¿Crees que podrías reescribir tu propia historia?
¿Puedes describirte como factible triunfador de tu futuro cercano?
La historia que te cuentas puede hacerse realidad
Puedo afirmar que a la mayoría de los seres humanos nos gusta escuchar narraciones, cuentos, fábulas e historias interesantes.
Además de las imposibles historias de superhéroes o de las princesas de Disney, que prácticamente siempre logran su cometido o tienen un final feliz, sé que hay quienes prefieren las clásicas historias de éxito, esas de gente común y corriente que por azares del destino se han convertido en casos ejemplares, como el de uno en un millón.
Esas historias de esfuerzos, fallos, errores, y de nuevo volver a intentarlo nos gustan porque nos motivan.
Y son motivantes porque nos muestran que cualquier individuo que empieza desde el fondo, o que remonta desde el último lugar de la lista tiene opciones viables de triunfar a lo grande, pudiendo transitar de ‘ser una persona de a pie’ hasta convertirse en alguien quizá famoso, o en personaje público como ahora le permiten a uno ridículamente auto-declararse en redes sociales.
Sin ir más lejos, aquí mismo, en este programa de emprendimiento he utilizado en diversas ocasiones las técnicas del storytelling (como le llaman en marketing al arte de contar historias), esto para enganchar y conectar emocionalmente con la audiencia.
Entre las historias que más impacto han generado en este podcast, están por ejemplo:
La ejemplar historia de Morgan Freeman, el actor que ganó popularidad después de los 50 años de edad, o la exitosa historia de John Cronin el chico de los calcetines locos , y cómo olvidar la conmovedora historia de Oprah Winfrey, con la que algunos me comentaron que hasta echaron alguna lágrima.
En otras ocasiones, también les he sugerido que se preparen a conciencia para poder contar su propia historia, como acertadamente lo recomiendan los Consultores de Marca Personal, esto con el fin de resaltar el duro camino que seguramente has recorrido hasta alcanzar determinados objetivos o para destacar el dominio de alguna de las habilidades que has adquirido, unas que no cualquiera puede igualar o imitarte con facilidad.
Pero en esta ocasión, más que instarte a contarle a otros de forma breve e interesante tu propia historia, o en su caso tu personal pitch (o discurso del elevador), te voy a proponer una forma diferente de contarte a ti mismo un cuento, pero desde otra perspectiva.
Aquí le llamo cuento porque a diferencia de la historia (que narra acciones ocurridas en el pasado) este cuento lo desarrollas tú mismo como hoja de ruta para seguir y perseguir un objetivo de cara a tu futuro inmediato.
La historia que te cuentas puede hacerse realidad
Richard Newman, autor del libro y podcast del mismo nombre “You were born to speak” sugiere un interesante concepto para cambiar la narrativa que nos contamos a nosotros mismos:
Newman dice que cada uno de nosotros cuenta con una narrativa que mantenemos oculta lejos del mundo exterior, una que nunca sale de nuestra cabeza.
Agrega que la vida que nos toca vivir a cada uno puede resultarnos abrumadora si tomamos en cuenta todos los eventos, personas y estímulos con los que tenemos que lidiar en el día a día.
Cada uno de nosotros entiende y cuenta todos esos elementos que afectan el desarrollo de nuestra vida de una forma diferente, porque la narrativa que construimos la basamos en la interpretación que hacemos de todos estos acontecimientos que giran en torno a nuestra vida, y de alguna forma le damos justificación a todo lo que nos pasa.
En nuestra propia historia somos por supuesto los protagonistas, y allí podemos ser los héroes o las víctimas.
Y, dependiendo de nuestra mentalidad, en esa historia podemos quedarnos atrapados en el mismo personaje que nos hemos creado, esto es, llegamos a limitar y menospreciar la idea acerca de nosotros mismos y del potencial que tenemos para lograr cosas.
Esa historia que creamos de nosotros mismos puede atraparnos en una actitud que nos detenga y provoque que tengamos un comportamiento negativo, de tal forma que creamos que no podemos mejorar nuestras vidas.
A este respecto, Richard Newman comenta que el profesor Joseph Campbell, autor del libro “Reflections of the Art of living” quien fue su profesor, le enseñó que:
“Este es el poder del storytelling dentro de nuestras mentes, puede mantenernos inactivos y hasta bloqueados en un lugar, o puede impulsarnos a crecer y a cambiar”.
El profesor Campbell sugiere que:
“Debemos estar dispuestos a deshacernos de la vida que hemos planeado (una quizá no tan exitosa desde una limitada perspectiva), para tener la vida que nos espera o que quisiéramos tener”.
Mucha gente puede creer que su camino ya está predestinado, pero Newman y Campbell afirman que no es así, que uno puede tener total injerencia sobre los acontecimientos futuros que esperamos que nos sucedan.
Todos tenemos la capacidad de proponer nuestro propio destino
Si bien es cierto que en nuestra cultura y en los medios de comunicación existen muchas historias negativas, la buena noticia es que todos tenemos la capacidad de solucionar nuestro propio destino, y es mucho más fácil y probablemente más divertido de lo que puedes pensar.
Si cambias tu historia futura, puedes cambiar el resultado y la dirección de tu vida.
¡La historia que te cuentas puede hacerse realidad!
Richard Newman agrega que
«La forma en que te percibes a ti mismo y a los demás determina en gran medida a dónde irás en la vida. Estos sentimientos también alimentarán las historias en tu mente que determinarán tus acciones y resultados».
Sugiere que mucha gente cree firmemente que (por ejemplo) son malos para hablar en público, o se juzgan a sí mismos como pésimos organizadores de personas, o están convencidos que les falta valor para enfrentar muchos problemas, pero afirma que todas estas creencias son en su mayoría equivocadas.
¿Y por qué?
Dice que son equivocadas porque no se corresponden con la verdad, ya que solo son reflejo de la historia que unos cuentan acerca de sí mismos.
Pero esas historias son solo eso: son «sus» historias, pero eso no quiere decir que estén en lo correcto.
Newman propone que para cambiar de historia es necesario cambiar la narrativa.
Dice que hay que aprender a hacer una sencilla transición mental repitiéndose a sí mismo, una y otra vez, algo similar a esto:
“Yo he sido un conversador incómodo, malo para hablar en público y que detestaba levantarse frente a la gente”, para luego afirmar: “Soy un orador seguro que disfruta presentar ante una audiencia, o ante un pequeño grupo”.
Esto no quiere decir que uno se mienta a sí mismo, o que niegue lo que ha venido siendo hasta ahora.
Este es un trabajo mental que requiere descubrir de dónde viene tu historia, para desentrañar los detalles detrás de ella y construir una nueva historia en la que realmente creas, una que sea posible y verdadera.
El mismo Richard Newman nos explica cómo podemos hacer esa transición utilizando su propio ejemplo:
En el 2017 su Consultor de negocios le sugirió que escribiera un libro, y su respuesta inmediata fue negativa, le dijo:
«Nunca escribiré un libro, eso implicaría mucho trabajo. Además, ¿Quién querría leerlo?»
Entonces Newman se aplicó los siguientes pasos para «La historia que te cuentas pueda hacerse realidad»:
5 PASOS PARA RESCRIBIR TU HISTORIA
1. Hay que imaginar dónde y cómo se quiere ver uno en un futuro cercano,
por ejemplo dentro de un año, un año es un periodo totalmente factible.
Newman se imaginó publicando su libro y viéndolo en los escaparates de las librerías.
2. Se debe pensar en la historia que contaremos acerca del cómo llegar hasta ese objetivo.
En ese caso, se narra a sí mismo que su protagonista (o sea él mismo) estará apuntado (o inscrito) en un taller de escritura.
Ve a su personaje escribiendo a diario un mínimo de páginas en una libreta nueva, de tal forma que se vaya haciendo entregas semanales de acuerdo al índice que tendrá el libro.
3. Hay que tomar en cuenta dentro de nuestra historia los posibles retos y problemas que enfrentaremos.
Definir cómo los superaremos.
Dado que Newman sabe que la escritura nunca ha sido su fuerte, describe cómo su protagonista presenta sus borradores a los expertos del taller de escritura; además, los pasa entre algunos de sus amigos que tienen experiencia en redacción y creación de contenidos literarios.
Reconoce que su personaje no es un escritor profesional, y eso es muy importante para continuar escribiendo, porque no se puede exigir como si fuese un Mario Vargas Llosa.
Tiene que aceptarse tal como es para no detenerse por vergüenza, o por miedo al qué dirán de su calidad.
4. Preguntarse:
¿Qué aspectos de nuestro carácter tendremos como personaje principal?
¿En qué persona nos convertiremos mientras vivamos y recorramos ese camino?
Newman sabe que su personaje puede ser renuente a la hora de crear, porque cree que le faltan ideas innovadoras.
Pero se ve a sí mismo cambiando, esto es, tomando actitudes que nunca había hecho, como las que desarrollan los héroes de otras historias:
Se proyecta a sí mismo levantándose por la madrugada para escribir un poco, o trabajando en lugares insólitos, quizá alejado de toda distracción con el fin de provocar esa chispa de creatividad.
Sabe que su personaje tendrá que hacer cosas poco convencionales, esas que no todos están dispuestos a desarrollar con tal de alcanzar un objetivo fuera de lo común, al menos fuera de lo común en su propia historia.
5. Responder a las preguntas:
¿Cuál es el primer paso que tomará mi personaje? y
¿Qué se dirá a sí mismo al levantarse cada día?
Puede ser algo así como:
¿Para qué me levanto cada mañana? o ¿Cuál es el objetivo de dejar la cama?
Hoy me pongo de pie porque voy a superar un nuevo reto, mi trabajo me hará cambiar a nivel personal y ese será un cambio positivo, uno que acumulará experiencias, las cuales me darán nuevas perspectivas, así veré las cosas con mayor criterio, y eso se notará tanto en mi carácter como en las acciones que realizaré.
Al momento de escribir tu cuento, aunque sea a nivel mental tu propia historia de futuro, te sentirás menos perdido y más enfocado en el propósito que persigues.
Las historias cambian nuestra forma de pensar, y por ende nuestros comportamientos.
Así que cuando hayas terminado de crear tu propia historia con todo detalle, es recomendable que la escribas para repetírsela a tu cabeza una y otra vez mientras la lees y la vuelves a leer.
ES IMPORTANTE agregar que a diferencia de la historia de tu pasado que pregonas para que otros sepan lo que sabes y puedes hacer por ellos, el cuento que te narras acerca de tu próximo futuro no lo debes hacer público,
no se lo informes a nadie, mucho menos en redes sociales, simplemente vive tu historia y hazla realidad, esto te dará mayor tranquilidad interior y menos presión social.
Uno de los elementos fundamentales del storytelling es definir el camino que se va a recorrer, con pasos, con hitos parciales y uno final, esto con el fin de que la historia que te cuentas pueda hacerse realidad.
Cuando te cuentas la historia que describe cómo vas venciendo dificultad tras dificultad, creas una línea que te sirve como guía para identificar los posibles retos que irá enfrentando tu personaje durante el recorrido que te llevará hasta la meta.
Sin tomar en consideración en qué punto de la vida te encuentres, ni las historias que cuentes o hayas contado de tu pasado, piensa que solo tú puedes rescribir tu propia historia, creando una nueva que incluya un futuro mejor, uno que sea como el que tú quisieras que pasara en realidad.
Escribe una historia personal que termine dentro de un año calendario y que tenga el final que tú esperas que suceda, y para eso el héroe de tu historia tiene que empezar dando el primer paso.
“No tengas miedo de empezar de nuevo, tu nueva historia te puede gustar más”.
-Anónimo