Todas las opiniones pueden tener validez | 559

¿Cómo tomarnos las críticas que no nos gustan? | El cuento de ‘Los Cuatro Ministros Sabios’ | Todas las opiniones pueden tener validez | Cómo gestionar los comentarios negativos y destructivos | Cómo tomar la retroalimentación de los Grupos Mastermind | Honestidad Brutal | criterios de validez | certeza filosofía
Todas las opiniones pueden tener validez. Frase de la imagen del novelista inglés Henry Fielding (1707-1754): “La calumnia de algunas personas es tan buena como la recomendación y el elogio de otras”.

Todas las opiniones pueden tener validez

Para esta entrada nuevamente he seleccionado otra historia del ‘Tesoro de la juventud’, tomada de ‘El Libro de las narraciones interesantes’, la cual he adaptado para el Blog y Podcast de Emprendimiento y Grupos Mastermind.

Los Cuatro Ministros Sabios | Todas las opiniones pueden tener validez

Cierto día, el rey de una antigua nación, contaba con cuatro ministros altamente reconocidos por su sabiduría, y a éste mandatario se le ocurrió imponer una fuerte alza de impuestos a su pueblo.

Los cuatro ministros le aconsejaron al rey que no lo hiciera, no veían conveniente subir los impuestos en ese momento. El rey, al escuchar la desaprobación de sus ‘cuatro ministros estrella’ se enojó muchísimo; así que decidió desterrarlos del país y despojarlos de todas sus posesiones y honores.

Mientras los ya ex-ministros salían de la capital, llegaron hasta un sendero trazado por un camello, por las huellas de un camello, y empezaron a hablar de este animal en concreto.

Estaban todavía en plena charla acerca los detalles del camello, cuando se les acercó un comerciante, quien les comentó que había perdido un camello.

Uno de los ministros le preguntó al comerciante si su camello no era cojo. El segundo quería saber si no era tuerto del ojo derecho. El tercero comentó si tenía la cola muy corta, y el cuarto pretendió indagar si ese camello no padecía de alguna enfermedad del estómago.

-Sí-dijo el comerciante ansiosamente –Ustedes lo han descrito mejor de lo que yo mismo podría hacerlo.  ¿Dónde lo han visto?
-Nunca lo hemos visto, –le contestó uno de los ministros– Pero en el camino están sus huellas.
-¿Cómo? Ustedes lo conocen mejor que yo porque lo han encontrado, y luego seguramente lo habrán vendido.
¡Me quejaré ante el rey! -Dijo ya muy enojado el mercader.

Y así lo hizo, el comerciante se presentó ante el rey y acusó a los cuatro ministros de robo.

El rey mandó llamar a los cuatro ministros, amenazándoles con un severo castigo, los encerraría en la cárcel si no confesaban la verdad.

El rey les preguntó:
-Si nunca han visto el camello
¿Cómo pueden afirmar que era cojo, tuerto del ojo derecho, de cola corta y que padecía de alguna enfermedad?
El primer ministro le contestó al rey:
-Observé solamente tres huellas de pata, y de esa observación deduje que iba cojo de una pata.
El segundo ministro dijo por su parte:
-Yo me di cuenta que las hojas de los arbustos del lado izquierdo del camino habían sido comidas, mientras que las del lado derecho estaban intactas,
por lo que me pareció que el animal era tuerto del ojo derecho.
El tercer ministro le informó:
-Yo noté en el sendero algunas manchitas de sangre de trecho en trecho.
Me pareció que procedían de picaduras de mosquitos, y, por lo tanto, el camello debía de tener una cola muy corta, por lo cual era incapaz de ahuyentar a los insectos.
El cuarto ministro dijo:
-Por mi parte, observé que las dos patas delanteras del camello se apoyaban fuertemente en el suelo, mientras la pata sana de la parte trasera apenas iba tocando la tierra.
Por ello deduje que arrastraba las patas por alguna dolencia interior.

Al escuchar detalladamente todas estas explicaciones, el rey se quedó asombrado de la sabiduría de sus cuatro ministros, y les dijo:

-Cuando cuatro hombres, tan sabios como ustedes, me han aconsejado no imponer cierta contribución (o subida de impuestos), he debido seguir su prudente consejo.
Inmediatamente quitaré esa imposición, y si me dispensan volviendo otra vez a mi servicio, siempre me guiaré por sus sabios consejos.
Tomado del ‘Tesoro de la juventud’ (Tomo III, página 809).

Diversas y contrarias opiniones pueden tener validez

En la naturaleza del ser humano está el rechazar inmediatamente todo tipo de propuestas o sugerencias que no se alineen con nuestros planes, o con nuestros gustos, deseos, aspiraciones o necesidades.

En general, a los seres humanos no nos gusta que nadie nos contradiga, claro que siempre preferiríamos ser apoyados y hasta aplaudidos, pero esto en la mayoría de los casos casi nunca es posible.

La figura del ‘Yes Man’ o del incondicional adulador, o barbero que siempre le dice que «Si» a su jefe, o a su superior, está empezando a diluirse.

En la dinámica empresarial actual, reflejada en grandes artículos y libros especializados, yo he ido descubriendo que los ejecutivos y emprendedores cada vez más se están dando cuenta de que tienen una necesidad imperiosa de feedback, o de retroalimentación constructiva;

cada vez más vamos descubriendo que para progresar y dar pasos hacia adelante, dependemos de las opiniones y sugerencias de nuestros empleados, de nuestros clientes, de nuestros colegas, y también de nuestros colaboradores.

En un equipo de trabajo donde existe un claro líder, o jefe,

o superior que dirige las acciones y los destinos del grupo, es natural que no todos se sientan con la confianza y la seguridad como para plantear sus propias opiniones,

unas opiniones que sean objetivas y que además pueden contradecir las ideas del mismo líder.

No es fácil exponer una idea que contraponga al superior, porque en ocasiones sentimos que éste nos puede tomar como rebeldes, o como un elementos con energía negativa o incluso como claros competidores de su puesto.

En los Grupos Mastemind otras opiniones pueden tener validez, casi siempre.

Por ejemplo, en un grupo mastermind, como en los que yo participo y coordino, no existe un líder, allí no hay un jefe ni un superior.

Dentro de un grupo mastermind se espera que todos sus integrantes se expresen con total y brutal sinceridad.

Cada idea, cada sugerencia, cada punto de vista es importante y representa una gran aportación para el beneficio del integrante que está siendo retroalimentado.

La Honestidad Brutal como principio de Crecimiento
A los participantes de un grupo mastermind les sugiero:

Desechar la mentalidad de rechazo a las opiniones de los demás, aunque sean contradictorias, o aunque las consideremos fuera de lugar, o incluso cuando no nos hayan gustado.

Todas las ideas, todas las aportaciones de los integrantes de un grupo mastermind pueden resultar de un alto valor añadido si se saben escuchar, si se registran convenientemente, y por supuesto, si se ponen en marcha con un debido criterio y objetividad.

Mitos de los Grupos Mastermind
Todos los consejos tienen su valor, incluso las duras críticas

Yo no recomiendo descartar ningún consejo, porque todos absolutamente todos los consejos pueden llevar aunque sea una pequeña parte de verdad,

incluso jamás sugiero hacer caso omiso de las duras críticas que te hagan porque todas, absolutamente todas las críticas conllevan un 1 % de verdad,

y ese uno 1 % de crítica negativa es suficiente retroalimentación como para tomar las medidas pertinentes y hacer los cambios e implementaciones que sean necesarios para mejorar, para crecer, y para evolucionar.

Criticar Constructivamente como ejercicio de Creatividad

“La calumnia de algunas personas es tan buena como la recomendación y el elogio de otras”.

Henry Fielding


‘Todas las opiniones pueden tener validez’ es una adaptación de Gustavo Pérez del cuento clásico de ‘Los Cuatro Ministros Sabios’.

Entrada y salida musical de Kevin MacLeod de Incompetech.com

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