Autoestima, ¿Cómo podemos mejorarla?
La autoestima o la confianza en uno mismo es eso que nos proporciona un control personal para manejarnos con soltura en cualquier situación. Solemos tenerle miedo a lo desconocido, como cuando hablamos en público, cuando hacemos una presentación, ante una entrevista de trabajo o cuando emprendemos algo por nuestra cuenta.
Ganar seguridad en uno mismo no es algo que se pueda lograr de la noche a la mañana, tiene que trabajarse mucho y con persistencia.
Me he puesto a leer e investigar algunos artículos y preparé esta entrada con cinco sugerencias para trabajar y mejorar la confianza en uno mismo, para implementar la autoestima.
Cinco sugerencias para mejorar la Autoestima:
Uno. Primero ubícate.
Trata de conocer qué te distingue, cuáles son las características que te hacen especial o diferente. Ahora se dice que debes encontrar tus fortalezas y debilidades.
Tus fortalezas son esas cosas que haces bien, los conocimientos y experiencias que te hacen único o única y destacable, aquellas habilidades que dominas, o casi dominas. En este caso no necesitamos hablar mucho de las fortalezas porque esas son precisamente la fuente de tu confianza.
Tus debilidades, esas son el origen de la falta de confianza. Una debilidad puede ser aquello que desconocemos o no sabemos hacer bien y la causa que nos provoca inseguridad.
Curiosamente, muchos virtuosos llegan a dominar deportes, instrumentos musicales, ciencias o idiomas a partir de la inseguridad que sentían antes de estudiar y practicar esa disciplina.
«De la necesidad se hace virtud».
Dos. Estudia y Practica.
Leer, investigar, escuchar y practicar un tema, un deporte o una disciplina siempre tendrá efectos muy positivos en la obtención de mayor confianza, tanto para la toma de decisiones, como para el ejercicio de una actividad o para desarrollar cualquier función.
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Para tomar conciencia de lo que podemos hacer y alcanzar, hay que saber cómo son y porqué se hacen las cosas, cómo funcionan, cómo debemos hacerlas; es esta toma de conciencia la que nos hace sentir qué tan preparados estamos, aunque nunca es suficiente esto nos hace ganar seguridad.
Al llevar la teoría aprendida a la práctica estamos desarrollando una confianza creciente que se suma a nuestro aprendizaje y a la comprensión de un tema.
Tres. Recuerda cuando desconocías y aprendiste algo por primera vez.
Cuando uno empieza a aprender o practicar alguna cosa puede sentirse frustrado o desmotivado y/o inseguro, y esto es normal ya que uno no puede dominar algo que apenas intenta realizar.
Los nervios ante lo desconocido son normales, pero tenemos que evitar que nos dominen o que alcancemos un alto grado de estrés.
Al inicio de un aprendizaje, cuando sientas desconfianza, recuerda la primera vez que practicaste o aprendiste otra cosa, eso te tranquilizará y motivará, porque entiendes que ya has sido capaz de aprender en otra ocasión, y sabrás que la tensión es solo parte natural del proceso de aprendizaje.
Cuatro. Descarta lo que tú o los demás piensen de ti.
Los sentimientos de baja autoestima van usualmente acompañados de pensamientos narcisistas, de estar solo concentrados en lo que queremos que los demás piensen acerca de nosotros, de querer complacernos a nosotros mismos en base a las opiniones de otros.
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Cuando estamos practicando, aprendiendo, ejercitándonos, trabajando o tomando acciones concretas para alcanzar una meta, no tenemos tiempo de distraernos en lo que los demás piensen.
Cuando practicamos algo con constancia vemos que progresamos, que somos más rápidos, que cargamos más, que sabemos más, que entendemos mejor, que somos más eficientes, y esa conciencia que tenemos de estos progresos es la que nos hace centrarnos solo en la actividad, más que en los resultados que queremos presumir.
Cinco. Comprométete en tomar acciones.
Más que pensar en los resultados y en sus consecuencias, los premios, las críticas, las llamadas de atención, el dinero y los aplausos, hay que hacerse un compromiso interno, una promesa clara a nosotros mismos para obligarnos a tomar acciones, en hacer que las cosas sucedan, y de que haremos todo lo que esté dentro de nuestras capacidades para ponernos en acción.
Los resultados aunque no sean tan buenos, o sean insuficientes, o superables, siempre serán mejores si nadie se los esperaba, a fin de cuenta son resultados.
Cuando estamos conscientes de que actuamos y avanzamos, la confianza en nosotros mismos crecerá naturalmente sin realmente ponernos a analizarlo.