Tipos de Críticas acerca del Trabajo
En general a nadie nos gusta recibir críticas.
No nos cae bien que nuestro Jefe critique nuestro trabajo, nos incomoda que nuestros compañeros hagan comentarios críticos acerca de nuestro desempeño cuando quizá a ellos no les corresponde juzgarnos.
Tampoco nos gustan las críticas adversas de gente que ni siquiera nos conoce, porque sentimos que aunque sus críticas puedan ser justas de todas formas nos provocan malestar, nos afectan el orgullo y la dignidad, sentimos que estamos siendo indebidamente compensados.
Ahora, no todas las críticas son malas,
también podemos recibir buenas críticas, pero en muchas ocasiones no sabemos gestionar ni unas ni otras, porque hasta las buenas críticas nos pueden afectar negativamente en el EGO, dado que no las sabemos canalizar apropiadamente.
Y, ejecutivamente hablando,
esta mala interpretación quizá solo se debe a que desconocemos cómo distinguir entre lo que sí podemos aprovechar de las críticas y lo que debemos desechar.
Por esto, aquí te propongo mi clasificación de tipos de críticas en el trabajo, o en el mundo profesional, y básicamente las he dividido en cuatro tipos, las que a su vez se dividen en dos categorías:
Primera Categoría. Las críticas POR SU SENTIDO. Pueden ser positivas o negativas
Este tipo de categoría se distingue porque la crítica (tanto positiva como negativa) solo aporta puntos de vista personales, pero unos puntos de vista basados en una perspectiva objetiva.
Esto quiere decir que la persona que ejerce la crítica acerca del trabajo o el proyecto de otra persona desarrolla comentarios acerca de la actitud, las habilidades, los resultados y la gestión de la persona criticada,
pero siempre limitándose a definirla con su particular apreciación personal, basada en sus propios conocimientos y experiencia.
Los comentarios tanto positivos como negativos evalúan el trabajo o el desempeño de una persona, o de un subordinado, aportando la visión personal y profesional del individuo que hace el comentario, sin mencionar cómo se podría mejorar o incluso empeorar.
Negativas o positivas, las críticas describen lo que se ve desde un punto de vista,
pero eso no necesariamente quiere decir que éstas sean correctas, solo precisan o comentan el trabajo que una persona presenta prescindiendo de cualquier carga emocional, esto es, el comentario o crítica es frío y directo.
Un ejemplo clásico de estos tipos de críticas podría ser la calificación que le hace un profesor a su alumno, por ejemplo del examen de matemáticas:
El profesor puede evaluar al alumno positiva o negativamente (pero sin corregirle las ecuaciones) encuentra qué ha estado mal, dónde no alcanzó el resultado, señala qué resultado está equivocado o acertado, le indica diversas faltas, señala errores de apreciación o de falta de estudio.
En el trabajo por ejemplo, una crítica positiva de tu Jefe te dice:
“Veo que alcanzaste los objetivos por tu cuenta, incluso utilizando menos recursos de los que tenías disponibles, por lo tanto ahorraste dinero a la compañía, eso está muy bien»…
En sentido opuesto, la crítica negativa sería:
«No lograste el objetivo, y te gastaste más de lo que te autorizamos, además tomaste dinero de otras partidas para tapar ese hoyo, ahora tenemos varias partidas en problemas, y me di cuenta que estabas muy distraído, poco interesado, eso no es lo que espero de ti».
Entonces, como he descrito, en esta categoría los tipos de críticas tienen una visión positiva o negativa, pero desde el punto de vista de quien la hace, sin tomar en cuenta su propio estado de ánimo.
En estos tipos de críticas no importa si por ejemplo el Jefe está contento o molesto por el resultado del subordinado, el Jefe ejerce su crítica sin considerar si él mismo atraviesa problemas personales,
ni hace comentarios considerando el aprecio o aversión que le pueda tener a la persona criticada (sea su subordinado o solo su conocido).
En esta categoría, los tipos de críticas negativas o positivas NO aportan nada más que lo que se señala, ni señalan cómo se podría mejorar, ni hacen sugerencias ni reprobaciones.
Segunda Categoría. Las críticas POR SU TONO. Pueden ser constructivas o destructivas.
Este tipo de categoría se distingue porque las críticas aportan la subjetiva opinión personal del crítico (valga la redundancia).
Esta crítica no se limita tanto a señalarlo que está bien o lo que está mal, sino que el crítico aporta elementos de lo que él cree que se debería o no hacer, o cómo se tendría que proceder, independientemente de que el trabajo que critique esté bien o mal hecho.
Hablando específicamente de LA CRÍTICA CONSTRUCTIVA.
Aquí el crítico, digamos un colega del medio suma elementos para mejorar el trabajo del criticado, así sugiere alternativas, propone acciones de acuerdo a su propia visión de cómo debería ser o hacerse dicho trabajo, siempre en un ánimo de mejorar, de crecer, de implementar mejoras.
En la crítica constructiva no se analiza tanto si el trabajo de la persona criticada es positivo o negativo,
más bien se utilizan esos datos (buenos y malos) para buscar una mejora, tanto de la persona como del resultado de su trabajo.
Los tipos de críticas constructivas pueden llevar implícitas ciertas emociones por parte del crítico, pero generalmente son asociadas al entusiasmo, a la pasión, a la alegría de sacar las cosas adelante.
Entonces, la esencia de la crítica constructiva es la proactividad.
Siguiendo en esta misma categoría también tenemos LA CRÍTICA DESTRUCTIVA.
Aquí el crítico solo se limita a señalar subjetivamente lo que a su juicio está mal, y es estricto en su apreciación.
El crítico no propone mejoras ni aporta ideas que sugieran nuevos caminos o soluciones.
Quien critica aquí señala uno o varios detalles que a su juicio (adoctrinado o no) están equivocados, y lo hace sin tomar en cuenta los resultados positivos, porque no suele mencionarlos, al contrario, se limita a ser duro e indiferente con los datos positivos, y generalmente es injusto.
Los tipos de críticas destructiva casi siempre llevan implícitas una carga emocional, justo la carga emocional que sufre el crítico, como las pasiones que no controla, y además hace comentarios viscerales.
El que lanza una de estas opiniones puede denotar una serie de emociones fuera de control, tales como la avaricia, el rencor, la envidia, insatisfacción, ineptitud, o refleja sus inseguridades, o en su caso se puede sentir amenazado por el sujeto al que critica.
En términos generales la crítica destructiva habla más mal de la persona que la emite que de la persona que la recibe.
La crítica destructiva puede ser una proyección de la propia personalidad, especialmente si va acompañada de insultos.
Entonces la crítica destructiva proviene de un espíritu reactivo, uno no propositivo.
Conclusión:
No es lo mismo crítica positiva que crítica constructiva, como tampoco es lo mismo crítica negativa que crítica destructiva.
Y, de entre los cuatro tipos de críticas solo LA DESTRUCTIVA es despreciable, las otras tres siempre son útiles como retroalimentación, porque hasta la crítica negativa puede y debe ser tomada como positiva -en el sentido de que se le puede aprender-, porque se señalan los fallos sin adjetivos ni malos modos.
Y, para tratar de ser más proactivos y hasta inteligentes con las críticas destructivas:
Podrías aprovecharlas para encontrar algún indicio rescatable, porque por dura que pueda ser una crítica destructiva,
si sacas algo para tu beneficio, ya puedes empezar a tratar de cambiarlo o mejorarlo.
Cómo descubrir a una «PERSONA TÓXICA»:
Al observar con curiosidad,
te podrás dar cuenta que puedes descubrir rápidamente a una persona reactiva y tóxica por el modo en que hace sus críticas,
si solo se limita a señalar los fallos sin proponer soluciones se está señalando a sí mismo como persona non grata para quienes le rodean.
«Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño».
-Napoleon Hill
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