Hace falta gente que contribuya
Continuamente escuchamos y leemos por allí la increíble sentencia de que “Hace falta gente que esté bien preparada para ocupar tales o cuales puestos de trabajo”, posiciones que supuestamente son muy cotizadas, pero a las empresas y reclutadores les cuesta trabajo encontrar profesionales que cumplan con esos perfiles (sic).
Esta frase de que “No contratamos porque no hay personas bien preparadas” más bien parece una aberración (por no decir una mala palabra) y generalmente es pronunciada por algún cínico reclutador o un empleador abusivo que no se atreve a aclarar que lo que realmente necesitan es una persona altamente cualificada para cubrir un puesto pobremente pagado.
‘You pay peanuts you get monkeys’ (Tú pagas cacahuetes, tú obtienes monos).
Abundan los profesionales bien preparados
Hoy en día nos encontramos en un punto de la evolución de la sociedad en que una buena proporción de los jóvenes de los países desarrollados y también de los que están en vías de desarrollo cuentan con gran preparación técnica y profesional en muchos sentidos.
En mi época Universitaria, ya en el siglo pasado,
no todos estudiaban maestrías y doctorados, y hoy estos estudios son casi obligatorios para destacar si lo que se pretende es ser seleccionado.
En España existe muchísima gente preparada, también en toda Latino-américa y en los Estados Unidos,
abundan los profesionistas serios y sobradamente capaces en casi todos las disciplinas, lo que desafortunadamente hoy no hay es trabajo para todos.
Algunos discursos oficiales, de países del supuesto primer mundo, en unos arrebatos de desfachatez e impudicia echan balones a los lados tratando de asignar las causas del desempleo a los propios desempleados, argumentan:
¡Que unos no encuentran empleo dada su escasa preparación!,
y además en el colmo del descaro llegan hasta recriminarles su falta de iniciativa por no tener las agallas de convertirse en “Emprendedores”.
En este programa de emprendimiento utilizo recurrentemente esta palabra de «Emprendedores» ,
pero no como arma arrojadiza para culpar a unas víctimas de los errores y carencias de quienes están en el poder,
quienes ni siquiera han intentado propiciar una coyuntura adecuada para la generación de Emprendedores formales que abran empresas, que a su vez creen los puestos de trabajo necesarios para emplear a otros profesionistas, ¡Quizá mejor preparados que ellos mismos!
Las empresas de hoy, no todas por supuesto,
pero las que se leen bastante en portales de empleo, solo se anuncian para exigir, para pedir, para solicitar, para hacer el favor de ofrecer contratos temporales, y también contratos basura, estas empresas no están para proponer compensaciones bien retribuidas, ni mucho menos para poner sobre la mesa contratos y planes de empleo a mediano plazo.
Hoy las empresas parece que solo están para exigir, pero no para dar, y no dejan de decir:
-Nos hace falta esto y queremos lo otro,
y ofrecen empleos con un primer mes a prueba, obviamente sin sueldo (cosa que omiten en el portal de empleo donde se anuncian), y en el límite más alto del ridículo llegan a auto victimizarse.
Eso de que hace falta gente preparada es una falacia, porque sobra gente capaz y profesional.
Lo que realmente hace falta es gente y empresas generosas.
Hacen falta personas y empresas que se profesen lealtad mutua.
Hacen falta empresarios con empatía. Por supuesto que también hacen falta empleados comprometidos.
Hoy más que nunca Hacen falta los auto denominados “Personajes Públicos” que ofrezcan su saber hacer desinteresadamente, en lugar de querer vender o venderse a toda costa.
¿Quién puede considerarse Personaje Público?
Hace falta alguno o alguna que haga un live en Instagram, o un vídeo en vivo en Facebook que verdaderamente propongan algo de valor, en lugar de aprovechar la situación para ganar visibilidad repitiendo lo que otros ya han dicho hasta el cansancio.
Hace falta gente que utilice su conocimiento para ayudar a los demás a superarse sin esperar nada a cambio.
Son necesarias más personas que escuchen y aporten su granito de arena, en lugar de mencionarse a sí mismo como el número uno, o como uno de los más relevantes del medio equis. Hace falta más seriedad y menos presunción, ¡Hace falta comportarse con categoría!
Hace falta gente con sed de ver triunfos.
pero los triunfos de su gente, los éxitos de sus clientes. Hace falta gente que se regocije con los triunfos de sus colegas, o con los progresos de sus subalternos, hacen falta Profesionales que se complazca con el crecimiento individual de sus seguidores, más que con su triunfo personal…
«Hace falta gente que comprenda y no solo que sepa».
Thiago Morín | Artículo de El País | 03 de Junio 2020.
Hace falta gente que recomiende a personas que considere capaces y profesionales para cubrir determinadas posiciones, en lugar de quedarse callados. Hace falta gente que hable del currículum de los demás en lugar de ponerse a recitar el propio, especialmente cuando nadie se lo ha solicitado.
Son necesarias personas que vele por el bienestar de los demás, que busquen la forma de apoyarlos en la medida de sus posibilidades, ya sea con su ‘saber hacer’, con su ‘tiempo’ o con su ‘dinero’, ¿Por qué no?
Hacen falta más individuos orientados a la autocrítica, en lugar orientar su crítica hacia los demás.
“Necesitamos personas en nuestras vidas con quienes podamos ser lo más abiertos que podamos. Tener conversaciones reales con la gente puede parecer una simple y obvia sugerencia, pero que para hacerlo eso implica coraje y riesgo” -Thomas Moore.
Hace falta gente que te contacte para saludarte y decirte ¿Cómo estás?, no solo para pedirte cosas.
Hacen falta amigos que nos recuerden que en otro momento fuimos destacados en equis cosa y muy hábiles en esa zeta cosa, en lugar de señalarnos los fallos que ya conocemos.
Hace falta gente provoque sinergias grupales, pero sin buscar su beneficio particular.
Hace falta gente que proponga conceptos originales, en lugar de copiarlos a otros.
Y como dice Bill Gates:
«Hace falta gente que nos de su feedback (o retroalimentación), que así es como mejoramos».
30 Frases de Bill Gates sobre Negocios y Emprendimiento
Hace falta gente que escuche y que deje de practicar el monólogo en medio de una conversación.
Necesitamos gente que valore el arrojo y el carácter de los otros, y si es necesario que salgan a aplaudirles a los balcones, y que no dejen de reconocer ni de hacer pública su apreciación por el admirable esfuerzo que imprimen día a día.
Hace falta gente que hable constructivamente sin mencionar el dinero que gana o que ha ganado, ni tampoco el dinero que ganan otros.
Hace falta gente que ponga como ejemplo a los demás, que proponga como meritorio a quien se lo merece, en lugar de ponerse como ejemplo a sí mismo.
Esperamos a conocidos que nos pregunten por el asunto que saben que nos interesa más, en lugar de callarse con indiferencia.
Hace falta gente que salude al llegar, que se despida al irse y que de las gracias cuando se vea favorecido.
Hace falta menos gente que se entrometa en la vida de los otros haciendo preguntas incómodas,
más bien hace falta gente que en lugar de ser metiches o cotillas te digan:
¿En qué te puedo ayudar?
¿Dime qué necesitas?
¿Qué puedo hacer por ti?
Cómo contestar adecuadamente a preguntas incómodas u hostiles.
Hace falta gente que contribuya y que no dé lecciones de moral.
Los que realmente hacen falta son empresarios que sean humanos y que se comporten a la altura de las circunstancias. Hacen falta políticos que quieran trabajar en lugar de buscar su beneficio personal. Hace falta gente preparada en los puestos de mayor relevancia para ayudar a las personas.
«No es lo que obtenemos, sino más bien en que nos convertimos y en qué contribuimos».
-Tony Robbins