La Filosofía de Éxito de Bruce Lee
CONCEPTOS DE DISCIPLINA, ESFUERZO Y RESILENCIA DE BRUCE LEE
Muchos no lo saben, pero Bruce Lee, el Actor Norteamericano de origen Chino estudio Filosofía en la Universidad de Washington, la filosofía era parte intrínseca de su vida diaria. Bruce Lee Grabó muchos entrevistas donde podemos escuchar sus conceptos de disciplina, esfuerzo y resilencia, en los que él mismo era y todavía es todo un ejemplo a seguir.
Click para escuchar las «Características de una persona Resilente»
Recientemente leí en el blog de Brain Pickings que Bruce Lee tenía un hábito muy interesante y desconocido para la mayoría, le gustaba escribir sus pensamientos, plasmaba sus experiencias e ideas diarias en una pequeña libreta de 5 x 15 cms, la que siempre cargaba consigo.
Bruce Lee anotaba en esa libreta todo aquello que le llamaba la atención, incluso apuntó los teléfonos de sus alumnos, entre los que se encontraban Chuck Norris y Steve McQueen.
Bruce Lee era un apasionado de la disciplina y la excelencia, y esto se nota hasta en su cuidada y muy bien escrita letra.
Click aqui para escuchar una entrevista de Disciplina Positiva.
Una de las cosas más interesantes de esos apuntes es que Bruce Lee se escribía a sí mismo,
se imponía unas reglas de conducta personal que siempre tenía que seguir, como para recordarlas en todo momento.
Él buscaba no solo su crecimiento físico sino también su crecimiento interno
como persona, se tomaba muy en serio su propio comportamiento, con especial interés en psicología de la naturaleza humana,
escribía como para recordándoselo así mismo en todo momento.
A continuación les comparto la traducción de algunos de los pensamientos que Bruce Lee escribió en esa pequeña libreta, espero que les sean de utilidad e interés tanto como a mí:
De la Fuerza de Voluntad.
Reconociendo que el Poder de la Fuerza Voluntad es el Tribunal Supremo por encima de todos los departamentos de mi mente, voy a ejercerla todos los días, cuando necesite el impulso para tomar acción en cualquier propósito, y voy a formar un hábito diseñado para llevar a la acción mi fuerza de voluntad al menos una vez al día.
De las Emociones.
Dándome cuenta que mis emociones son tanto positivas como negativas, voy a formarme los hábitos diarios que favorezcan el desarrollo de emociones positivas, y que me ayuden a convertir las emociones negativas en algún tipo de acción útil.
De la Imaginación.
Reconociendo la necesidad de tener Ideas y Planes para lograr mis deseos, voy a desarrollar todos los días mi imaginación de tal forma que me ayude para formar mis planes.
De la Memoria.
Reconociendo el valor de tener una Memoria ágil, voy a animar a mi propia memoria para que esté alerta tomándose el cuidado de impresionarme recuperando claramente los pensamientos que quisiera recordar, y, asociando esos pensamientos con temas relacionados que me vengan frecuentemente a la mente.
Del Subconsciente.
Reconociendo la influencia de mi subconsciente por encima de mi Fuerza de Voluntad, deberé hacerle entender llana y definitivamente (a mi subconsciente) mi clara imagen de propósito en la vida, así como todos los propósitos secundarios que se dirigen a mi Meta principal. Y, ante mi subconsciente, deberé guardar esta imagen repitiéndola constantemente.
De la Conciencia.
Reconociendo que mis emociones vagan a menudo con exceso de entusiasmo, y que regurlamente mi razón carece de esa cálida sensación necesaria para permitirme combinar mis juicios con misericordia y justicia, voy a animar mi consciencia para que me dicte lo que es correcto y lo que es incorrecto, pero nunca descartaré las sentencias que me indique, no importando el costo de llevarlas a cabo.
De la Razón.
Reconociendo que tanto mis actitudes positivas como las negativas pueden ser peligrosas si no se controlan y guían hacia un buen fin, voy a presentar todos mis deseos, objetivos y propósitos a mis facultades de razón, dejándome guiar por ésta (mi Razón) dando debida expresión a todos estos deseos.