¿Cómo imponerte un nivel de exigencia personal?
Tanto en tu vida personal como en tu actividad profesional:
¿Te conformas con lo que ya tienes, o con lo que has alcanzado?
¿Tú te impones un mínimo nivel de exigencia en lo que haces? y, si es así,
¿Ese nivel de exigencia,,,, es alto?
Y, ¿Para qué queremos alcanzar un mínimo nivel de exigencia?
Todos intentamos alcanzar un nivel de exigencia determinado para lograr un mayor rendimiento, para evitar el conformismo y en general para salir de una zona de confort que ya se ha alcanzado, para vernos en la necesidad de volver a superarnos en muchos sentidos.
Mi definición de «Nivel de exigencia».
El ‘Nivel de exigencia’ es el mínimo grado de progreso que debemos alcanzar a través de una acción y un efecto que determinan si estamos creciendo, prosperando, o logrando la forma y fondo requeridos para lograrlo.
Ese mínimo nivel que debemos cumplir nos lo puede imponer alguien más, o en su caso nosotros mismos.
Casi todos tenemos un modelo personal de cómo deben ser o cómo deben actuar los demás, o lo que deben alcanzar, y también lo aplicamos para nosotros mismos; y, estas medidas no siempre pueden ser exactamente como nosotros queremos,
porque cada quién tiene sus propios parámetros de medición,
cada uno puede considerar que debe llegar al menos a cierto nivel y otros puede que no estén de acuerdo,
No podemos medir a todos con nuestra propia vara o regla, y tampoco debería importarnos que otros nos midan con las suyas.
Hay lugares, medios y colectividades donde inevitablemente los parámetros del desempeño no los marcamos nosotros,
allí ya existen reglas que definen los niveles de exigencia necesarios para calificar a alguien; claramente es el caso de la escuela:
Generalmente, en la escuela existen notas o calificaciones, y éstas indican unos parámetros de medida, van del 1 al 10 ó del 1 al 100.
10 equivale a Excelente, 9 equivale a Sobresaliente, 8 equivale a Notable, 7 equivale a Bien, 6 equivale a Mediocre, 5 ó menos es reprobado (o suspendido).
Podemos hablar de niveles similares en el trabajo.
Un perfil del puesto indica cuáles son las funciones, las responsabilidades y los niveles de exigencia que un jefe o supervisor puede requerirle a su empleado o subalterno.
No se le puede pedir a un vendedor de una tienda departamental que está asignado al área de ropa deportiva que todas las tiendas del grupo superen los ingresos del penúltimo trimestre.
Ese nivel de exigencia se le tiene que imponer en todo caso al Director General (o CEO), o al Gerente de Ventas, o de Marketing, depende de la estructura jerárquica de cada empresa.
¿Qué es un CEO? ¿Qué funciones desempeña un CEO?
En toda empresa, los niveles de exigencia deben estar bien definidos para cada jerarquía.
En algunos equipos de trabajo o áreas estratégicas de la empresa, pueden existir varios empleados con el mismo nivel de responsabilidades.
A todos estos empleados se les aplica el mismo nivel de exigencia, y la diferencia entre unos y otros reside en ese nivel de exigencia que cada uno se auto-impone (no el que su Jefe les indica).
Puede que en el caso de los vendedores de ropa deportiva, sus jefes les exijan una cuota mínima al mes. Y puede que alguno venda mucho más que los demás.
Esto generalmente suele comportarse como ‘El Principio o Ley Pareto’, esto es:
El 20 por ciento de los vendedores logran el 80 por ciento de los ingresos.
Esto demuestra que algunos vendedores se auto-imponen un nivel de exigencia mucho mayor que ese que su empresa les ha señalado como mínimo.
Estos vendedores luchan para destacar, porque es una forma de sobrevivir y conservar el puesto en un ambiente laboral tan competido.
Recomendaciones para destacar sin ser un Genio.
¿Cuál es el nivel de exigencia de un emprendedor?
¿Cuál es el mínimo nivel de exigencia de un autónomo, o el de un consultor freelancer?
Respuesta.- El que él o ella misma se auto-imponga.
Este mínimo nivel de exigencia puede estar relacionado con varios parámetros:
A) Con la mínima calidad que deben presentar sus productos, o
B) con la eficiencia de sus servicios, o
C) con el deseable nivel de éxito que tienen que alcanzar sus clientes después de haber adquirido la propuesta de valor, o
D) con un mínimo monto equis de ingresos, o facturación (este puede que sea uno de los más complicados, sobre todo si no se saben establecer los límites mínimos).
Hay que analizar seriamente el trabajo que uno sabe desarrollar, y especialmente lo que puede hacer por los demás, para luego establecer con razonable criterio el mínimo grado de exigencia personal que uno debe auto-imponerse.
Consejos para establecer un mínimo y razonable nivel de exigencia personal y profesional.
UNO. Establece un mínimo grado de exigencia personal.
Ten siempre bien clara la diferencia entre Mediocre y Excelente.
Si en tu industria conoces el rango entre un resultado mediocre, uno suficientemente bueno, y uno excelente; trata por todos los medios de presentar tus productos o servicios de suficientemente buenos para arriba.
Consejos de Seth Godin para evitar la Mediocridad
DOS. Debes exigirte más que los demás.
No esperes a que llegue un cliente, ni un crítico especializado, ni alguno de tus socios, o uno de tus empleados a decirte que algo no es suficientemente bueno, o que no alcanza el mínimo grado de calidad.
Tú debes (sin exagerar, sin auto-flagelarte) ser tu más rígido crítico, y tendrás que imponerte unos mínimos límites razonables.
Cuida siempre esto, pero sin exagerar.
TRES. Evita que tu mínimo nivel de exigencia esté relacionado directamente con ingresos exageradamente altos.
El primer nivel que se espera alcanzar y superar cuando se arranca una empresa es el punto de equilibrio.
El punto de equilibrio es ese momento en el tiempo donde los ingresos llegan a ser suficientes para soportar todos los gastos de operación, incluyendo sueldos, pagos a proveedores, impuestos y demás.
No te exijas un nivel desproporcionado de ingresos adquiriendo cosas que no produzcan o no te ayuden a generar más ingresos,
como adquirir un Ferrari o un Lamborghini, o un viaje a todo tren a una convención que no te generará ni potenciales clientes ni ventas futuras.
Es bueno aspirar a lo más alto, pero con prudencia.
CUATRO. Entiende los parámetros mínimos y máximos de exigencia que tú puedes dar.
Analiza y comprende tus propios rangos de exigencia.
Hemos dicho que tú mismo debes asignar tus propios parámetros de exigencia, no te preocupes por los estándares que otros te quieren imponer:
«Como si tienes 68 años y te exigen ganar el triatlón del Iron Man.
No es lo mismo que un atleta profesional recorra casi 4 kilómetros nadando, más 180 km de ruta en bicicleta más otros 42 km corriendo, a que un hombre mayor o un niño lo vayan a intentar al mismo nivel«.
Tienes que comprender que existen niveles de exigencia totalmente inasumibles.
«Tampoco deberías hipotecar tu casa porque alguien más hizo esa jugada y le funcionó muy bien.
Si un emprendedor invirtió audaz-mente la mitad del valor de su casa, puso en riesgo el techo de su familia para lograr ser el líder de ventas de todo el estado, o el país.
Tú no deberías asumir esos niveles de exigencia como retos personales, ni compararte con ese valiente emprendedor,
debes jugar tu propio juego bajo tus propias reglas, que para eso eres emprendedor independiente. «.
Cada uno tiene sus propias características y condiciones, y tú debes descubrir las tuyas
CINCO. En todo lo que hagas es importante que siempre te exijas un mínimo grado de calidad y eficiencia.
Te lo paguen o no, debes marcarte un mínimo grado de calidad y eficiencia en todo lo que entregues, porque eso siempre se notará.
No te permitas hacer un trabajo pobre o mal hecho.
Una vez que superes ese mínimo nivel de calidad y eficiencia tampoco te conformes, ni te duermas en tus laureles.
Absolutamente todos siempre podremos dar más, o dar la milla extra; nunca acabaremos de saber cuándo hemos alcanzado nuestro máximo potencial, porque una vez que logremos algo, siempre podremos subir otro nivel, o lograr otro objetivo.
No es fácil alcanzar un mínimo nivel de exigencia.
En ocasiones, por ejemplo, puede que sea muy difícil sacar un 5 de calificación en determinada prueba, o aprobarla con la mínima nota.
Si ya has hecho un esfuerzo considerable, esto no te debería desmoralizar, solo tendrías que entender que todavía no alcanzas el mínimo grado de exigencia.
Puede que necesites practicar y estudiar muchísimo más.
Es muy factible que con el ejercicio constante, eventualmente superes esa mínima calificación. Luego deberás imponerte un nuevo mínimo, como sacar 7 u 8, y así progresivamente hasta el 10 (si se puede).
Luego llegará el momento que deberás saltar a otro nivel de progreso.
Es posible que hayamos alcanzado alguna meta, pero una vez que hemos llegado, pensemos que desde allí se puede brincar a otro nivel, desde esa plataforma se debería aspirar a lograr otro objetivo.
Cada vez que se van superando más niveles, sube el nivel de exigencia,
las apuestas son más altas,
el nivel de compromiso y competencias es diferente, seguramente más fuerte, y
puede que para seguir ascendiendo necesites más ayuda o apoyo,
pero también aumentarán tus satisfacciones, no solo por los resultados que obtengas, sino por darte cuenta de que progresaste y superaste todos esos niveles.
Lo anterior sucede por ejemplo cuando alguien asciende de puesto o de jerarquía,
o cuando se sube de categoría en un juego,
o cuando un medio de profesionales te considera su similar. Un grupo que tú tenías en un alto nivel y que ahora te reconocen como su igual, dado que les has demostrado tu progreso.
Por momentos la confianza puede caer, y es normal, las cosas no siempre salen como uno espera.
En muchas ocasiones entran en juego factores que no dependen de nosotros, pero está en nuestra mano asumir esos factores que sí están en nuestro control e imponernos un mínimo nivel de exigencia, si es que en alguna forma queremos sobresalir.
Cada próximo nivel de tu vida te exigirá que Tú seas alguien diferente.
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Fotografía de la Atleta Katerina Stefanidi de Wikipedia The Free Encyclopedia.