Retomando el tema del equilibrio emocional de la emisión anterior (la 790), en esta ocasión continuamos con otras 10 señales o signos de Autocontrol.
NOTA: El autocontrol y el equilibrio emocional son fundamentalmente lo mismo,
pero he utilizado diferente terminología para efectos de SEO (Search Engine Optimization / Técnicas optimizadoras de búsqueda) para que los títulos de estos 2 contenidos no compitan entre sí, y puedan ser encontrados por igual en los buscadores del Internet.
El autocontrol, o gestión de las emociones y sentimientos es una actitud a la que todos (profesionales o no) deberíamos aspirar a alcanzar.
La capacidad de autocontrol de un ejecutivo, o en su caso de un emprendedor, es una cualidad altamente valorada en determinados perfiles profesionales, mismos perfiles a los que no se les puede permitir caer en un estado de ‘desequilibrio emocional’ o ‘explosión de histeria’ ante una situación crítica.
A ver, ¿Qué sucedería con un enfermo del corazón si su cardiólogo entra en pánico durante su intervención quirúrgica?, o
¿Qué suerte habrían tenido los pasajeros del vuelo 1549 de US Airways si su comandante –Chesley Sullenberger– no hubiese actuado con frialdad de cabeza cuando decidió que amerizaría en el Río Hudson?
Más allá de que tu trabajo requiera con mayor o menor rigidez de un razonable autocontrol –porque se te pueden permitir ciertos exabruptos emocionales, dado que no tienes límites de tiempo que te condicionen, o que no existen claros objetivos que deberías cumplir a rajatabla-, de todas formas, es deseable que cumplas con un mínimo nivel de sosiego, uno que proyecte tu imagen como profesional moderado, y en especial como un profesional con buena Marca Personal.
Cuántos ejecutivos vemos que hacen un escándalo por que encuentran en una carta un logotipo descolorido, o porque ven un pequeño error de tecla (como un asterisco en lugar de una letra);
cuántos profesionistas cambian proyectos completos solo porque no entendieron el concepto de alguna terminología, o por no poder incluir algún capricho que tenían en su obnubilada mente.
Este tipo de actitudes en las que no se sabe calibrar o medir el tamaño del problema en su justa medida son indicios de una carencia de autocontrol, que determinan con un buen grado de claridad el nivel de criterio con que cuenta el profesional que gestiona una función en aras de alcanzar su objetivo.
Idealmente, las personas que cuentan con un mayor autocontrol son las que deberían ocupar los puestos de las escalas más altas de una organización, dado que saben cómo conducirse a sí mismas, especialmente durante las inevitables etapas críticas que todo proyecto o empresa han de atravesar.
Y este “deseable autocontrol” debe manifestarse no solo en momentos de gravedad, sino hasta en la misma convivencia diaria.
El buen o mal autocontrol con el que cuenta cualquier persona, demuestra su grado de respuesta con los objetivos que se marca. Independientemente de que alcance o no estos objetivos, quien cuenta con un buen equilibrio emocional denota que su satisfacción personal -y también su felicidad-, son ambas producto de la razonable comprensión del sitio que ocupa en la vida.
Por esto, aquí te comparto 10 signos más de autocontrol con las que deberías contar:
10 Signos de Autocontrol
1. Tienes autocontrol mientras Sabes cuando hablar
Esencialmente dejas hablar a los demás para escucharlos y tratar de entenderlos.
Tomas la palabra cuando te toca, cuando te preguntan algo, cuando te piden que participes.
Cuando hablas, siempre es en tono propositivo, y si tu opinión es contraria a otras ideas, procuras proponerla como alternativa, no como la única verdad.
Al momento de hablar denotas que no necesitas la aprobación de los demás, porque tus puntos de vista los validas con conocimiento de causa, no con especulaciones ni opiniones pasionales.
Cuando se habla negativamente de alguien más, tu nunca echas más leña al fuego, preferentemente apoyas al que lo necesita en su momento.
2. No entras ni participas en discusiones bizantinas
Esta expresión de “discusiones bizantinas” se refiere a que uno no participa en intrascendentes, ociosos ni estériles debates en los que nadie puede tener la razón.
Quien cuenta con buenos signos de autocontrol nunca discute acerca de cosas irrelevantes, ni tampoco entra a debatir temas donde nadie puede conocerlos o dominarlos a fondo, tal como política, religión, deportes y hasta relaciones emocionales.
3. Mantienes el equilibrio a pesar de que las cosas no van como planeaste, o como querías
El hecho de lograr un buen nivel de autocontrol, especialmente cuando se viven momentos de gran dificultad, es una de las características más valiosas y hasta cruciales de todo ejecutivo o emprendedor.
Quienes se saben comportar a la altura de las circunstancias sin caer en provocaciones, o en un estado de pánico producto de sus propias acciones y decisiones, tienen grandes posibilidades de lograr sus objetivos, tarde que temprano.
4. Tienes autocontrol si sabes bien cuando y cómo tomar acciones
Si tú ya sabes en qué momento y cómo tienes que ejecutar tales o cuáles actividades, esto quiere decir que no necesitas de supervisores que te ordenen ni te indiquen las directrices a seguir.
El hecho de ser alguien que pueda actuar con un buen grado de independencia para alcanzar determinados objetivos, sin prácticamente ayuda de otros, te convierte en un «Ejecutivo modelo».
5. No esperas gran cosa de los demás
El hecho de mantener el equilibrio emocional a pesar de la renuencia o falta de apoyo de otros, te convierte en una persona sensata.
Aunque es bien cierto que necesitamos de los demás para poder llegar más lejos, o más alto, es razonable entender que nunca debemos esperar tanto de los demás como de uno mismo.
En relación a los demás, podríamos tener un alto o un escaso nivel de mando, o de injerencia, y eso no lo podemos controlar; pero lo que si podemos controlar son nuestras actitudes y acciones, por eso siempre debemos esperar más de nosotros mismos.
6. Sabes admitir un error cuando te das cuenta que te equivocaste
Saber aceptar los fallos personales es un signo de enorme autocontrol.
El hecho de admitir una equivocación, especialmente cuando ésta ha provocado situaciones irreversibles, no es en lo absoluto un trance fácil ni agradable de superar.
Es necesario contar con un notable equilibrio emocional para entender que en ocasiones es necesario admitir determinados errores para lograr que las cosas puedan avanzar.
Si puedes aceptar graves errores sin auto-flagelarte, sin torturarte a ti mismo ni menospreciarte, más fácil te será admitirlos cuando esos fallos carezcan de importancia alguna.
7. No presumes ni te vanaglorias en público
El hecho de jactarte de tus acciones, de tus posesiones, de tus relativos éxitos o de tus múltiples talentos, no te proyecta como una persona emocionalmente equilibrada.
Es bien cierto que en algún momento alcanzarás un logro que te gustaría pregonar por todos los medios, pero esa actitud puede proyectarte como quien no ha acabado de creer en sí mismo, como quien se siente poca cosa ante un éxito tan desproporcionado, uno que para otros puede no serlo.
La presunción es un claro reflejo de desequilibrio emocional.
8. Eres generoso cuando ganas
Cuando triunfas o destacas por encima de otros, sin burlarte ni hacer alharaca, menos ironizando ni comparándote, así estás demostrando un enorme autocontrol.
Ya sabemos que es difícil ser “un buen perdedor”, pero paradójicamente es más difícil aún “ser un buen ganador”.
Una popular consigna de guerra del siglo pasado decía que:
“Hay que ser implacables en la lucha, y generosos en la victoria”, por supuesto cuando ésta nos favorece.
Sí, cuando se gana hay que demostrar empatía y generosidad por el contrincante, estos son indicios significativos del dominio de uno mismo.
9. Uno de los mejores signos de autocontrol es cuando sabes decir “No”
Es complicado negarse a aceptar determinados juicios que no nos gustan, o que no nos convencen.
También es penoso evitar una propuesta que no nos interesa, y más intrincado aún es negarnos a dar o prestar algo cuando estamos involucrados emocional o socialmente con la persona que nos exige un “Sí”.
Y parafraseando a mi padre, quien en alguna ocasión me compartió:
Los 3 NO’s que todos debemos saber dedir
“Para ser feliz hay que aprender a decir estos tres “nos”.
El primero es “No, no gracias”;
el segundo es “No, usted no me sirve”;
y el tercero es “No, ya no te quiero”.
10. No haces pública tu vida privada
Es posible que creas que todo aquello que tiene que ver con tus diarias rutinas es de una alta estima para los demás.
Es posible que entiendas que tu vida pueda ser altamente interesante para un determinado público, pero aunque seas una de las cantantes más famosas de mundo, o un familiar de la realeza británica, o un miembro de la familia Kardashian, el hecho de exponer cada pequeña acción de tu vida privada te proyecta como alguien que le falta un mínimo equilibro emocional.
Una razonable señal de buen autocontrol es entender que el exhibicionismo no es necesario.
Lo que sí es imprescindible es saber exponer las ideas que aporten una mejora para el mundo que te rodea, o saber lucir el talento con el que cuentas de forma que le pueda ser de alguna utilidad o recreación a los demás, eso es más importante que difundir masiva e irreflexivamente tu vida personal.
“La fuente de una baja autoestima es la falta de control que sientes que tienes en tu vida.
Si te pasas la vida compitiendo con los demás, tratando de corregir los errores que te han hecho, o pierdes el tiempo tratando de parecer correcto, nunca lograrás la satisfacción y el autocontrol.
Las personas que te encuentras en la vida no pueden ser controladas por ti. Solo tienes el control de ti mismo.
Construye tu vida en torno a una relación con un poder superior y trata de alcanzar eso que te apasiona.
Cuando sueltes lo que no puedes controlar, la verdadera paz podrá entrar en tu vida.
Este es el camino para lograr el equilibrio emocional”.
– Shannon L. Alder | Escritora