Similitudes entre guiar a un hijo y dirigir profesionales | 334

10 Consejos de Disciplina Inteligente | Psicología Positiva | Educación de los hijos | Orden y Respeto | Recursos Humanos | Buenas Relaciones profesionales | Grupos de Trabajo | Armonía | Valores | RRHH
10 Consejos de Disciplina Inteligente del Pedagogo Vidal Schmill.


Similitudes entre guiar a un hijo y dirigir profesionales

¿Sería correcto afirmar que existen similitudes entre guiar a un hijo y dirigir profesionales?

La respuesta es «Si», según  la profesora Virginia García, experta en educación y Psicología Positiva, a quien entrevisté en la emisión 176 La Disciplina Positiva aplicada profesionalmente.

No soy un experto en educación de los hijos, tal como lo es Virginia García (ContigoDesenredo.com), ya que en ese sentido lo único que tengo en mi historial es una hija adolescente; y admito que me lo ha puesto muy fácil, porque no me he visto muy exigido como otros Padres a la hora de educar con disciplina inteligente.

Por el otro lado, dirigiendo grupos de trabajo, allí sí que he tenido más experiencia, he tenido la oportunidad de participar en varios proyectos que me han permitido coordinar y dirigir diversos equipos de profesionales.

La Disciplina Inteligente.

Uno de los objetivos con los hijos es lograr una buena educación, de preferencia con disciplina inteligente. El objetivo con un equipo de profesionales es alcanzar una o varias metas, y para eso también es indispensable conducirlos con disciplina.

No conozco empresa que careciendo de disciplina haya alcanzado objetivos con eficiencia.

Para esta entrada, me he apoyado en la interesante lectura del libro “Disciplina Inteligente”, Manual de estrategias actuales para una educación en el hogar basada en valores, del escritor mexicano Vidal Schmill. A continuación, algunas de sus interesantes conceptos.

“La disciplina inteligente es un medio para alcanzar un objetivo, un objetivo disciplinario; el objetivo disciplinario sigue unos valores prioritarios (Normas, reglas, hábitos, habilidades, sistemas y comunicación)».

Entonces, la disciplina inteligente consiste en una serie de estrategias para que tus hijos puedan distinguir lo aceptable de lo no aceptable de su conducta, en el contexto de la sociedad en la que viven.

Y para entender esta analogía, en lo posterior sustituyamos las palabras Hijos por Empleados, Mamá y Papá por Jefes o Directores, y Sociedad puede bien sustituirse por la Empresa o el medio en el que se desenvuelve.

¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en la disciplina para tus hijos?

Estoy seguro de que lo primero que te imaginas son descripciones de cumplimiento de tareas, responsabilidades, horarios, estructuras, comportamiento y resultados.

Si aplicas la disciplina sin un fin claramente definido,

la conviertes en algo absurdo, en algo sin sentido, especialmente si tú no pones el ejemplo; así corres el riesgo de convertirla en la manifestación de tus obsesiones y temores.


Un liderazgo débil provoca que los hijos aprendan a manipular,

y a aparentar para obtener beneficios de sus padres; así no aprenderán valores constructivos, ni para ellos mismos ni para la sociedad en la que viven.


En la vida hay limitaciones y tanto nosotros como nuestros hijos debemos reconocerlas. Dentro de estas limitaciones está la libertad. Sin límites no hay libertad, solo existe mera confusión y desconcierto.

A continuación, encontrarás las diez sugerencias que Vidal Schmill nos propone en su libro «Disciplina Inteligente» para preparar o reparar (en su caso) el terreno para una disciplina inteligente, que tiene aplicación tanto para tus hijos como para tu equipo de trabajo.

10 Recomendaciones de Disciplina Inteligente.

UNO. Trata de ser congruente, actuando tal y como dices que se debe actuar.

DOS. Trata de ser consistente, conservando la congruencia a lo largo del tiempo.

Si ordenas y exiges disciplina pero no la demuestras estarás siendo incongruente e inconsistente. Aquí hay una diferencia entre congruencia y consistencia.

La congruencia significa actuar como dices y piensas (respetas tus propios valores). La consistencia significa actuar congruentemente de manera permanente, esto es respetas tus valores, hoy, mañana y dentro de diez años.

TRES. Escucha más. No interrumpas para dar tu opinión, regañar o sermonear sin tener toda la información. Escucha y trata de comprender más desde la perspectiva de tu hijo, no solo desde la tuya.

CUATRO. Emite tus opiniones aclarando que son sólo eso opiniones. Tú no eres el dueño de la verdad única ni absoluta.

¿Cómo nos tomamos otras opiniones?

Cómo Expresar Respetuosamente tu Desacuerdo.

CINCO. Clarifica los valores prioritarios de la casa y las reglas que de ellos se deriven. No corrijas según tu humor del día o del momento.

Si algo no está permitido, no cedas porque “estás de buenas”. Si algo está permitido, no lo prohíbas sólo porque “estás de malas”.

No eduques con sorpresas, sé predecible en tu postura. (sé predecible porque ya estableciste tus valores y actúas en consecuencia, no los cambies).

SEIS. Enfatiza las habilidades de tus hijos, no sus inhabilidades.

Ayúdalos con lo que les cuesta trabajo, y refuerza más aquello en lo que son hábiles, para que sean mejores. Si refuerzas aquello sobre lo que no son hábiles, puede perder valor todo aquello en lo que sobresalen.

8 Habilidades que puedes dominar en 3 minutos.

SIETE. Ten paciencia para que tu hijo haga las cosas a su propia manera y no como tú esperas que las haga. Respeta sus tiempos de aprendizaje y su velocidad de respuesta, ya sea que estén por debajo o por encima del tuyo.

OCHO. No lo agredas, no lo ofendas, no te burles de él ni lo insultes.

Siempre respeta su dignidad. ¿Cómo esperas que tenga autoestima si no le enseñas a tener auto-dignidad para merecer ser tratado con respeto y amor?

NUEVE. Muestra tu afecto. Manifiéstale de alguna manera que lo amas sin condiciones (o que lo estimas en el caso del subordinado, tampoco es para tanto).

Reconócelo como individuo, y no sólo por una buena conducta. Hazlo con palabras. Sólo cuida no sobrepasar su límite de tolerancia.

DIEZ. No lo manejes con chantajes o culpándolo. La culpa sólo produce remordimiento y no genera conductas de cambio constructivo.

La responsabilidad no debe confundirse con la culpa. La responsabilidad genera respuestas de cambio constructivo.

Imagen de Pixabay.com publicada libre de Derechos de Autor bajo Licencia Creative Commons.

Fotógrafa:  Olichel Adamovich.

 

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