

Si logras metas con constancia, como ser el mejor de algo a base de esfuerzo y regularidad, puede que te empieces a obsesionar, lo cual es malo, y también puede que te creas invencible.

No dejes de practicar, ni dejes de hacer bien lo que sabes hacer bien,

ten muy en cuenta que en algún momento alguien o alguna empresa te puede vencer, desplazar, mejorar o mostrarte que empiezas a obsoletarte, siempre ten presente esta posibilidad para no caer en el exceso de confianza.

«Saber que puedes besar a tu novia es confianza. Creer que solo tú puedes besar a tu novia es exceso de confianza». -Anónimo.